Orlando Ortega: ¡°El atletismo ya no me obsesiona como un trabajo¡±
Entrevista al vallista espa?ol, medallista de plata en R¨ªo 16, que deja Chipre y regresa a Espa?a para establecerse en Barcelona con su padre tras la lesi¨®n que le impidi¨® competir en Tokio
Como alma en pena regres¨® Orlando Ortega de Tokio, de unos Juegos Ol¨ªmpicos en los que, lesionado en un isquio, no pudo defender su medalla de plata de R¨ªo 16 en los 110 metros vallas. El desastre de Tokio fue la ¨²ltima gota de amargura para Ortega (Artemisa, Cuba, 1991) en un a?o en el que otra lesi¨®n, en el pie, le tuvo alejado de las pistas desde el mes de febrero. Y tal fue su desaz¨®n, el baj¨®n de su moral, su tristeza, que despu¨¦s de Tokio se alej¨® de las pistas, rebobin¨® su vida y decidi¨® darle un giro a su futuro, dejar su vida en Chipre, regresar a Espa?a, el pa¨ªs al que lleg¨® en 2013,...
Como alma en pena regres¨® Orlando Ortega de Tokio, de unos Juegos Ol¨ªmpicos en los que, lesionado en un isquio, no pudo defender su medalla de plata de R¨ªo 16 en los 110 metros vallas. El desastre de Tokio fue la ¨²ltima gota de amargura para Ortega (Artemisa, Cuba, 1991) en un a?o en el que otra lesi¨®n, en el pie, le tuvo alejado de las pistas desde el mes de febrero. Y tal fue su desaz¨®n, el baj¨®n de su moral, su tristeza, que despu¨¦s de Tokio se alej¨® de las pistas, rebobin¨® su vida y decidi¨® darle un giro a su futuro, dejar su vida en Chipre, regresar a Espa?a, el pa¨ªs al que lleg¨® en 2013, a los 22 a?os, tras desertar de Cuba, y cuya nacionalidad posee desde 2016. Pocos d¨ªas despu¨¦s de empezar a entrenarse en el CAR de Sant Cugat, en Barcelona, y de nuevo a las ¨®rdenes de su padre, Orlando Ortega tambi¨¦n, del que se hab¨ªa separado tras otra crisis personal en 2019, el ¨²ltimo medallista ol¨ªmpico espa?ol en pista de atletismo luce sonrisa y tono de voz de hombre feliz, de persona que, tras mucho buscarse, se ha encontrado a s¨ª mismo, ha encontrado un lugar en el que dejar su cepillo de dientes. ¡°Llega un momento en que uno necesita disfrutar m¨¢s el atletismo y abandonar esa obsesi¨®n de que es un trabajo¡±, concluye Ortega, de 30 a?os. ¡°Hay una vida m¨¢s all¨¢ del atletismo¡±.
Pregunta. En Tokio lo pas¨® muy mal¡
Respuesta. S¨ª. Fueron unos de esos d¨ªas que nadie se espera ni se imagina que pueda pasar. Pero lo tenemos que asumir.
P. Y tras un dur¨ªsimo 2020 y el aplazamiento de los Juegos justo el a?o que estaba tan bien, la desaz¨®n se multiplica¡
R. As¨ª es, por diez o por cien. Fue tanta la espera que tuvimos, la covid, estar encerrados sin saber si se hacen o no, la presi¨®n, la tensi¨®n¡ Todo lo que llevas acumulado durante cinco a?os para que una semana antes de Tokio ocurra algo as¨ª¡ Es algo que nunca te imaginas, pero ah¨ª te das cuenta de que somos seres humanos, no somos robots.
P. ?Con qu¨¦ expectativas llegaba realmente a Tokio? Estuvo muchos meses lesionado pero se puso muy r¨¢pido en forma. En su tercera competici¨®n al aire libre corri¨® en 13,15s¡
R. Mis expectativas siempre fueron las mismas, tanto en 2020, que fue un a?o fant¨¢stico, como en 2021. Mi objetivo es estar en la final, entre los ocho mejores del mundo. Nunca me voy a poner un muro ni un l¨ªmite, aunque est¨¦ lesionado. Gracias a Dios, tengo una gen¨¦tica, una facilidad, que me permite ponerme en forma y recuperarme r¨¢pido de una lesi¨®n. Este a?o ha sido el m¨¢s duro y dif¨ªcil porque las dos lesiones que tuve me duraron mucho tiempo.
