Carlos Sainz logra en M¨®naco su primer podio con Ferrari y Verstappen es l¨ªder del Mundial

Los defensores de la teor¨ªa de la conspiraci¨®n que el s¨¢bado por la tarde justificaban los motivos que, en su opini¨®n, pod¨ªan haber llevado a Charles Leclerc a estrellarse a prop¨®sito contra el muro de la segunda variante del circuito de M¨®naco (al haber bandera roja el resto de corredores ya no pudo luchar por mejorar su tiempo) quedaron totalmente desautorizados este domingo, media hora antes del arranque de la carrera m¨¢s esperada del a?o. El ¨ªdolo local, nacido en el Principado hace 23 a?os, lo ten¨ªa todo a su favor para liarla parda ante sus amigotes, repartidos por varios de los balcones que dan al trazado. Sobre el papel, la primera posici¨®n le daba m¨¢s de media victoria en un escenario en el que la salida influye m¨¢s que en ning¨²n otro circuito. Ferrari lo hizo todo bien hasta el momento m¨¢s determinante, precisamente cuando un equipo que aspira a volver a ser grande no puede pifiarla: en su camino hacia la parrilla de salida, el palier del monoplaza de Leclerc comenz¨® a fallar y oblig¨® al monegasco a retirarse antes incluso de comenzar. Los chequeos realizados al coche despu¨¦s del accidente de la cronometrada no reflejaron ning¨²n problema, pero es evidente que los ex¨¢menes pasaron algo por alto para desgracia de su corredor, m¨¢s desconsolado que su compa?ero el d¨ªa anterior.

El cabreo de Carlos Sainz por no poder completar una vuelta con la que ¨¦l cre¨ªa que pod¨ªa meterse en la primera l¨ªnea se le pas¨® el domingo al espa?ol, que se las apa?¨® para cruzar la meta el segundo, solo superado por Max Verstappen, y firmar su tercer podio en el Mundial, el primero de la temporada para la ¡®Scuderia¡¯ y el primero suyo enfundado en el mono de Il Cavallino Rampante. El gatillazo de su vecino de taller, combinado con el esperp¨¦ntico abandono de Valtteri Bottas despu¨¦s de que sus mec¨¢nicos fueran incapaces de extraer la rueda delantera derecha de su Mercedes al visitar el garaje, le despejaron el panorama al madrile?o, un reloj suizo al volante, un aut¨¦ntico seguro de vida para la estructura de Maranello, encandilada por la solvencia de su fichaje, un aut¨¦ntico martillo dentro del coche y un se?or fuera de ¨¦l. Su primer triunfo en la F¨®rmula 1 est¨¢ cada vez m¨¢s cerca y bien podr¨ªa haberse dado en Montecarlo de haber arrancado m¨¢s adelante. Verstappen no le dio opci¨®n esta vez porque el holand¨¦s interpret¨® su papel a las mil maravillas, liderando el tren de principio a fin con la ayuda de Red Bull, que le permiti¨® subirse al caj¨®n por primera vez en este templo.

Hace dos semanas, en Montmel¨®, la tropa energ¨¦tica qued¨® en evidencia ante Mercedes, que ofreci¨® un recital a nivel estrat¨¦gico que dej¨® a Mad Max (como se conoce a Verstappen) con cara de bobo ante Lewis Hamilton, tan deslumbrante en el Circuit como desenfocado en M¨®naco, donde termin¨® el s¨¦ptimo, su posici¨®n de partida, y donde perdi¨® el liderato de la tabla general, comandada ahora por su principal rival en la gresca por el t¨ªtulo, al mando por primera vez en su trayectoria. El podio lo complet¨® Lando Norris, que sigue disfrutando tanto como sufriendo Fernando Alonso, 13? en una pista en la que el asturiano sabe lo que es ganar con dos escuder¨ªas distintas (Renault, en 2006 y McLaren, en 2007).

¡°Con el tiempo estar¨¦ orgulloso¡±

Carlos Sainz es probablemente el primer exponente de un nuevo esp¨¦cimen que desde hace algunos a?os empieza a proliferar en el Mundial de F¨®rmula 1. A diferencia de los corredores de las generaciones anteriores, enfrentados entre ellos para obligarse a sacar su mejor versi¨®n, el madrile?o prefiere el buen rollo a la confrontaci¨®n, incluso con su compa?ero de equipo. Ocurri¨® en McLaren con Lando Norris, uno de sus amigos del alma dentro de la explanada, y en menor medida tambi¨¦n pasa ahora con Charles Leclerc, su vecino en el taller de Ferrari. El papel¨®n del monegasco no fue f¨¢cil de digerir este domingo en M¨®naco, su casa, donde deb¨ªa arrancar desde la posici¨®n de cabeza y donde ni siquiera pudo tomar la salida por culpa de una aver¨ªa en un palier de su monoplaza. A pesar de ello, Leclerc se uni¨® al jolgorio de la Scuderia en honor a Sainz, nada m¨¢s cruzar la meta el segundo, certificando el primer podio de la temporada para el equipo italiano. Se trata de la primera vez que el espa?ol se sube al caj¨®n enfundado en el mono rojo. Y seguramente no ser¨¢ la ¨²ltima si sigue en una l¨ªnea tan solvente como la de este fin de semana en un escenario tan especial como Montecarlo.

¡°El segundo puesto es un gran resultado. Si me lo hubieras dicho antes de llegar a M¨®naco, habr¨ªa firmado sin dudarlo. Pero las circunstancias del fin de semana, con Charles arrancando desde la pole y sin tener yo la posibilidad de dar mi ¨²ltima vuelta r¨¢pida, hacen que no tenga el mismo sabor¡±, convino Sainz, contento y frustrado a la vez, seguramente consciente de las pocas oportunidades que tendr¨¢ de ganar, en un curso en el que Mercedes y Red Bull tienen los n¨²meros de repartirse todas las victorias. ¡°Al mismo tiempo, seguro que cuando eche la vista atr¨¢s y piense en lo que he hecho, estar¨¦ contento y muy orgulloso¡±, prosigui¨® el hijo del bicampe¨®n del mundo de rallies (1990 y 1992).

Sainz fue muy r¨¢pido desde que lleg¨® a Montecarlo. El viernes finaliz¨® el segundo, a una d¨¦cima de Leclerc, y el s¨¢bado estuvo en condiciones de pelear por la pole hasta que su compa?ero se estrell¨® contra el muro en la segunda variante del circuito, un accidente que le dej¨® el cuarto y muy cabreado. ¡°Estamos muy contentos con el segundo puesto de Carlos. Y tambi¨¦n estamos muy contentos con el hecho de haber visto a Charles celebrando el resultado de Carlos. Esto es muy importante porque demuestra que ambos entienden el proyecto en el que est¨¢n¡±, pirope¨® Mattia Binotto, el director de Ferrari, que desvincul¨® el problema en el b¨®lido de Leclerc con el casta?azo durante la cronometrada: ¡°El fallo no tiene nada que ver con el accidente. Habr¨¢ que aprender de ello. Hay muchos elementos positivos de este fin de semana¡±.

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