Jorge Valdano: ¡°Florentino P¨¦rez fue v¨ªctima de una indecencia¡±
El fil¨®sofo del f¨²tbol, de esp¨ªritu conciliador, revela que las dos ¨²nicas veces que estuvo a punto de pegarse fue estando con Maradona
Dice, cargado de raz¨®n, que es un deporte ¡°infinito¡±. Jorge Valdano (Las Parejas, Santa Fe, Argentina) se subi¨® a una pelota siendo un ni?o y con 65 a?os cumplidos a¨²n no se ha bajado. Fue campe¨®n del mundo, entrenador y directivo del Real Madrid. Tras perder un duelo contra Mourinho se recicl¨® en fil¨®sofo del f¨²tbol. Frot¨® aquella pelota como si fuera una l¨¢mpara y el genio le concedi¨® tantas cosas que no se atreve a decir qu¨¦ se perdi¨® por su culpa. ¡°Quiz¨¢s no haber disfrutado m¨¢s de mis hijos cuando era joven, pero me estoy vengando con mis nietos¡±.
Pregunta. ?Se llev¨® m¨¢s disgustos en el campo o en los despachos?
Respuesta. Mientras jugaba no procesaba las malas experiencias. Me crie jugando y para m¨ª ser profesional del f¨²tbol era como prolongar la infancia. En cambio en el despacho se acumula tensi¨®n, para m¨ª es un espacio menos natural.
P. H¨¢bleme del d¨ªa despu¨¦s, cuando uno se da cuenta de que ya no va a volver a levantar miles de traseros a la vez en un estadio.
R. Ahora estoy en una plataforma educativa en la red, Oxigen, y he preparado un curso sobre eso porque efectivamente es un momento cr¨ªtico. El mismo d¨ªa pierdes el juego, la gran pasi¨®n, el privilegio de la fama y unos ingresos desproporcionados. Cuando uno juega jam¨¢s habla de esto, es un tab¨², igual que los amigos no hablan entre ellos de la muerte. A m¨ª me habr¨ªa gustado que me hubiesen obligado a prepararme para ese momento. Es un d¨¦ficit de los clubes porque el f¨²tbol es presente rabioso.
P. Se cogi¨® un buen berrinche por la llegada del VAR. ?Era para tanto?
R. Me da miedo que el f¨²tbol pierda su parte salvaje porque creo que eso es lo que lo hace tan especial. Hay una trastienda animal en todos nosotros que necesitamos contentar de alguna manera y el f¨²tbol sirve para eso. La tecnolog¨ªa es lo contrario al salvajismo y adem¨¢s es muy invasiva. Pero el VAR trae un punto m¨¢s de justicia y con eso es muy dif¨ªcil estar en desacuerdo.
P. El gol del siglo pasado est¨¢ claro, Maradona en el mundial de 1986. ?El de este?
R. Est¨¢ por meter todav¨ªa. Es que el gol del siglo pasado convirti¨® a una persona en un pr¨®cer. No fue solo una cuesti¨®n est¨¦tica, ni siquiera puramente futbol¨ªstica. Lo trascendi¨® todo, como el mismo personaje. Vamos a tener que esperar: hay que perder una guerra, tienen que darse muchas cosas¡ (r¨ªe).
P. ?Cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que habl¨® con (la mano de) Dios?
R. No lo recuerdo, pero fue hace mucho tiempo. Lo peor de los ¨²ltimos a?os de Maradona es que quebr¨® toda su cadena de afectos: con su exmujer, sus hijas, los amigos que m¨¢s lo quer¨ªan... Lo que m¨¢s me impact¨® de su muerte es que uno no sab¨ªa a qui¨¦n darle el p¨¦same y sin embargo daba la sensaci¨®n de que hab¨ªa que d¨¢rselo al pa¨ªs entero. Fue un personaje may¨²sculo. Yo soy una persona absolutamente conciliadora, pero las dos ¨²nicas veces que he estado a punto de pegarme fue estando con Diego, por gente invasiva que no nos dejaba hablar. Esa era su vida las 24 horas y daba igual que estuviera en Argentina, N¨¢poles o Suiza. Es imposible ser Maradona y ser normal.
P. ?Qu¨¦ le habr¨ªa gustado decirle si hubiera podido despedirse?
R. Creo que en sus ¨²ltimos a?os sufri¨® mucho. He tenido charlas muy profundas con ¨¦l. Un d¨ªa, siendo yo entrenador del Tenerife vino a jugar con el Sevilla y por la noche estuvimos hablando hasta tarde en el hotel. Me cont¨® cosas dur¨ªsimas de su vida. Y me fui descorazonado, con la sensaci¨®n de que un tipo gritaba auxilio y no se lo pod¨ªa dar. Es imposible que Dios te escuche.
P. ¡°No s¨¦ el Barcelona, pero yo hice todo lo posible para quedarme¡±, dijo Messi. ?Usted sabe? ?Era irremediable su salida?
R. Estamos en un f¨²tbol del que se est¨¢ apoderando la econom¨ªa y la sensaci¨®n es que el Bar?a no ten¨ªa una moneda para darle a Messi. Se aliment¨® una ilusi¨®n y, como todo fue muy precipitado, dio la sensaci¨®n de que fue expulsado. En un juego donde la identidad es tan importante, expulsar a una leyenda es algo que no solo resulta doloroso, sino casi inexplicable.