P. ?Le influyeron mentalmente esas lesiones en su decisi¨®n de volver a Espa?a e instalarse en Barcelona?
R. S¨ª. Logr¨¦ superar esos momentos tan dif¨ªciles que viv¨ª al no poder competir en Tokio gracias a la hermosa familia que tengo en Barcelona, a mi gente de Valencia, de Cuba y de Estados Unidos. Eso hizo que evolucionara todo m¨¢s r¨¢pido.
P. Estar encerrado en Chipre ser¨ªa una soledad muy dura¡ Cuando uno est¨¢ lesionado, necesita vida alrededor.
R. Claro. Al final, mi vida en Chipre era limitada: de la habitaci¨®n del hotel, a la pista, ya est¨¢. Mi entrenador y yo tenemos una relaci¨®n maravillosa, estuve en su casa y lo considero parte de mi familia, pero no deja de ser mi entrenador. El deseo de estar aqu¨ª no viene a ra¨ªz de la lesi¨®n. En Chipre estaba entrenando, pero lo que uno m¨¢s desea y lo que m¨¢s me apetec¨ªa era estar en casa, ir un d¨ªa a comer con la familia, no pensar solamente en el atletismo. Hay una vida m¨¢s all¨¢ y tener la familia cerca y unida es lo m¨¢s maravilloso que me pudo haber pasado.
P. Se puede decir que ha vuelto por amor¡
R. Por amor a la familia, exactamente. Para m¨ª, lo es todo. Tengo a mi madre y a mi padre lejos. Por suerte, mi padre ahora est¨¢ aqu¨ª, he conocido a Aina y estoy aqu¨ª con su familia tambi¨¦n. Eso me ha dado mucha fuerza para seguir adelante. En el momento en que me sent¨ªa triste despu¨¦s de lo que sucedi¨® en Tokio, llegar aqu¨ª y recibir todo ese amor y ese cari?o de toda la familia¡ Como reza el dicho: se ha perdido la batalla pero no la guerra.
P. Los mejores ciclistas dicen: ¡°Mi clave es que soy como un ni?o, corro por divertirme, por pasi¨®n. Si trabajo duro, llegan los resultados pero no me como la cabeza con que tengo que competir. Voy a disfrutar de lo que hago y a partir de ah¨ª, s¨¦ que puedo triunfar¡±. ?Es ese tambi¨¦n su planteamiento?
R. S¨ª, totalmente. Para m¨ª, el atletismo lo ha sido todo, ha sido mi pasi¨®n desde que empec¨¦ a los 12 a?os. Pero llega un momento en que uno necesita disfrutarlo m¨¢s y abandonar esa obsesi¨®n de que es un trabajo. S¨ª, es parte de mi trabajo pero tambi¨¦n es un modo de diversi¨®n y un estilo de vida. Ahora, he asumido esto un poco m¨¢s: quiero poder llegar a la pista y salir del entrenamiento con una sonrisa y diciendo ¡°lo he pasado bien, me he divertido y ahora lo voy a seguir pasando bien al lado de mi familia¡±. Si se pierde eso, no queda nada. Si quieres durar muchos a?os, tienes que disfrutarlo.
P. ?C¨®mo se produjo esa rotura del isquio en Tokio?
R. Fue cansancio y estr¨¦s muscular, ten¨ªa mucha exigencia y presi¨®n acumulada desde que puse un pie con la selecci¨®n. El viaje fue muy largo y no me recuper¨¦ bien. Los cinco d¨ªas que pude entrenar en Tokio fueron sesiones muy cortas y espec¨ªficas pero muy exigentes. No logr¨¦ soltar toda la presi¨®n que acumulaba y eso fue a parar al sitio menos indicado.
