El Bar?a fulmina al Valencia
Aubameyang, con tres goles, certifica una excelente primera parte azulgrana en el c¨¢lido Mestalla
A la presi¨®n respondi¨® el Bar?a con precisi¨®n en Mestalla. El escenario y la clasificaci¨®n apremiaban a los azulgrana, que se liberaron con una goleada fulminante que les permite recuperar su puesto en la zona Champions. Los francotiradores barcelonistas fueron muy superiores a los valencianistas en un duelo de delanteros que no lider¨® Ferran Torres sino Aubameyang. El exatacante del Arsenal fue muy preciso en un duelo de equipos destemplados y a veces hasta desquiciados por su mal paso en la L...
A la presi¨®n respondi¨® el Bar?a con precisi¨®n en Mestalla. El escenario y la clasificaci¨®n apremiaban a los azulgrana, que se liberaron con una goleada fulminante que les permite recuperar su puesto en la zona Champions. Los francotiradores barcelonistas fueron muy superiores a los valencianistas en un duelo de delanteros que no lider¨® Ferran Torres sino Aubameyang. El exatacante del Arsenal fue muy preciso en un duelo de equipos destemplados y a veces hasta desquiciados por su mal paso en la Liga. A falta de consistencia y estabilidad, se impuso la fiabilidad: seis veces tir¨® el Barcelona y marc¨® cuatro goles, nada que ver con el partido contra el N¨¢poles, cuando 21 remates solo le valieron para el 1-1.
Quiz¨¢ porque ha aumentado la plantilla, y por tanto los recursos, no se sabe muy bien todav¨ªa cu¨¢l es el once titular del Bar?a. La consigna es inequ¨ªvoca: hay que pelear sin desmayo por la victoria porque la derrota est¨¢ prohibida por decreto, un plan que en tiempos de rehabilitaci¨®n azulgrana obliga a mezclar la posesi¨®n con la recuperaci¨®n con independencia de que el partido se juegue en el Camp Nou o en Mestalla. La disyuntiva favoreci¨® la alineaci¨®n de Demb¨¦l¨¦. Y el franc¨¦s, extremo por definici¨®n, capaz de desequilibrar al contrario o desquiciar a su propio equipo, calz¨® estupendamente en un equipo sin Pedri, el centrocampista que piensa el f¨²tbol al ritmo de Xavi.
Jug¨® el Barcelona con fluidez, serenidad y, al tiempo, a una velocidad endiablada en sus transiciones, tan selectivo y efectivo en sus ataques como cuando gole¨® al Atl¨¦tico. Los azulgrana contaron tres llegadas y tres goles antes de alcanzar el descanso: 0-3. Demb¨¦l¨¦ abr¨ªa la cancha, Frenkie de Jong dinamizaba el juego, Jordi Alba profundizaba y Aubameyang evocaba sus tiempos de delantero del Arsenal. El equipo de Bordal¨¢s nunca lleg¨® a tiempo para torpedear el f¨²tbol alegre del Bar?a, desbravado en ataque y vulnerable en defensa, favorecido por las circunstancias y por la medici¨®n del VAR, que no valid¨® un remate de Carlos Soler despu¨¦s de un rechazo de Jordi Alba.
La zaga del Valencia defendi¨® mucho peor las entradas de Aubameyang. Las rupturas del delantero a espaldas de los centrales le permitieron ganar metros y tambi¨¦n tiempo para rematar el 0-1 y remachar m¨¢s tarde el centro de Gavi en el 0-3. Frenkie de Jong puso el 0-2 despu¨¦s de un centro de Demb¨¦l¨¦. Tocaba, pasaba y se estiraba con sa?a el equipo de Xavi, dominador del tempo y del ritmo del choque, y no paraba de correr sin llegar a ning¨²n sitio el de Bordal¨¢s. No hab¨ªa la posibilidad de interrumpir el juego, ni de forzar una falta, tampoco de parar un encuentro que transcurr¨ªa a pedir de boca para el Barcelona. La tarde giraba a favor de los azulgrana, tan acertados como certeros, ante la impotencia del Valencia.
El disparo de Pedri
Hasta que lleg¨® el descanso y se encendi¨® Mestalla con el gol de Carlos Soler. El volante cabece¨® como el mejor de los arietes un centro templado de Bryan Gil: 1-3. Los azulgrana perdieron tensi¨®n competitiva, se relajaron y cedieron terreno para la carga del Valencia. La entrada de Maxi G¨®mez fue tan intimidatoria como la lesi¨®n de Eric Garc¨ªa, sustituido por Mingueza, quien hab¨ªa sido reclutado por la sanci¨®n de Piqu¨¦. Los centrales van y vienen sin que se sepan muy bien los que valen y los que no, a menudo pasivos, y activos en cambio cuando no procede, igual que pasaba en tiempos de Koeman, cuando las derrotas se explicaban a partir de los errores individuales, incluidos los del portero Ter Stegen.
Atacaba el Valencia con cuatro delanteros cuando Ferran porfi¨® por una pelota que acab¨® por rebotar en Alderete. El rechazo qued¨® a pies de Pedri y el tinerfe?o enganch¨® un remate desde fuera del ¨¢rea que sorprendi¨® a Mamardashvili tras tocar en Aubameyang, a quien el ¨¢rbitro dio el gol. Aunque hab¨ªa comparecido para templar el juego, Pedri fue decisivo como rematador en el momento en que el encuentro se abr¨ªa de ¨¢rea a ¨¢rea, descontrolado por la falta de personalidad de los contendientes, superados los medios, expuestos los centrocampistas y muy intervencionistas los delanteros, incluso despu¨¦s de la aparici¨®n de Nico.
El gol puso a salvo la victoria del Barcelona. El f¨²tbol, en cambio, decay¨® de mala manera por la incapacidad azulgrana para descansar con el bal¨®n, para domar la contienda, para someter a un rival atrapado por una din¨¢mica derrotista: siete partidos sin ganar y cuatro goles encajados contra el Barcelona. Ni siquiera en un partido sorprendentemente tan f¨¢cil como el de Mestalla dejaron de sufrir los azulgrana, faltos de pausa, de freno y de calma, empe?ados en que cada jugada sea de gol, ya sea en el ¨¢rea contraria o en la de Ter Stegen, resolutivo y solvente cuando el marcador ya estaba decidido con el 1-4.
El Barcelona ha perdido memoria y hoy no sabe defender con la pelota, tener posesiones largas, dar continuidad al juego y controlar el partido en situaciones tan ventajosas como la de Mestalla. Apuesta por resolver los partidos por efectividad y su solvencia fue muy superior a la de un contrario todav¨ªa m¨¢s taquic¨¢rdico y perdido como es el Valencia. El Bar?a no perdon¨® en Mestalla despu¨¦s de apiadarse del N¨¢poles. La Liga Europa aguarda el jueves despu¨¦s de poner a salvo la zona Champions.
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