El Bernab¨¦u condena a Gareth Bale: gran pitada en su vuelta dos a?os despu¨¦s

En medio de la celebraci¨®n general por el segundo gol del Madrid, hijo y padre operaron r¨¢pido. Davide Ancelotti se levant¨® del banquillo y fue en busca de Carlo, de pie en la banda, al que le susurr¨® al o¨ªdo. El t¨¦cnico italiano asinti¨® y, seguidamente, el ayudante mand¨® volver a calentar a Gareth Bale (ya lo hab¨ªa hecho unos minutos antes junto a Kroos y Carvajal) ante el murmullo creciente de la grada. Con el partido enfilado y la felicidad renovada en el madridismo tras el correctivo del c...

En medio de la celebraci¨®n general por el segundo gol del Madrid, hijo y padre operaron r¨¢pido. Davide Ancelotti se levant¨® del banquillo y fue en busca de Carlo, de pie en la banda, al que le susurr¨® al o¨ªdo. El t¨¦cnico italiano asinti¨® y, seguidamente, el ayudante mand¨® volver a calentar a Gareth Bale (ya lo hab¨ªa hecho unos minutos antes junto a Kroos y Carvajal) ante el murmullo creciente de la grada. Con el partido enfilado y la felicidad renovada en el madridismo tras el correctivo del cl¨¢sico, Carlo Ancelotti tom¨® una decisi¨®n solo para intr¨¦pidos: reabri¨® la caja del gal¨¦s en el Bernab¨¦u.

El italiano, que en la previa hab¨ªa asegurado que el zurdo merec¨ªa irse bien del club por ser parte de su historia, pens¨® que dos a?os y un mes y medio (773 d¨ªas) ya eran suficientes para que volviera a pisar Chamart¨ªn. No lo hac¨ªa en un encuentro desde el 26 de febrero de 2020 en la ida de los octavos de Champions contra el City. S¨ª lo hab¨ªa hecho antes en un entrenamiento, el pasado 11 de septiembre, y apenas dur¨® unos minutos. Se fue lesionado. En las ¨²ltimas semanas, con su baja repentina del cl¨¢sico por problemas f¨ªsicos y el gran despliegue con su selecci¨®n justo a los dos d¨ªas, se hab¨ªa desatado otra de las habituales tormentas medi¨¢ticas y de ruido ambiental alrededor de su figura.

La mayor¨ªa de los aficionados locales, sin embargo, no crey¨® igual de conveniente el retorno del atacante y lo recibi¨® con una gran pitada. De la ovaci¨®n a Benzema al reproche sin perd¨®n del anfiteatro en cuesti¨®n de dos segundos. Al afectado, eso s¨ª, no pareci¨® importarle mucho, porque reaccion¨® con una ligera sonrisa mientras Valverde, Vinicius y Lucas V¨¢zquez levantaban los brazos para reclamar el indulto del respetable. No se produjo.

Lo que restaba de partido, un cuarto de hora, no tuvo m¨¢s miga que seguir el rastro de Bale y la grada, que le continu¨® dedicando silbidos cada vez que tocaba el bal¨®n, o incluso se aproximaba a ¨¦l, algo que no ocurri¨® muchas veces (dio cuatro pases buenos, fall¨® otro, perdi¨® dos balones e intent¨® un disparo lejano en el 89). Una parte del anfiteatro truf¨® la censura con t¨ªmidos aplausos, pero la sentencia estaba hecha. En cuanto el ¨¢rbitro pit¨® el final, se march¨® raudo a los vestuarios mientras el resto de sus compa?eros se qued¨® en el c¨¦sped aplaudiendo a los hinchas. Camavinga, Milit?o, Courtois y Valverde hasta dieron la vuelta al ruedo. Todo un exceso para el de Cardiff.

El ¡°ba?o¡± del Barcelona

¡°Lo han pitado. Es comprensible¡±, reaccion¨® Ancelotti en los micr¨®fonos de Movistar. ¡°Es triste¡±, coment¨® Marcelo, capit¨¢n este s¨¢bado. ?Est¨¢ dolido por los silbidos?, le preguntaron al t¨¦cnico despu¨¦s en rueda de prensa. ¡°Dolido no. Bale est¨¢ entrenando bien y tiene ganas de ayudar al equipo. La uni¨®n de aficionados y jugadores es importante. Es un momento de la temporada en que necesitamos a todos¡±, a?adi¨® el de Reggiolo de forma concisa. El pasado mi¨¦rcoles en Londres, el gal¨¦s ya fue el elegido para salir los ¨²ltimos minutos en lugar de Benzema. Las ¨²ltimas experiencias sin el franc¨¦s han empujado al entrenador blanco a tratar de poner en ¨®rbita al atacante como una opci¨®n por si lo pudiera volver a necesitar en el mes y medio que resta de competici¨®n. Como qued¨® demostrado en el cl¨¢sico con su ¨²ltima probatura (Modric de falso nueve), el agujero sin Benzema es devastador y nadie ha sido capaz de parchear el socav¨®n. Carletto quiere tener abierta la v¨ªa Bale.

M¨¢s all¨¢ de esta trama, Ancelotti valor¨® la reacci¨®n del equipo en las ¨²ltimas tres semanas (tres victorias) despu¨¦s del 0-4 azulgrana con una expresi¨®n muy concluyente: ¡°No perdimos la cabeza tras el ba?o contra el Barcelona. Fuimos equilibrados. Ten¨ªamos ventaja y la hemos manejado¡±, se?al¨® el italiano, que calific¨® el duelo contra el Getafe de ¡°trampa¡±. ¡°Despu¨¦s de la Champions siempre te dejas algo de f¨ªsico y mental. Ten¨ªamos preocupaci¨®n por este partido, pero estuvimos bien. Presionamos tras p¨¦rdida y no arriesgamos atr¨¢s¡±, resumi¨®.

Triunfo, una jornada menos, rotaciones (Kroos, Modric y Mendy) y descanso con todo hecho para Benzema, Vinicius, Alaba y Casemiro. La ¨²nica pega, la tarjeta a Casemiro, que le deja fuera de la circulaci¨®n el pr¨®ximo domingo en el Pizju¨¢n. El brasile?o, tantas veces la soluci¨®n del equipo la temporada pasada en las penurias anotadoras (termin¨® como segundo m¨¢ximo goleador), todav¨ªa no se hab¨ªa estrenado este curso. Con el descanso a la vuelta de la esquina, se tir¨® en plancha de cabeza y remat¨® una asistencia sensacional con el exterior de Vinicius. Esa fue la llave que abri¨® la noche en la Castellana. Una menos, pens¨® Carletto, en busca de la Liga. Un objetivo para el que cuenta con Bale, pese a la pitada de la grada.

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