P. Ha estado trat¨¢ndose en M¨²nich con Hans-Wilhem M¨¹ller-Wohlfahrt, antiguo m¨¦dico del Bayern de quien se dice que hace milagros, y Jos¨¦ Mar¨ªa Olazabal, a quien trat¨® de la espalda, no lo desmentir¨ªa. ?Ha tenido tambi¨¦n problemas de espalda? ?Y su lesi¨®n del pie?
R. El problema viene de los tobillos, tengo una movilidad del 70 %. Si la posici¨®n del tobillo tiene que estar en 90 grados, yo la tengo en 70. Eso no permite que la informaci¨®n neuromuscular que estoy mandando de la espalda a las piernas circule. Es como el flujo de la sangre. Cuando hay una buena circulaci¨®n, oxigenaci¨®n, eso te ayuda a recuperarte, a que las piernas descansen y los m¨²sculos se relajen con m¨¢s facilidad. En mi caso, las piernas no terminan de relajase, es lo que me pas¨® esta temporada. Cuando fui a ver al doctor M¨¹ller, llevaba casi tres meses de vacaciones sin hacer absolutamente nada. Me toc¨® los gemelos y me dijo: no puede ser que est¨¦s tres meses de vacaciones. Parec¨ªa que llevaba un mes entrenando porque ten¨ªa los m¨²sculos muy cargados. Lo del pie creo que ya est¨¢ bien.
P. El 2022 se presenta como el a?o m¨¢s cargado de la historia: Mundial en pista cubierta, Mundial al aire libre y Europeos. ?Se plantea los tres objetivos?
R. Ahora mismo, no s¨¦ si llegaremos al Mundial de pista cubierta. Vamos muy retrasados por mi culpa. Necesitaba recuperarme mentalmente antes de volver a empezar a entrenar y meterme de lleno en el atletismo. Vamos a ir paso a paso. Tenemos un calendario que hemos preparado mi m¨¢nager, mi entrenador y yo. Si todo sale bien, comenzaremos el 4 de febrero en el mitin de Miramas, cerca de Marsella. Y de ah¨ª seguir¨ªamos hasta el Mundial. Comenzamos a entrenar el lunes 22 de noviembre; vamos a trabajar con mucha eficiencia e inteligencia, intentado priorizar m¨¢s este a?o la preparaci¨®n para no tener molestias ni lesiones en la etapa competitiva, que es donde los m¨²sculos sufren m¨¢s. Queremos evitar esos riesgos.
P. ?Despu¨¦s de dejar de entrenarle, ha seguido su padre su evoluci¨®n todo este tiempo?
R. S¨ª, ¨¦l est¨¢ al tanto de todo. Fuera del atletismo, es mi padre. Ha estado apoy¨¢ndome desde casa, ¨¦l estaba en Cuba cuando yo estaba en los Juegos, pero habl¨¢bamos todos los d¨ªas, igual que con mi madre.
P. ?En Cuba estuvo entrenando a alg¨²n grupo?
R. No. Estuvo trabajando en lo que ser¨ªa el ¨®rgano equivalente al Consejo Superior de Deportes en Espa?a.
P. En 2018, tuvo diferencias sobre el entrenamiento con su padre y en marzo de 2019 se fue a Chipre a entrenar con Antonis Giannoulakis. ?C¨®mo se ha recuperado esa confianza entre los dos?
R. Hemos hablado mucho. Cuando terminaron los Juegos de Tokio, yo necesitaba mi espacio y mi tiempo. Ten¨ªa claro una sola cosa: regresar a casa. Era lo ¨²nico que ten¨ªa claro, quer¨ªa regresar a Espa?a, estar en casa, con mi familia, quer¨ªa estar al lado de mi mujer [su novia, Aina Maro] y de su familia. Y para eso, ?qu¨¦ necesitaba? Entrenar aqu¨ª nuevamente. No voy a mentir, pasaron por mi mente otras opciones, pero despu¨¦s de haberme sentado con Aina y haberlo hablado mucho, nos dimos cuenta de que la mejor opci¨®n era pedirle a mi padre si podr¨ªa regresar. Yo sab¨ªa que ten¨ªa all¨ª su trabajo, pero se lo plante¨¦ y me qued¨¦ sorprendido con su reacci¨®n: le impresion¨® que yo le pidiera que fuera mi entrenador y acept¨®. Nos dimos la oportunidad los dos nuevamente y ahora a seguir adelante. Lo que pas¨® en su momento, pas¨®. ?l necesitaba ir a Cuba por temas familiares. Se fue y ya los resolvi¨®.
