Taaram?e vence en la subida del Pic¨®n Blanco y se coloca l¨ªder de la Vuelta a Espa?a

Llegan al campo de Castilla los d¨ªas de la Virgen de agosto. En la ribera cortan varas de chopo que zurcen y zumban como l¨¢tigos en los lomos de los novillos, y en la plaza sobre la sangre del torero herido se echa arena limpia, suena la dulzaina y se baila la jota de ?scar en las fiestas salvajes. Apenas se oye al fondo la campana del entierro de la Solita, que muri¨® sola por comer setas venenosas, y la entierran sola. De ah¨ª venimos todos y cuando pasa la Vuelta a Espa?a salen todos a las cunetas deseando aplaudir a los...

Llegan al campo de Castilla los d¨ªas de la Virgen de agosto. En la ribera cortan varas de chopo que zurcen y zumban como l¨¢tigos en los lomos de los novillos, y en la plaza sobre la sangre del torero herido se echa arena limpia, suena la dulzaina y se baila la jota de ?scar en las fiestas salvajes. Apenas se oye al fondo la campana del entierro de la Solita, que muri¨® sola por comer setas venenosas, y la entierran sola. De ah¨ª venimos todos y cuando pasa la Vuelta a Espa?a salen todos a las cunetas deseando aplaudir a los que han logrado huir y buscan con la bici la soledad atacando cuando llega la monta?a.

En Villarcayo ven pasar a la fuga, y la jalean, los valientes a los que suponen sin esperanza, porque siempre los grandes calculan, aceleran, atrapan y ganan. Pero el pelot¨®n tarda en llegar, y lo ven como lo ven, y concluyen que quienes corren sin esperanza son ellos, los del pelot¨®n de los m¨¢s fuertes, y prefieren volver a la partida, a la gamba rebozada, que es fiesta, o, a la sombra de una acacia, a una novela de Miguel Delibes, que recorr¨ªa las tierras vecinas en bicicleta para ir a visitar a su novia en Molledo, Cantabria. Los ciclistas no merecen mucho m¨¢s, les parece, ni sus directores de ahora, a los que, piensan, m¨¢s les preocupa manejar bien el volante del coche, aunque algunos hagan el gamba en alguna curva, que manejar la estrategia y la t¨¢ctica de sus corredores, guiarles hacia la victoria, o a pelear por ella. Y a algunos les cuentan que los directores-conductores les dicen a sus corredores en estos tiempos que se tienen que hacer los muertos, que tienen que lograr que trabajen otros, que hay que ser aprovechados.

Echa de menos la afici¨®n a los azules del Movistar en la cabeza, el gran equipo espa?ol, el que siempre asume la responsabilidad en la Vuelta, su gran escaparate nacional. Y la fuga pasa con nueve minutos por su puerta y los Movistar, que ganan muy pocas veces y parece que no necesitan ganar, ni existen, tan bien se hacen los muertos. No hay ansia de soledad, de libertad, de hero¨ªsmo, en sus l¨ªderes. No la muestran. Solo existen, y lo lamenta la afici¨®n, cuando ya ha ganado la etapa, merecid¨ªsimamente, uno de la fuga, el estonio veterano Rein Taaram?e, y a un kil¨®metro de la cima del Pic¨®n Blanco, el puerto que los favoritos han subido al tran tran ¨Clo que permite al magn¨ªfico ?scar Cabedo hacer lo que siempre ha so?ado: atacar en los ¨²ltimos kil¨®metros de un gran puerto a un grupo con gente tan buena como Primoz Roglic, Landa, Valverde, Yates, Bernal¡­ y descolgar con su aceler¨®n a Carapaz--, acelera Alejandro Valverde para lanzar el sprint por el quinto puesto de sus compa?eros Enric Mas y Superman L¨®pez. Se lanzan a 300m todos y Mas se impone, y saca 3s a Superman, Roglic, Yates, Landa, Bernal¡­

Y eso fue todo.

