El Real Madrid, la leyenda de lo incre¨ªble
Los aficionados acuden al Santiago Bernab¨¦u con la pasi¨®n y la fe de siempre, pero con un hambre atrasada que lo hace todo m¨¢s ¨¦pico
El ¡°miedo esc¨¦nico¡± es un concepto que naci¨® en los ochenta, cuando el Madrid perd¨ªa vergonzosamente como visitante y, despu¨¦s de digerir la correspondiente crisis, pasaba las eliminatorias con actuaciones incre¨ªbles en medio de un Bernab¨¦u furioso. As¨ª se ganaron dos UEFAS consecutivas. En aquellos lejanos ochenta hab¨ªa localidades de pie, lo que llevaba el aforo a 100.000 localidades. Llegados esos partidos en los que las remontadas parec¨ªan imposibles, a los 100.000 se les agregaban otros 20.000 que se colaban. Sin tornos, hab¨ªa algunos porteros lo suficientemente distra¨ªdos como para que e...
El origen
El ¡°miedo esc¨¦nico¡± es un concepto que naci¨® en los ochenta, cuando el Madrid perd¨ªa vergonzosamente como visitante y, despu¨¦s de digerir la correspondiente crisis, pasaba las eliminatorias con actuaciones incre¨ªbles en medio de un Bernab¨¦u furioso. As¨ª se ganaron dos UEFAS consecutivas. En aquellos lejanos ochenta hab¨ªa localidades de pie, lo que llevaba el aforo a 100.000 localidades. Llegados esos partidos en los que las remontadas parec¨ªan imposibles, a los 100.000 se les agregaban otros 20.000 que se colaban. Sin tornos, hab¨ªa algunos porteros lo suficientemente distra¨ªdos como para que entrara todo su barrio. Lo cierto es que al Bernab¨¦u parec¨ªa que se le romp¨ªan las costuras y, cuando estaba en trance, porque empezaban a llegar los goles, aquello era un loquero representado por otros once locos que corr¨ªan en busca de lo imposible.
Le falta una vuelta
Lo del ¡°miedo esc¨¦nico¡± hizo fortuna, pero la definici¨®n se queda corta. No abarca la totalidad de las ¡°remontadas¡±, palabra de la que el Madrid tambi¨¦n se apropi¨®. Lo de ¡°esc¨¦nico¡± es un justo homenaje a la afici¨®n, que cuando se enciende pone las condiciones emocionales para que el partido cambie de rumbo y se convierta en una aventura; esto es, que va donde lo lleva el viento. Casi siempre a la gloria. Y lo de ¡°miedo¡± habla de la desconexi¨®n que sufren los rivales, cuando la furia y el desorden se hacen cargo del partido. Se apodera de ellos una perplejidad y, en algunos casos, una cobard¨ªa competitiva impropia de este nivel. Pero a la definici¨®n le falta el elemento fundamental, el efecto que la electricidad ambiental produce en los jugadores del Madrid, que de pronto se sienten m¨¢s fuertes, m¨¢s r¨¢pidos y con el instinto liberado de toda atadura t¨¢ctica. Cuando el equipo entra en ese trance, prescinde del orden y solo quiere ganar: Hay quien habla de suerte, pero con algunos de los mejores jugadores del mundo, tener suerte es m¨¢s f¨¢cil.
Nuevos ingredientes
Dicho esto, lo que viv¨ª frente al PSG, el Chelsea y el City nunca lo hab¨ªa visto. Puesto a buscar causas, la primera que se me ocurre es que venimos de una pandemia y, desde que nos soltaron, a la gente le salen ganas de vivir por todos los poros. Van al Bernab¨¦u con la pasi¨®n y la fe de siempre, pero con un hambre atrasada que lo hace todo a¨²n m¨¢s ¨¦pico. El fen¨®meno de las redes sociales contribuye a encender el ambiente desde d¨ªas antes, empezando por la convocatoria para recibir al equipo a su llegada al estadio, cada vez con m¨¢s gente, con m¨¢s ruido, como si batir un nuevo r¨¦cord fuera otra cuesti¨®n de honor que sumar a la obligaci¨®n de ganar. Por otra parte, como lo incre¨ªble se hizo leyenda, los madridistas se hicieron creyentes y se sienten parte del milagro. Responsabilizados como est¨¢n, compiten con la misma fe que los jugadores. As¨ª es c¨®mo el c¨ªrculo virtuoso de la locura se ha ido haciendo costumbre. Pero como en todo espect¨¢culo, el desaf¨ªo de cada partido es el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa.
El orgullo
Los ¨²ltimos rivales han sido equipos con m¨¢s o menos historia, pero con un poder econ¨®mico asociado a grandes fortunas que les da una indiscutible ventaja competitiva. El Madrid, en cambio, sobrevive entre los grandes con su viejo modelo, dando ejemplo de buena gesti¨®n (una nueva final, la remodelaci¨®n del Bernab¨¦u, Mbapp¨¦ en la puerta...). Ese desaf¨ªo a los nuevos ricos habla de la seriedad del club y de la capacidad que tiene de ser siempre protagonista. Cada grito que baja de la tribuna lleva consigo el orgullo de una historia incomparable y de las cosas bien hechas.
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