Muere ¡®Torpedo¡¯ M¨¹ller a los 75 a?os

¡°4-ever Gerd¡± (Por siempre Gerd). Este fue el mensaje que Robert Lewandowski mostr¨® en su camiseta el pasado 15 de mayo cuando marc¨® su gol n¨²mero 40 en la temporada e igual¨® el legendario r¨¦cord de Gerd M¨¹ller que perduraba desde el curso 1971-72. Era el homenaje particular del jugador y del Bayern M¨²nich a su gran leyenda.

Una semana despu¨¦s el delantero polaco superaba la cifra con un tanto en el ¨²lt...

¡°4-ever Gerd¡± (Por siempre Gerd). Este fue el mensaje que Robert Lewandowski mostr¨® en su camiseta el pasado 15 de mayo cuando marc¨® su gol n¨²mero 40 en la temporada e igual¨® el legendario r¨¦cord de Gerd M¨¹ller que perduraba desde el curso 1971-72. Era el homenaje particular del jugador y del Bayern M¨²nich a su gran leyenda.

Una semana despu¨¦s el delantero polaco superaba la cifra con un tanto en el ¨²ltimo minuto contra el Augsburgo. ¡°Estoy convencido de que en mi lugar Gerd hubiera hecho lo mismo. Los r¨¦cords est¨¢n para superarse. El que no creo que se bata jam¨¢s ser¨¢ el de 365 goles en 427 partidos que tambi¨¦n est¨¢ en su poder. Es imposible¡±, coment¨® Lewa despu¨¦s del partido. Un reconocimiento perpetuo al Torpedo por excelencia: Gerd M¨¹ller (Noordlingen, Baviera, 75 a?os) fallecido este domingo de madrugada, seg¨²n confirm¨® el Bayern, tras una larga lucha contra el alzh¨¦imer que se le diagnostic¨® en 2008, aunque fue en 2015 cuando su club de toda la vida lo hizo oficial.

El 3 de noviembre, fecha de su 75 aniversario, unas declaraciones de su esposa, Uschi, al diario Bild hicieron ya presagiar lo peor. ¡°Se pasa casi las 24 horas en la cama, solo se despierta por momentos, va lentamente hacia el m¨¢s all¨¢ mientras duerme. Es hermoso cuando abre un poco los ojos y logra decir s¨ª o no moviendo una pesta?a. Est¨¢ tranquilo y en paz, creo que no tiene dolor. No come pr¨¢cticamente nada, solo traga un poco de pur¨¦. A veces vemos la televisi¨®n juntos, aunque ¨¦l ya no entienda nada¡±.

Uschi y Gerd se conocieron en un bar cuando ella ten¨ªa 16 a?os y ¨¦l 20 y se casaron en 1967. En sus sentidas palabras, Uschi record¨® que antes del coronavirus visitaba a Gerd todos los d¨ªas en la cl¨ªnica donde llevaba m¨¢s de cinco a?os ingresado, pero que en los ¨²ltimos meses su presencia ya no era posible. ¡°Hace solo un a?o todo era diferente. Tambi¨¦n pude llevarlo a la helader¨ªa, pero desde la covid no pod¨ªa visitarlo. No creo que sufra. Espero solo que no pueda reflexionar sobre su destino y sus condiciones actuales¡±.

Su legado futbol¨ªstico s¨ª merece un buen pu?ado de reflexiones. El delantero alem¨¢n menos alem¨¢n es el mejor goleador de la historia futbol¨ªstica de su pa¨ªs. Desde sus 176 cent¨ªmetros, sus piernas cortas, sus muslos anchos, su culo bajo, su cuerpo rollizo y su mente privilegiada para estar en el momento oportuno en el sitio justo, el remate y el gol no ten¨ªan secretos para ¨¦l. Sus r¨¦cords realizadores, a¨²n vigentes algunos, definen por s¨ª mismos su talla como delantero universal. Pero Der Bomber der nation, (el bombardero de la naci¨®n) como se le conoc¨ªa en su tierra, fue mucho m¨¢s que n¨²meros.

Las palabras de su excompa?ero y amigo Franz Beckenbauer suenan ahora con m¨¢s rotundidad que nunca. ¡°Gracias a sus goles, el Bayern alcanz¨® el nivel internacional en el que todav¨ªa juega. Es el jugador m¨¢s importante de la historia del club. Estoy seguro de que la gente seguir¨¢ hablando de Gerd M¨¹ller dentro de 100 a?os¡±.