Si una monta?a rusa se asemeja a la vida de la gente interesante, un sinf¨ªn de alegr¨ªas y llantos, subidas mete¨®ricas, descensos fulminantes, una monta?a kazaka deber¨ªa estar reservada para describir vidas y peripecias cuyo solo relato quita el hipo, o para contar las 16 vidas del equipo Astana, que, reci¨¦n comenzada la Vuelta, expulsa a sus socios financieros canadienses, antes de cumplirse un a?o de su relaci¨®n, y reintegra al eterno Alexander Vinok¨²rov apenas ocho semanas despu¨¦s de haberlo despedido. Las buenas relaciones del mejor deportista kazako de la historia con el c¨ªrculo de poder del l¨ªder supremo de Kazajst¨¢n, Nursult¨¢n Nazarbayev tienen m¨¢s valor que cualquier tratado comercial o denuncia a la hora de gestionar su equipo deportivo m¨¢s representativo. Entre medias buena parte de sus mejores ciclistas ¨CVlasov, Luis Le¨®n, Izagirre¡­-- se ha abierto en desbandada.

La vida tormentosa que ha llevado el equipo, que mantiene el nombre antiguo de la capital del pa¨ªs, sin adoptar Nursult¨¢n, nueva denominaci¨®n de la ciudad, le fue prometida ya con su nacimiento tormentoso en junio de 2006, pocos d¨ªas despu¨¦s de que Liberty Seguros abandonara a Manolo Saiz, detenido en la Operaci¨®n Puerto. Y Vinok¨²rov siempre ha estado ah¨ª, el ¨²nico punto fijo en los vaivenes y subibajas.

Vinok¨²rov, la figura del aquel Liberty en el que empezaba el joven Alberto Contador. Con Herminio D¨ªaz Zabala de director, Vinok¨²rov gan¨® la Vuelta de aquel a?o. En 2007, la gesti¨®n del equipo la asume el m¨¢nager suizo Marc Biver, que coloca de director al italiano Adriano Baffi. Debutan en el Tour del que son expulsados a las dos semanas tras el positivo por transfusi¨®n sangu¨ªnea de Vinok¨²rov y su compatriota Andrey Kasheckin. El equipo cambia de gestor. Johan Bruyneel, que ha perdido a Discovery pese a haber ganado el Tour con Contador, se hace con ¨¦l en 2008, pero no puede correr el Tour porque la marca Astana est¨¢ vetada. Sin Tour, Contador se ilustra ganando Giro y Vuelta y, en 2009, gana su segundo Tour por delante de su compa?ero Lance Armstrong, que ha vuelto tres a?os despu¨¦s de retirarse. Cumplida su sanci¨®n regresa Vinok¨²rov al Astana, que, de nuevo, cambia de equipo gestor. Abandonan el barco Bruyneel y Armstrong, que fundan el RadioShack, y el franc¨¦s Yvon Sanquer asume el mando en 2010, con el italiano Giuseppe Martinelli, de director, guiando a Contador a una victoria en el Tour del que ser¨¢ despose¨ªdo. Despu¨¦s de proclamarse campe¨®n ol¨ªmpico en 2012, a los 39 a?os, Vinok¨²rov cuelga la bicicleta, se deja de fingimientos y asume directamente el control total del equipo, que, siempre dirigido por Martinelli desde entonces, gana Tour y Giro con Nibali, lanza y frena a Mikel Landa, gana la Vuelta con Fabio Aru, lanza a Superman L¨®pez y a Pello Bilbao, y da la mejor oportunidad a Alex Aranburu en una alineaci¨®n que, en este 2021, cuenta con siete espa?oles.

La vida del ciclismo los ¨²ltimos 15 a?os ha subido y bajado paralela a la monta?a kazaka del Astana, una historia tambi¨¦n circular, como las etapas de Taaram?e, quien en 2015 corr¨ªa entonces para Vinok¨²rov, y con su maillot azul celeste gan¨®, justamente, la Vuelta a Burgos, la provincia en la que el corredor del Intermarch¨¦ ha logrado 10 a?os despu¨¦s de su primera victoria en la Vuelta, la subida a la Farrapona, y un maillot rojo provisional la acompa?a.

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