Reparto de m¨¦ritos entre el Alav¨¦s y la Real

La Real rompi¨® la tendencia con un empate que le supo a poco en Vitoria, aunque tampoco el Alav¨¦s se march¨® contento despu¨¦s de 94 minutos de pelea. A los vitorianos, el punto puede empezar a reforzarles mentalmente porque coincide con el cambio de ciclo en el banquillo. Los donostiarras no avanzan demasiado con las tablas, aunque tambi¨¦n pasaron por momentos de lucidez. Lo que en un tiempo se llamaron brotes verdes despu¨¦s de un periodo marchito.

La pandemia no da tregua ni una hora antes de los partidos. No entiende de Liga de las Estrellas ni de nada, por lo que se ve. El Alav¨¦s comu...

La Real rompi¨® la tendencia con un empate que le supo a poco en Vitoria, aunque tampoco el Alav¨¦s se march¨® contento despu¨¦s de 94 minutos de pelea. A los vitorianos, el punto puede empezar a reforzarles mentalmente porque coincide con el cambio de ciclo en el banquillo. Los donostiarras no avanzan demasiado con las tablas, aunque tambi¨¦n pasaron por momentos de lucidez. Lo que en un tiempo se llamaron brotes verdes despu¨¦s de un periodo marchito.

La pandemia no da tregua ni una hora antes de los partidos. No entiende de Liga de las Estrellas ni de nada, por lo que se ve. El Alav¨¦s comunic¨® tres positivos un minuto antes de dar las alineaciones. No dieron nombres desde el club, pero se adivinaba que Mendilibar en su primer d¨ªa, no iba a ser tan insensato como para prescindir de sus dos porteros y echar mano de Jes¨²s Owono, nuevo en esta plaza y guardameta del filial, por mucho que sea internacional con Guinea Ecuatorial.

Fue la covid, no el entrenador, quien decidi¨® que Pacheco y Sivera se marcharan a casa, pero la mano de Mendi se vio en otras cosas, aunque solo lleve unos d¨ªas. En el juego directo, por ejemplo, en las segundas jugadas, en la presi¨®n adelantada. Claro que no es f¨¢cil que todos los aprendan todo en un cursillo acelerado. Por eso la Real, castigada tambi¨¦n por los positivos, pero que es un equipo que lleva mucho tiempo con el mismo plan, supo sacar provecho en los primeros minutos. Se lesion¨® Barrenetxea, y se fue en camilla a los dos minutos, pero su sustituto, Januzaj, que sali¨® sin calentar, abri¨® el marcador despu¨¦s de una acci¨®n clarividente de Silva, que profundiz¨® hacia Portu. El murciano le dio un caramelo al belga para adelantar a los donostiarras. El derbi se le pon¨ªa negro al Alav¨¦s.

Adem¨¢s, a la contra, la Real encontraba espacios. Isak tuvo una buena oportunidad, pero el debutante Owono se la sac¨®. Luego hubo una jugada pol¨¦mica con el sueco, pero el ¨¢rbitro no se?al¨® nada. Empez¨® a apagarse la estrella de la Real con esa acci¨®n y a apretar el Alav¨¦s, que empezaba a interiorizar las ense?anzas de Mendilibar, que sin ser protagonista de nada, es capaz de convertir a un grupo desorientado en un equipo de autor. Pudo marcar el equipo vitoriano en un remate de Laguardia, desviado, en el ¨²ltimo instante antes del descanso, pero lo hizo de penalti. Carg¨® Zubeldia sobre Miguel, con cierta desproporci¨®n y Joselu se encarg¨® de enga?ar a Remiro para empatar.

Se creci¨® entonces el Alav¨¦s. A la Real, el gol le sent¨® como cualquier exceso de Nochevieja, y no tuvo una buena digesti¨®n. Cedi¨® terreno durante algunos minutos, aunque Imanol reaccion¨® con varios cambios que refrescaron al equipo y le renovaron las fuerzas, mientras que Mendilibar solo utiliz¨® dos de sus opciones, lo que acus¨® su equipo en los minutos finales, cuando apret¨® de nuevo la Real y en las filas locales empezaron a escasear las fuerzas. Fue un toma y daca final, con m¨¢s toma realista que daca alavesista, aunque la ¨²ltima ocasi¨®n fue de los de casa, cuando ya el reloj llegaba al instante final. Los m¨¦ritos se repartieron casi por igual y por eso los dos equipos se van igual de satisfechos, o frustrados.

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