El Villarreal sobrevive a la asfixia
El equipo de Emery se repone del 0-1 y se queda a las puertas de la victoria contra un Atalanta infatigable en la presi¨®n y el toque
El Villarreal sobrevivi¨® a la sinfon¨ªa de presi¨®n del Atalanta, remont¨® un marcador adverso y con un hombre menos, en los minutos finales, estuvo a punto de conseguir una victoria que le habr¨ªa asegurado el liderato del Grupo F. Lleno a la mitad, La Cer¨¢mica asisti¨® a una refriega digna de lo mejor de la Champions. Como dijo Gian Piero Gasperini, t¨¦cnico del Atalanta: ¡°Cuando los partidos son tan bonitos, se juega con p¨²blico y con pasi¨®n, el resultado es lo de menos. ?Debemos irnos felices!¡±.
Palomino hostig¨® a Gerard Moreno para que no se girara, Freuler tom¨® a Capoue, Pessina tap¨® a ...
El Villarreal sobrevivi¨® a la sinfon¨ªa de presi¨®n del Atalanta, remont¨® un marcador adverso y con un hombre menos, en los minutos finales, estuvo a punto de conseguir una victoria que le habr¨ªa asegurado el liderato del Grupo F. Lleno a la mitad, La Cer¨¢mica asisti¨® a una refriega digna de lo mejor de la Champions. Como dijo Gian Piero Gasperini, t¨¦cnico del Atalanta: ¡°Cuando los partidos son tan bonitos, se juega con p¨²blico y con pasi¨®n, el resultado es lo de menos. ?Debemos irnos felices!¡±.
Palomino hostig¨® a Gerard Moreno para que no se girara, Freuler tom¨® a Capoue, Pessina tap¨® a Parejo, y De Room no dej¨® que Trigueros recibiera con medio segundo de paz. Pero decir que el Atalanta hace marca al hombre ser¨ªa simplificar una organizaci¨®n much¨ªsimo m¨¢s compleja. Cuando el Villarreal inici¨® el juego desde su porter¨ªa, cada jugador del equipo italiano tom¨® a un adversario, y si por casualidad la primera presi¨®n no surti¨® el efecto del robo, se sucedieron maniobras arm¨®nicas en las que los jugadores visitantes salieron de su zona y abandonaron sus parejas para ir a cazar la pelota a otras zonas, en una concatenaci¨®n coordinada que apenas dej¨® resquicios frente a la porter¨ªa de Musso. De esta obra maestra de la sincron¨ªa result¨® la asfixia del Villarreal en los primeros minutos del partido. ¡°La situaci¨®n ten¨ªa tintes dram¨¢ticos¡±, dijo Emery, al salir del vestuario, cuando evoc¨® el enredo en el que se meti¨® su equipo.
Desbordados Parejo, Capoue y Trigueros por una avalancha de hombres que se les anticipaban, hab¨ªan transcurrido cinco minutos cuando un pase de salida de Pau Torres no encontr¨® destinatario. Malinovskyi castig¨® el error pisando el ¨¢rea y asoci¨¢ndose con Zapata, que aguant¨® a Albiol de espaldas y asisti¨® hacia atr¨¢s a Freuler. El suizo entr¨® sin que Capoue llegara a tiempo de cerrarle el paso y coloc¨® el tiro lejos de Rulli.
El 0-1 fue consecuencia de una construcci¨®n madurada y ejecutada sin que el Villarreal pudiera contrarrestarla. Los intentos de Rulli y Torres por saltar l¨ªneas y habilitar a Pino y Gerard Moreno fueron sistem¨¢ticamente desactivados por el cuadro italiano, veloz para defender y para atacar. Si el plan de Emery fue asaltar los espacios que se abr¨ªan a la espalda de la intr¨¦pida zaga de Toloi, el intento verific¨® que los espacios eran inaccesibles. Al menos para cadena de montaje amarilla, visiblemente necesitada de algunos componentes. Porque Capoue se mostr¨® r¨ªgido, Parejo sufri¨® para desmarcarse, y Boulaye Dia no ofreci¨® ninguna soluci¨®n. Contra rivales que no permiten respirar, como este Atalanta, se requieren puntas que bajen a colaborar con los centrocampistas en acciones r¨¢pidas y sencillas. Nada de esto hizo Dia, negado en todos los terrenos.
A la contra
El Villarreal solo respir¨® a la media hora de partido, cuando a Parejo le aflojaron las amarras. Pero nunca en toda la noche consigui¨® darle el ritmo que le daba su adversario a las elaboraciones. Las mejores ocasiones del equipo espa?ol se produjeron a la contra, en transiciones r¨¢pidas conducidas por Pino o Pedraza en las bandas. El empate, antes del descanso, tambi¨¦n fue producto de un robo. Lo desencaden¨® Capoue en su primera anticipaci¨®n. De la jugada que hilaron Moreno y Pedraza surgi¨® un remate que rebot¨® en un defensa y remach¨® Trigueros, oportun¨ªsimo como en el Wanda.
Zapata, Freuler y Zapacosta tuvieron el 1-2. Moreno en dos disparos, uno a la salida de una falta, pudo igualar. Pero si hubo un equipo que oscil¨® en el alambre ese fue el Villarreal, acorralado durante una hora por las constantes progresiones a dos toques de Malinovskyi, Pessina y Freuler. Solo los cambios modificaron la deriva. Emery retir¨® a Dia, Capoue y Trigueros para meter a Moi, Coquelin y Dajnuma. El sacud¨®n cambi¨® el perfil del Villarreal, liber¨® a Parejo como ¨²nico mediocentro, y dinamiz¨® los ataques. De otro contragolpe, esta vez consecuencia de un robo de Parejo, se desencaden¨® el 2-1, con asistencia de Moreno y remate de Danjuma.
Los 13.000 hinchas api?ados en La Cer¨¢mica celebraron el trallazo con alivio. Pero les esperaba otro thriller. Deshilachado el partido, tal vez por el inevitable desgaste f¨ªsico, los minutos finales fueron la consagraci¨®n del f¨²tbol de correcalles. Un regreso a la primitiva diversi¨®n. En el fragor de idas y vueltas Coquelin fue expulsado por exceso de emoci¨®n: doble amarilla. El ataque hasta las ¨²ltimas consecuencias sin reparar en riesgos, marca de la casa Gasperini, destil¨® el 2-2 final, obra del el¨¦ctrico Miranchuk y el inagotable Gossens. Los intercambios resultaron tan extremos que el ¨¢rbitro pit¨® la conclusi¨®n solo un instante despu¨¦s de que Moreno tuviera el triunfo en un cabezazo postrero, de c¨®rner, colocado por Parejo, que salv¨® Musso en el ep¨ªlogo de un duelo que bien vali¨® el precio de la entrada.
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