La obsesi¨®n de Yuzuru Hanyu por el cu¨¢druple axel
Lejano el oro, despu¨¦s de fallar en un programa corto en el que sobresali¨® su gran rival, Nathan Chen, el doble campe¨®n ol¨ªmpico solo piensa en clavar el salto imposible del patinaje art¨ªstico en los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno
Como en una tragedia griega, en el patinaje art¨ªstico ol¨ªmpico no hay redenci¨®n sin condena. Ni sin karma, a?adir¨ªa, siempre filos¨®fico, Yuzuru Hanyu, quien introduce en una grieta del hielo de la pista de Pek¨ªn la cuchilla del pat¨ªn con la que iba a impulsarse para un primer salto cu¨¢druple de su ejercicio corto y vuela con tan poca altura y velocidad que en vez de girar cuatro veces en el aire, como era su intenci¨®n, solo aguanta un giro, y aterriza. El error le condena al patinador japon¨¦s, campe¨®n ol¨ªmpico en los dos ¨²...
Como en una tragedia griega, en el patinaje art¨ªstico ol¨ªmpico no hay redenci¨®n sin condena. Ni sin karma, a?adir¨ªa, siempre filos¨®fico, Yuzuru Hanyu, quien introduce en una grieta del hielo de la pista de Pek¨ªn la cuchilla del pat¨ªn con la que iba a impulsarse para un primer salto cu¨¢druple de su ejercicio corto y vuela con tan poca altura y velocidad que en vez de girar cuatro veces en el aire, como era su intenci¨®n, solo aguanta un giro, y aterriza. El error le condena al patinador japon¨¦s, campe¨®n ol¨ªmpico en los dos ¨²ltimos Juegos, a un octavo puesto tras el programa corto con una puntuaci¨®n tan baja (95,15 puntos, a casi 19 del primer clasificado) que convierte en imposible su deseo de alcanzar, a los 27 a?os, un tercer oro ol¨ªmpico consecutivo, lo que solo ha conseguido uno en la historia, el sueco Gillis Grafstr?m hace casi un siglo, o, incluso, una medalla de otro color, consoladora. La puntuaci¨®n del corto se sumar¨¢ a la del programa libre (en la madrugada del jueves 10 en Espa?a).
La condena de Hanyu complementa y equilibra la redenci¨®n del norteamericano Nathan Chen, el fen¨®meno ganador de los tres ¨²ltimos Mundiales que atraves¨® en Pyeongchang, cuando los anteriores Juegos, cuando era casi un ni?o de 18 a?os, una peripecia similar, un aprendizaje duro del camino hacia la gloria. Con m¨¢s nervios que nervio, Chen, que llegaba como gran rival de Hanyu, fall¨® en el programa corto, que termin¨® el 17?. Liberado, desencaden¨® todo su talento, furia y potencia (intent¨® seis saltos cu¨¢druples, y clav¨® cinco, lo nunca visto) en el programa libre. Bati¨® el r¨¦cord ol¨ªmpico de puntuaci¨®n, pero no le vali¨® m¨¢s que para terminar quinto en una clasificaci¨®n en la que Javier Fern¨¢ndez fue tercero. Y Hanyu, el primero.
Cuatro a?os despu¨¦s, el doble campe¨®n del mundo espa?ol comenta los Juegos de Pek¨ªn para Eurosport, y con dos frases, tres reacciones, resume la tragedia y su final cat¨¢rtico. ¡°Eso nos ha pasado a todos¡±, dice Javier Fern¨¢ndez comentando el error de Hanyu, y, con seis palabras hace descender a su antiguo compa?ero de entrenamientos en Canad¨¢ del cielo de las personas inalcanzables, ¨²nicas, y lo devuelve a la normalidad de todos; y luego, maravillado por los movimientos y el patinaje de dibujos animados de otro japon¨¦s, Yuma Kagiyama, un chaval de 18 a?os que parece sacado de un videojuego y que de ni?o ya fue estrella de la tele. ¡°Este chico tiene algo¡±, le bendice Fern¨¢ndez, y as¨ª le eleva al papel de figura que llega para desestabilizarlo todo, y es el japon¨¦s n¨²mero uno, y no el destronado Hanyu. Y solo Kagiyama parece capaz de rivalizar con Nathan Chen, que ha alcanzado la perfecci¨®n en el programa corto, y un r¨¦cord ol¨ªmpico de puntuaci¨®n, tras una actuaci¨®n que quita el hipo y deja sin palabras a Fern¨¢ndez, maravillado.
Pero no hay gran tragedia sin una obsesi¨®n que, antes de la catarsis, conduzca al personaje principal al error irremediable, a la ceguera de Lear, si no a la locura. Antes de los Juegos, cuando Hanyu, retirado el ¨²ltimo a?o entre pandemia y un tobillo que no se termina de curar, resolvi¨® el enigma. ¡°S¨ª, participar¨¦¡±, dijo el campe¨®n ol¨ªmpico de Sochi y Pyeongchang. Y, al mismo, tiempo, se public¨® un libro de entrevistas en Jap¨®n, y en ¨¦l dice: ¡°Mi objetivo nunca ha sido un tercer oro en Pek¨ªn, sino clavar un cu¨¢druple axel en el hielo ol¨ªmpico. ?C¨®mo lo explicar¨ªa? Es como si Usain Bolt intentara bajar de los 9s en los 100m¡±.
El deseo de Hanyu cobra car¨¢cter religioso, m¨ªstico, de veneraci¨®n al salto de media vuelta m¨¢s que hizo por primera vez el noruego Axel Paulsen hace 140 a?os, el m¨¢s dif¨ªcil del patinaje, el ¨²nico que se ataca de frente. El norteamericano Dick Button logr¨® el primer doble axel al ganar el oro ol¨ªmpico en 1948 y el primer triple lo clav¨® el canadiense Vern Taylor en 1978, 16 a?os antes que naciera Hanyu. Nadie ha conseguido el cu¨¢druple, ni siquiera Chen, quien lo intent¨®, y cay¨®, en 2020. ¡°Hay que tener muy buen triple axel para tener cojones [en espa?ol en el original] de intentar el cu¨¢druple¡±, se admira en L¡¯?quipe el patinador franc¨¦s Philippe Candeloro. Pero para Hanyu, conseguirlo, ser el primero que lo consigue, m¨¢s que un asunto de bravura o un c¨¢lculo contable (con 12,50 puntos de valor, solo suma un punto m¨¢s que otros cu¨¢druples m¨¢s sencillos y ya habituales) parece una cuesti¨®n vital, de equilibrio interior, un viaje a la esencia de su deporte, una inmersi¨®n absoluta, la ballena blanca del capit¨¢n Acab. ¡°Hace un a?o que me aproximo a ¨¦l desde todos los ¨¢ngulos¡±, explica el patinador en una entrevista en una revista japonesa. ¡°Todos los saltos son diferentes t¨¦cnicamente. Los hay dependen de la velocidad del impulso o de la capacidad muscular para saltar m¨¢s alto. Con el cu¨¢druple axel, al contrario, todo se basa en el equilibrio del eje del cuerpo¡±.
El desenlace, la catarsis definitiva, el jueves, a eso de las 5.15 de la madrugada (Eurosport).
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