Su carrera hacia la cima no fue f¨¢cil. Su f¨ªsico fue siempre un obst¨¢culo. Entr¨® en el Bayern en 1964 y en su ficha se le¨ªa que en un partido con el equipo de su ciudad natal hab¨ªa marcado 22 y que esa misma temporada lleg¨® a los 180. Sin embargo, el entonces t¨¦cnico del Bayern, el croata Zlatko Cajkovski, le miraba con los ojos de la incomprensi¨®n. Le apod¨® Peque?o gordito. ¡°?C¨®mo voy a poner un elefante entre mis purasangres, acaso nos dedicamos a la halterofilia?¡± Gerd no se acobard¨®. Baj¨® de 93 a 73 kilos y se hizo con una titularidad que nunca perdi¨® hasta la retirada.

El ¨¢rea fue el sal¨®n de su casa. Siete veces m¨¢ximo goleador de la Bundesliga, 723 goles en 771 partidos oficiales; 68 en 62 con Alemania. M¨¢ximo goleador del Mundial del 70 y de la Eurocopa 72. Su vida era el remate. Con la derecha, con la izquierda, con la cabeza, con la pantorrilla, con el tac¨®n¡­ Con lo que fuera.

Su primera gran cita internacional fue M¨¦xico 70. No lleg¨® como titular indiscutible. Le cerraba el paso el incombustible Uwe Seeler, nueve a?os mayor que ¨¦l. A base de goles, c¨®mo no, compartieron once y hasta habitaci¨®n. M¨¹ller se dispar¨® hasta los 10. Nadie ha marcado tantos en un Mundial desde entonces. Uno contra Marruecos; tres a Bulgaria y a Per¨²; uno a Inglaterra y dos a Italia en la pr¨®rroga de la semifinal m¨¢s bella. Cuatro de cabeza, uno de penalti, tres en el ¨¢rea peque?a y dos en la grande.

¡°No pensaba¡±

¡°Marcaba tantos goles porque no pensaba. No ten¨ªa ninguna receta. Simplemente era mi hobby. Remataba sin pensar. Si lo hubiera hecho no hubiera marcado ni la mitad¡±, sol¨ªa comentar. Uno de sus entrenadores, Dettmar Cramer, se rindi¨® a sus condiciones. ¡°Remata m¨¢s r¨¢pido de lo que yo puedo pensar¡±.

En 1970 fue elegido Bal¨®n de Oro, gan¨® la Bota de Oro (38 goles) y se lleg¨® a asegurar que firm¨® un contrato con el Barcelona, que finalmente no se ejecut¨® porque su mujer no quer¨ªa moverse de M¨²nich. Los azulgrana terminaron fichando a Cruyff.

Con el tiempo aprendi¨® a moverse por territorios hostiles sin perder la eficacia goleadora. Sab¨ªa proteger el bal¨®n, descargar y darse la vuelta antes de que el marcador de turno pudiera reaccionar. En las distancias cortas era r¨¢pido. Su centro de gravedad bajo y la potencia de sus piernas le ayudaban a anticiparse en los metros finales. Atacaba el bal¨®n, no lo esperaba.

Su carrera encaden¨® ¨¦xitos individuales y colectivos. Gan¨® todo lo que se puede ganar tanto con el Bayern como con la selecci¨®n. Suyo fue el gol del triunfo de la final del Mundial 74 contra Holanda (2-1). En 2012, 40 a?os despu¨¦s, Messi super¨® su marca de goles en a?o natural. M¨¹ller hab¨ªa marcado 85 (72 con el Bayern y 13 con Alemania) y el argentino salt¨® hasta los 91 y envi¨® al jugador alem¨¢n una camiseta firmada como reconocimiento a su trayectoria.

No se entendi¨® bien en Alemania que voluntariamente abandonara la selecci¨®n despu¨¦s de la apoteosis del Mundial 74 con tan solo 29 a?os e incluso tampoco pareci¨® l¨®gica su marcha del Bayern en el 79. Posiblemente la raz¨®n fue que no soportaba las cr¨ªticas: ¡°Es m¨¢s lento que una cabina telef¨®nica¡±, se lleg¨® a escribir.

Tuvo problemas con el alcohol. Se recuper¨® tras ser internado en una cl¨ªnica de desintoxicaci¨®n en 1991. Su salud qued¨® da?ada. Los gajes del oficio le pasaron factura en sus caderas y pronto tuvo s¨ªntomas de p¨¦rdida de visi¨®n y de memoria. Su vida se apag¨®. No su legado: el gol.

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