Vivir en un penalti
La pr¨¢ctica del deporte tiene algo que conecta de una manera especial a la mente y al cuerpo del ser humano
La pr¨¢ctica del deporte tiene algo que conecta de una manera especial a la mente y al cuerpo del ser humano. Es una experiencia real en todos los sentidos. Tanto los m¨²sculos como el cerebro est¨¢n en ese momento a lo que est¨¢n. No hay nada m¨¢s. Y cuando se deja de pensar -en otras cosas que no sean lo que se tiene entre las manos o los pies, se entiende- comienza el verdadero disfrute. Se genera una sensaci¨®n que se queda adherida a los recuerdos para siempre porque, con el paso del tiempo, no ser¨¢ tan f¨¢cil volver a dar con ella. Quiz¨¢s haya, incluso, quien se quede anclado en una. Un gol, un...
La pr¨¢ctica del deporte tiene algo que conecta de una manera especial a la mente y al cuerpo del ser humano. Es una experiencia real en todos los sentidos. Tanto los m¨²sculos como el cerebro est¨¢n en ese momento a lo que est¨¢n. No hay nada m¨¢s. Y cuando se deja de pensar -en otras cosas que no sean lo que se tiene entre las manos o los pies, se entiende- comienza el verdadero disfrute. Se genera una sensaci¨®n que se queda adherida a los recuerdos para siempre porque, con el paso del tiempo, no ser¨¢ tan f¨¢cil volver a dar con ella. Quiz¨¢s haya, incluso, quien se quede anclado en una. Un gol, una canasta, un gran servicio, una carrera que arregla el d¨ªa¡ Son algo parecido a la sensaci¨®n de vivir.
En ese punto se qued¨® Josef Bloch, el protagonista de El miedo del portero al penalti (Alfaguara), novela del escritor austriaco Peter Handke, premio Nobel de Literatura en 2019. Bloch, que fue un guardameta famoso, es despedido de la f¨¢brica en la que trabaja. Comienza entonces una nueva vida que transcurrir¨¢ sin sentido, casi como si no fuera real. Su primera decisi¨®n fue meterse en un cine. La siguiente, emborracharse. Despu¨¦s, llegar¨¢ un crimen. Y un viaje. Y flotar¨¢ en el aire una sensaci¨®n permanente de anhelo de otros tiempos, de otras sensaciones. Porque los ¨²nicos instantes en los que Bloch parecer¨¢ vivir en el presente ser¨¢n, curiosamente, los recuerdos y las reflexiones sobre su etapa de futbolista.
Como esta digresi¨®n sobre el penalti: ¡°El portero est¨¢ pensando hacia qu¨¦ esquina va a lanzar el otro el bal¨®n. Si conoce al jugador, sabr¨¢ cu¨¢l es la esquina que elige normalmente. Pero, generalmente, el jugador que lanza un penalti cuenta tambi¨¦n con que el portero est¨¢ haciendo estas o aquellas conjeturas. As¨ª que el portero sigue reflexionando, y llega a la conclusi¨®n de que esta vez el tiro ir¨¢ dirigido a la otra esquina. Pero, ?qu¨¦ ocurre si el jugador contin¨²a reflexionando tambi¨¦n, y decide elegir el tiro a la esquina acostumbrada?¡±. O esta analog¨ªa con el momento de tomar la decisi¨®n sobre a qu¨¦ lado lanzarse: ¡°es como si el portero intentara abrir una puerta con una brizna de paja¡±.
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