Un gran mosaico cul¨¦

Hubo un tiempo en el que, en Barcelona, salir a la calle a jugar al f¨²tbol en pantal¨®n corto era ¡°no tener ni decoro ni respeto a la moral al exhibirse en p¨²blico poco menos que en pa?os menores, bajo el pretexto de practicar un deporte consistente en dar puntapi¨¦s a un enorme pelot¨®n¡±. Tambi¨¦n un riesgo: en ¨¦poca de los artefactos explosivos Orsini, de forma redonda, los revisores de los tranv¨ªas pod¨ªan obligar a deshinchar el esf¨¦rico para demostrar que no se trataba de una bomba. Era finales del siglo XIX y Samuel Morris, un ingl¨¦s llegado desde Filipinas, ignoraba el esc¨¢ndalo p¨²blico y su...

Hubo un tiempo en el que, en Barcelona, salir a la calle a jugar al f¨²tbol en pantal¨®n corto era ¡°no tener ni decoro ni respeto a la moral al exhibirse en p¨²blico poco menos que en pa?os menores, bajo el pretexto de practicar un deporte consistente en dar puntapi¨¦s a un enorme pelot¨®n¡±. Tambi¨¦n un riesgo: en ¨¦poca de los artefactos explosivos Orsini, de forma redonda, los revisores de los tranv¨ªas pod¨ªan obligar a deshinchar el esf¨¦rico para demostrar que no se trataba de una bomba. Era finales del siglo XIX y Samuel Morris, un ingl¨¦s llegado desde Filipinas, ignoraba el esc¨¢ndalo p¨²blico y su imagen de hipot¨¦tico terrorista para disfrutar del f¨²tbol con sus tres hijos. Con aquellas jornadas familiares estaba dando, sin saberlo, los pasos primigenios de lo que hoy es el F¨²tbol Club Barcelona.

As¨ª da comienzo Bar?a olvidado (C¨®rner), el libro con el que el historiador Manuel Tom¨¢s ¡ªresponsable del Archivo Hist¨®rico del club¡ª y el periodista Frederic Porta cierran la trilog¨ªa iniciada con Bar?a in¨¦dito y Bar?a ins¨®lito. En 800 apuntes ¡ª2.400 la obra completa¡ª, ofrecen un mosaico de an¨¦cdotas, historias y datos que, en perspectiva, aportan una imagen transversal del equipo cul¨¦. Entre muchos de los nombres que cualquier aficionado reconocer¨ªa, se cuelan algunas an¨¦cdotas hilarantes, como aquel encuentro contra el Espanyol en el que la contundencia en el campo se traslad¨® a la grada, en donde ese d¨ªa hab¨ªan coincidido la secci¨®n blaugrana de lucha grecorromana y la perica de rugby. O aquella misa oficiada el domingo 30 de abril en una iglesia de Ja¨¦n, a la que el cura no dej¨® acceder a un ni?o vestido con la camiseta de Messi. ¡°Es una falta de respeto venir a la casa de Dios con ese atuendo. [¡­] Aqu¨ª defendemos una Espa?a unida y no hay lugar para independentistas¡±, aleg¨® el sacerdote, que s¨ª permiti¨® que accediera un ni?o vestido del Ja¨¦n.

Un libro ameno y ¨¢gil que invita a desespumar la opulencia de los grandes clubes y reconocer la importancia de tantas personas, lugares y sucesos que, desde la cotidianidad, han pasado a formar parte de la manera de ser de los equipos. Aunque a veces parezcan olvidadas.

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