El Real Madrid lleva su rearme hasta la final de la Copa
Los blancos, que llegaron desmadejados al torneo, logran un triunfo holgado y reconstituyente ante el Lenovo Tenerife (94-74) y pelear¨¢n por el t¨ªtulo por 10? vez en los 11 a?os de Laso
El Real Madrid alcanz¨® la final de la Copa del Rey por d¨¦cima vez en las 11 temporadas de Laso en el banquillo. Los blancos, que entre 1994 y 2011 solo disputaron cinco finales coperas en 18 a?os y no ganaron ning¨²n t¨ªtulo en ese tramo, cumplieron en Granada con su compromiso competitivo de estirar la pelea hasta el ¨²ltimo d¨ªa. En mitad de un proceso de rearme expr¨¦s tras llegar desmadejado al torneo, el equipo madridista descosi¨® al T...
El Real Madrid alcanz¨® la final de la Copa del Rey por d¨¦cima vez en las 11 temporadas de Laso en el banquillo. Los blancos, que entre 1994 y 2011 solo disputaron cinco finales coperas en 18 a?os y no ganaron ning¨²n t¨ªtulo en ese tramo, cumplieron en Granada con su compromiso competitivo de estirar la pelea hasta el ¨²ltimo d¨ªa. En mitad de un proceso de rearme expr¨¦s tras llegar desmadejado al torneo, el equipo madridista descosi¨® al Tenerife con un ejercicio de dinamismo y solvencia y pelear¨¢ contra el Barcelona este domingo (18.30, #Vamos) a orillas del r¨ªo Genil por reflotar el barco para reconquistar el trono.
En el d¨¦cimo aniversario de la conquista fundacional de la Copa en el Palau Sant Jordi de Barcelona en 2012, con la que Laso inici¨® su colecci¨®n de 21 t¨ªtulos, su Madrid alcanz¨® la 31? final sobre 42 posibles. Sin sobresaltos, atajando el manejo de Marcelinho y achatando el vuelo de Shermadini, los blancos se procuraron un camino reconstituyente hacia la final, recuperando efectivos y sensaciones para pelear por el trofeo. Taylor, Thompkins, Poirier, Heurtel... y, como casi siempre, Tavares impulsaron la victoria madridista sin dejar resquicios ni conceder opciones. Con un 14 de 26 en triples (4 de 5 para Taylor y ocho jugadores embocando) y 23 asistencias (siete de Heurtel), nueve p¨¦rdidas y otras tantas recuperaciones.
El Tenerife volvi¨® a encontrar el techo a sus anhelos de grandeza en su rival m¨¢s inabarcable. Por tercera vez en sus seis participaciones coperas consecutivas, los insulares cayeron en la frontera de semifinales ante el Madrid (en 2019 el muro fue el Bar?a). Apenas hubo dilema competitivo porque el Madrid se esmer¨® en recuperar su perfil m¨¢s s¨®lido en defensa para liberarse en ataque.
En busca de la final, Laso agit¨® su rotaci¨®n entre la voluntad y la obligaci¨®n (por los cupos y el l¨ªmite de dos extracomunitarios). El t¨¦cnico madridista dej¨® fuera de la lista a Williams-Goss y recuper¨® tres piezas respecto al partido de cuartos: Rudy, Deck y Taylor. Y fue precisamente Taylor el protagonista inopinado de la firme presentaci¨®n del Madrid. El alero sueco se luci¨® en ataque con tres triples en cinco minutos y adem¨¢s sec¨® a Marcelinho Huertas en defensa. Sin la br¨²jula del base brasile?o y con Shermadini lastrado por dos faltas tempraneras, el Tenerife comenz¨® a contrapi¨¦ (21-10, m. 7). Con un seis de ocho en triples y una notable fluidez en ataque, el Madrid marc¨® territorio ante un rival obligado a recalcular su hoja de ruta.
Sin embargo, antes de que los de Vidorreta lograran asentarse en el partido apareci¨® Thompkins, con ocho puntos, una recuperaci¨®n y un tap¨®n en cuatro minutos, para consolidar la inercia optimista de un Madrid m¨¢s fresco f¨ªsica y mentalmente que en las semanas previas (34-24, m. 14). Las faltas de Shermadini descabalaron la rotaci¨®n del Lenovo y tuvo que ser Sastre el que diera un paso al frente para sostener las aspiraciones isle?as. Intentando hacer de la necesidad virtud, el Tenerife busc¨® la movilidad para romper la inercia de la tarde. Pero la lucidez de Sastre se qued¨® corta ante la bater¨ªa de recursos del cuadro madridista. Dos triples de Rudy elevaron la contabilidad blanca a un 9 de 13 desde el per¨ªmetro y la diferencia en el marcador a un +14 (42-28, m. 17).
El destemple de Marcelinho, lastrado por un proceso gripal, atenazado por la defensa blanca y sin el recambio de Fitipaldo, retrat¨® los desajustes del Tenerife. Huertas acumul¨® seis p¨¦rdidas y tan solo dos asistencias en la primera mitad y el Madrid lleg¨® lanzado al entreacto (50-38, m. 20), desmintiendo los achaques y las dudas de las semanas previas ¡ªcinco derrotas en los 10 encuentros previos a la Copa, un diagn¨®stico de fatiga mental, y un parte m¨¦dico cargado de achaques, desajustes y lesiones¡ª.
El dinamismo en ataque permiti¨® a los blancos ventilar sus dilemas, recuperar el br¨ªo y hacerse con el reloj y el libro de instrucciones del encuentro, sin discusi¨®n. El acierto madridista y los triples sobre la bocina de la posesi¨®n fueron minando la moral de un Tenerife desencontrado que se descolg¨® de la pelea en la reanudaci¨®n. La lesi¨®n de Causeur fue el ¨²nico contratiempo en las filas blancas. El Madrid vuelve a la final de la Copa, el territorio donde inici¨® su reconstrucci¨®n hace 10 a?os y donde ha marcado hitos clave en el mapa del lasismo.
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