Locura por Jon Rahm en el Open de Espa?a
Miles de aficionados siguen al vasco en la primera jornada, que cierra con ocho bajo par
¡°Todav¨ªa me considero un chaval de Barrika¡±, dice Jon Rahm despu¨¦s de entregar una tarjeta de ocho bajo par, 63 golpes, en la primera jornada del Open de Espa?a que se celebra en el Club de Campo Villa de Madrid, a dos del l¨ªder, el ingl¨¦s Ross McGowan (-10; con -9 un gran Sebasti¨¢n Garc¨ªa). Un enjambre de c¨¢maras y micr¨®fonos rodea al vasco, como antes una multitud de aficionados le ha seguido en cada movimiento por el camp...
¡°Todav¨ªa me considero un chaval de Barrika¡±, dice Jon Rahm despu¨¦s de entregar una tarjeta de ocho bajo par, 63 golpes, en la primera jornada del Open de Espa?a que se celebra en el Club de Campo Villa de Madrid, a dos del l¨ªder, el ingl¨¦s Ross McGowan (-10; con -9 un gran Sebasti¨¢n Garc¨ªa). Un enjambre de c¨¢maras y micr¨®fonos rodea al vasco, como antes una multitud de aficionados le ha seguido en cada movimiento por el campo, y eso que se trata de un jueves laboral por la ma?ana. ¡°Ha venido mucha gente¡±, resopla el n¨²mero uno del mundo, ¡°y no s¨¦ si tienen previsto cu¨¢nta puede venir el viernes por la tarde (disputa la segunda ronda a partir de las 14.00), y el s¨¢bado y el domingo, sobre todo si estoy para ganar, y si hay bastante aforo para todos los que quieren venir a verme¡±.
El Open de Espa?a es el Open de Jon Rahm. As¨ª se cuenta por la ciudad en multitud de carteles en marquesinas, anuncios y hasta una lona gigante en un edificio que sorprende al propio Rahm cuando sale del hotel a dar un peque?o paseo por la capital. ¡°Se me hace raro verme as¨ª. En Estados Unidos en los torneos puede que se anuncie alguna foto m¨ªa, pero aqu¨ª... Cuando veo mi careto en los autobuses y en los carteles me doy cuenta de la repercusi¨®n que tengo. Poco a poco me voy acostumbrando¡±. Es un fen¨®meno nuevo el que vive el golfista vasco, tambi¨¦n el que crece en el deporte espa?ol, acostumbrado a los referentes en otras disciplinas, tradicionalmente esquivo con encumbrar a un golfista. Ni Severiano Ballesteros ni Jos¨¦ Mar¨ªa Olazabal ni Sergio Garc¨ªa, los otros grandes campeones, gozaron de un fervor nacional como el que est¨¢ empezando a sentir Rahm en sus carnes. Antes que en Espa?a, Seve fue mito en Inglaterra, ¨ªdolo en Estados Unidos. Nunca se sinti¨® igual de amado en su tierra. ¡°Siento que en Espa?a no se me valora, me siento m¨¢s reconocido fuera¡±, dijo Sergio Garc¨ªa a este peri¨®dico hace tres a?os en Valderrama.
La historia ha cambiado con Rahm, a quien en la primera jornada de este Open no pierden la pista los miles de aficionados que saturan el Club de Campo. Todos quieren ver de cerca al campe¨®n, al n¨²mero uno del mundo, ganador del ¨²ltimo US Open. ¡°Y eso me motiva¡±, dice Rahm, ¡°no siento nervios ni presi¨®n, sino un apoyo inigualable. Nunca me siguen tanto como aqu¨ª, el p¨²blico espa?ol me apoya como nadie. A veces hay tantos seguidores, estando en casa, con tanta energ¨ªa, que se me hace dif¨ªcil mantener la calma para jugar¡±.
No es el mismo Rahm que en 2018 gan¨® el Open de Espa?a en el Centro Nacional de Golf con 20 bajo par, ni el que repiti¨® triunfo al curso siguiente ya en el Club de Campo con un registro r¨¦cord de -22. Hoy m¨¢s que entonces es una figura planetaria. Est¨¢ en otra dimensi¨®n. Solo hay que ver los cinco guardaespaldas que le blindan a cada paso, imposible acercarse sin llevarse un empuj¨®n o una amenaza, cuando en cursos anteriores se deten¨ªa durante horas a firmar aut¨®grafos y posar en las fotos. Estrella fuera del campo, y estrella dentro. Los ocho bajo par del primer d¨ªa pueden lanzarle a batir su propia marca de hace dos temporadas. En los primeros hoyos de este jueves (seis bajo par en los ocho primeros), simplemente vol¨®. En casi todos tuvo putt para birdie o para eagle, y en todo el recorrido ara?¨® dos birdies y un eagle en los tres pares cinco. ¡°Los primeros nueve los he jugado casi perfecto¡±, afirm¨® Rahm. Golpe a golpe, el n¨²mero uno persigue igualar los tres t¨ªtulos nacionales de Severiano Ballesteros (1981, 1985 y 1995). Al genio c¨¢ntabro le cost¨® ganarse a la afici¨®n de casa. El chaval de Barrika la tiene en el bolsillo.
Clasificaci¨®n del Open de Espa?a.
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