P. ?Le apena su marcha o prefiere los cl¨¢sicos sin ¨¦l?
R. Su marcha le hace mucho da?o incluso al Real Madrid porque uno se mide tambi¨¦n en funci¨®n de los rivales. Para los madridistas hay una ventaja, pero no es competitiva. Sencillamente, ahora Messi pasar¨¢ a ser un genio del f¨²tbol, ya no solo le pertenecer¨¢ al Bar?a, pero como consuelo es muy miserable (r¨ªe).
P. La entrevista del youtuber Ibai Llanos a Messi gener¨® pol¨¦mica en el periodismo. ?Qu¨¦ pens¨® usted? ?Le considera un compa?ero de profesi¨®n?
R. Es un signo de este tiempo y yo no me peleo con este que tambi¨¦n es mi tiempo.
P. ?Cu¨¢ntas temporadas quedan del culebr¨®n Mbapp¨¦?
R. Como mucho una. Quedar¨¢ libre, depender¨¢ exclusivamente de ¨¦l, ya no del club, y suponemos que si el Madrid le manda un mail por lo menos lo contestar¨¢.
P. ?Y por qu¨¦ ha sido tan larga la primera temporada del culebr¨®n?
R. Porque Florentino [P¨¦rez] negoci¨® por primera vez con un club al que el dinero no parece interesarle.
P. ?Escuch¨® los audios de Florentino P¨¦rez?
R. S¨ª, todos. Tengo una m¨¢xima: ponerme siempre en el lugar de la v¨ªctima, y en esto Florentino fue v¨ªctima de una indecencia. Cualquier comentario le hace el juego al indecente.
P. ?Siempre es tan elegante?
R. No. De vez en cuando se me sale la cadena.
P. ?Qu¨¦ suele provocarlo?
R. Desilusiones con gente cercana. Creo mucho en el consenso, para m¨ª es imposible que dos personas inteligentes no se encuentren en alg¨²n lugar, pero aprend¨ª tarde que eso no siempre es posible. Es una de las ense?anzas de Mourinho (r¨ªe).
P. O sea que lo aprendi¨® a lo bruto.
R. A lo bruto, s¨ª.
P. Llama Par¨ªs Saint-Qatar al Par¨ªs Saint-Germain. ?Recuerda el momento en el que el negocio se impuso? ?Cu¨¢ndo se fue de las manos el dinero del f¨²tbol?
R. Hay escalones. Berlusconi fue uno; el Manchester United, otro. Y debo confesar que los gal¨¢cticos fueron el escal¨®n definitivo. Creo que fueron un antes y un despu¨¦s y en ese antes y despu¨¦s yo era el antes. Recuerdo la primera gira por Jap¨®n. No est¨¢bamos acostumbrados a que una pretemporada se convirtiera en entrenamientos con 40.000 personas, almuerzos con sponsors...
P. ?Se puede parar?
R. No hay manera de pararlo. No es la din¨¢mica del f¨²tbol, es la din¨¢mica de la globalizaci¨®n, con lo bueno, por ejemplo que Messi es un fen¨®meno mundial, y lo malo, que es que cada vez hay menos equipos ricos, pero que son muy ricos, y m¨¢s equipos pobres que ponen en peligro hasta su supervivencia. El f¨²tbol representa todas las taras de la globalizaci¨®n.
P. ?No es un disparate que una camiseta cueste 130 euros?
R. Es la ley del mercado. No es un pedazo de tela, es un contenido sentimental.
P. ?Usted competir¨ªa en lugares como Qatar o Arabia Saud¨ª?
R. S¨ª, porque no soy el general San Mart¨ªn, no soy un liberador del mundo. Represento el orgullo futbol¨ªstico de mi pa¨ªs. Sin m¨¢s aspiraci¨®n que esa. No jugu¨¦ el Mundial del 78 [durante la dictadura argentina], pero lo habr¨ªa jugado.
P. Florentino P¨¦rez asegur¨® en plena pandemia que la Superliga era para salvar el f¨²tbol y que en 2024 estar¨ªan muertos. ?Se pas¨®?
R. S¨ª.
P. ?Cree que terminar¨¢ habiendo Superliga?
R. Es muy dif¨ªcil que formen parte de la misma competici¨®n clubes que tienen como mercado el mundo y clubes que tienen como mercado su ciudad. Todo nos lleva hacia ah¨ª. Es una lucha del futuro contra la tradici¨®n, y en la guerra entre la novedad y la tradici¨®n la novedad gana casi todos los d¨ªas.
P. ?Y eso d¨®nde deja a los clubes peque?os?
R. En una situaci¨®n muy delicada. Lo que pasa es que tendemos a creer que el aficionado del Madrid es m¨¢s aficionado que el del Eibar y no, el compromiso sentimental es el mismo, lo que aumenta es el n¨²mero.
P. ?Por qu¨¦ marida tan bien el poder con el f¨²tbol? ?Hay algo de leyenda urbana en la fama del palco del Bernab¨¦u o es lo que parece?
R. Berlusconi empez¨® a anidar el poder en el Milan. Jes¨²s Gil hizo algo parecido en Espa?a. La popularidad se ha convertido en un valor y no hay nada m¨¢s popular que el f¨²tbol, por lo tanto, si la popularidad es un poder, el f¨²tbol da poder.
P. ?Qu¨¦ impresi¨®n le caus¨® Espa?a cuando lleg¨® y c¨®mo la ve ahora?
R. No encontr¨¦ diferencias al llegar. Pero pasaron 45 a?os y Espa?a se fue para arriba como un cohete y Argentina se fue para abajo como otro cohete. Ahora son dos mundos.
P. ?Qu¨¦ le queda en Argentina?
R. Afectos, olores, ganas de ir.
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