P. ?Se han planteado alg¨²n objetivo en cuanto a marcas teniendo en cuenta c¨®mo vienes los j¨®venes portentos de EE UU y Jamaica capaces de correr en 13s pelados en un d¨ªa normal?
R. Al final son viejos y nuevos conocidos tambi¨¦n. Algunos llevan a?os, otros vienen rompiendo montes y ciudades¡ Mi ¨²nico objetivo y mi ¨²nica ilusi¨®n es estar ah¨ª, luchando e intentando estar hasta el final con ellos y que sea lo que Dios quiera. Yo ahora mismo estoy para que me lleven a m¨ª en volandas. Quiero disfrutar, vivir con pasi¨®n lo que hago. Quiero sentir que lo que estoy haciendo es con un prop¨®sito: para que el d¨ªa de ma?ana, cuando me toque retirarme ¨CDios quiera que sea dentro de muchos a?os¨C haya podido disfrutar de lo que m¨¢s me ha gustado toda mi vida.
P. Es como recuperar una infancia o una juventud que no ha tenido, porque en 2013, cuando decidi¨® irse de Mosc¨² y venir a Espa?a, tuvo que tomar decisiones de adulto, de cambiar la vida, y siempre presionado y buscando su sitio. Parece que ya lo ha encontrado, su sitio, su espacio y su gente.
R. Exacto. As¨ª es como lo define mi psic¨®loga, To?i. Ella siempre me dec¨ªa: tienes que sacar ese ni?o, como cuando ten¨ªa 12 a?os, con ilusi¨®n, con sue?os, con metas, con deseos, que vuelva a disfrutar de lo que hace, que diga: necesito estar aqu¨ª porque esto es lo que me divierte y esto es lo que me hace feliz.
P. Pese a todos los cambios, ?no le ha ayudado esta ¨²ltima etapa con Giannoulakis? Adem¨¢s del entrenamiento, ha sido clave en su recuperaci¨®n y ¨¦l y su mujer lo tienen como a un hijo¡
R. Se me eriza la piel cuando lo pienso. No tengo palabras para describir la clase de persona que es Antonis Giannoulakis. Es m¨¢s que un padre, un hermano, un amigo. Estuvimos hablando hace tres d¨ªas y le promet¨ª que lo ir¨ªa a visitar a ¨¦l y a su familia antes de que acabe el a?o. En Chipre no puedo decir que estaba solo porque lo ten¨ªa a ¨¦l, siempre estuvo preocupado y atento. Fue un momento muy duro cuando fui a comer a su casa y le dije: mira, lo que m¨¢s necesito es estar en casa. No puedo prometerte que estando aqu¨ª en Chipre vaya a ser feliz y te vaya a entregar lo mejor. Y no voy a obligarlo a que ¨¦l deje su vida all¨ª en Chipre, deje a su mujer y a su equipo de trabajo para que se venga conmigo. No pod¨ªa hacer eso. ?l lo entendi¨®. Y f¨ªjate el nivel de persona que es y de relaci¨®n tan bonita que se qued¨® que me dijo: si necesitas uno, no, dos entrenadores, aqu¨ª tienes¡ Yo voy a ser tu segundo entrenador, lo que necesites, ll¨¢mame porque aqu¨ª estoy.
P. Vuelve tambi¨¦n al CAVA Ontinyent-Stock Log¨ªstic, el club que lo acogi¨® a su llegada a Espa?a¡ No es un club grande, pero tendr¨¢ m¨¢s libertad que en Bar?a, por ejemplo¡
R. Discrepo. El CAVA es el club m¨¢s grande que tiene Espa?a. No estar¨¢ colmado de grandes atletas o atletas internacionales pero es un club con un coraz¨®n y una humildad impresionantes. Siempre ha sido mi casa y que me brinde la oportunidad de poder regresar y representar por todo lo alto al CAVA va a ser el orgullo m¨¢s grande de mi carrera deportiva.
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