Equipos y otras cuestiones

Respuesta de Ronald Koeman, actual entrenador del FC Barcelona, cuando le preguntaron sobre la marcha, y consecuente baja, de Leo Messi: ¡°Somos un equipo y estamos preparados¡±.

Equipo, esa palabra m¨¢gica, o mejor dicho, de significado m¨¢gico, en un deporte como el f¨²tbol. El equipo contra las individualidades, ese ha sido siempre el leitmotiv de aquellos clubes que se enfrentan a los grandes, a esos que tienen una pl¨¦yade de estrellas para resolver el partido en una jugada, en una acci¨®n, e...

Respuesta de Ronald Koeman, actual entrenador del FC Barcelona, cuando le preguntaron sobre la marcha, y consecuente baja, de Leo Messi: ¡°Somos un equipo y estamos preparados¡±.

Equipo, esa palabra m¨¢gica, o mejor dicho, de significado m¨¢gico, en un deporte como el f¨²tbol. El equipo contra las individualidades, ese ha sido siempre el leitmotiv de aquellos clubes que se enfrentan a los grandes, a esos que tienen una pl¨¦yade de estrellas para resolver el partido en una jugada, en una acci¨®n, en un gesto t¨¦cnico ¨²nico e insospechado, de esos que crean nuevas tendencias. ?Quieren un ejemplo? Tal vez ese palco de jugadores de Par¨ªs en el que Messi, Neymar y Di Mar¨ªa segu¨ªan el partido de su equipo y en el que, supongo, Messi era puesto al d¨ªa de situaciones del juego, acciones del juego, reacciones y canciones de su nuevo p¨²blico. Inmersi¨®n en la cultura de su nuevo club. Todo es lo mismo, pero todo es diferente.

Equipo, eso supongo tambi¨¦n que debi¨® pensar Nuno Espirito Santo, nuevo entrenador del Tottenham, cuando dej¨® a su goleador y jugador franquicia Harry Kane fuera del partido inaugural contra, ni m¨¢s ni menos, el Manchester City, supuesto interesado en fichar al goleador londinense. Y la ecuaci¨®n le sali¨® cara con esa victoria de prestigio, tres puntos valiosos y alguien podr¨ªa sacar la precipitada respuesta de que el Tottenham no necesita a Kane para ser grande. Es el riesgo de sacar conclusiones de lo inmediato, pero seguro que m¨¢s de dos seguidores de los Spurs cenaron m¨¢s tranquilos con esa victoria conseguida sin su mejor jugador. Y el Sr L¨¦vy, presidente del Tottenham, gan¨® una semana de tranquilidad para seguir apretando su respuesta negativa a cualquier oferta sintiendo que tiene dos bazas ganadoras: si se queda Kane gana (y sus seguidores estar¨¢n encantados), si despu¨¦s de la victoria sube la oferta de los interesados y lo vende por un Potos¨ª, tambi¨¦n gana (y el propietario estar¨¢ encantado). Veremos el siguiente movimiento de esta partida de p¨®ker.

Si nos vamos a Par¨ªs seguro que habr¨¢n visto ya alguna imagen de la complicidad entre Messi y Mbapp¨¦, los buenos se encuentran siempre y de forma natural. No les digo nada si se suma Neymar al asunto. Fantas¨ªa, creatividad, definici¨®n, uno contra uno, faltas, posibles penaltis¡­ uf¡­ de esas noches en las que los porteros no solemos dormir mucho cuando imaginamos todas las situaciones que el d¨ªa siguiente tendremos delante de nosotros y sabiendo que por mucho que imaginemos, esos tipos nos van a hacer enfrentarnos con lo desconocido. Pero seguro que Pochettino estar¨¢ pensando en c¨®mo equilibrar a su equipo que ya la temporada pasada sufri¨® en las transiciones r¨¢pidas tras p¨¦rdida de bal¨®n.

Equilibrio es la palabra m¨¢gica que suele acompa?ar en los an¨¢lisis justo antes de llegar a la conclusi¨®n de si tenemos un equipo. Porque el juego ya no es ataque y defensa, ahora se trata de defender atacando y atacar defendiendo.

Volviendo a Koeman y su Bar?a en reconstrucci¨®n (¡°su¡± porque el equipo es siempre del entrenador, y a veces del Director Deportivo, mientras se aclaran las dudas. Luego¡­ luego¡­ pues depende, si gana es de todos, si no gana pues te lo quedas en exclusiva), se dir¨ªa que el Bar?a est¨¢ determinado a repartirse las tareas, desde la recuperaci¨®n del bal¨®n hasta los goles, quiere mirar al futuro para no pensar en el pasado, la voluntad individual es sumar para el colectivo y hasta el protagonismo se reparte aunque Pique ejerza de principal maestro de ceremonias.

Pero recuerden aquello de las conclusiones inmediatas para visualizar la vista a un San Mam¨¦s con p¨²blico, vamos un San Mam¨¦s casi, casi de verdad, y repetir la valoraci¨®n tras esos nuevos 90 minutos exigentes contra un club al que aquel tipo que llevaba el 10 le martiriz¨® en cada final, en cada momento cumbre.

Como dir¨ªa Simeone, el rey en la construcci¨®n de un equipo: ¡°Partido a partido¡±.

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