El martillo del Madrid de Laso en los duelos decisivos ante el Barcelona
Desde que el t¨¦cnico vitoriano dirige a los blancos, la contabilidad del cl¨¢sico es de 41 triunfos para cada equipo, pero los madridistas dominan con holgura el balance en finales y Final Four (27-16) y en t¨ªtulos (21-9)
La semifinal de la Final Four de la Euroliga parec¨ªa resuelta a la vuelta de los vestuarios, pero el Bar?a se empe?¨® en rescatar una derrota inopinada de las garras de la victoria. El Real Madrid tanteo las fugas en la autoestima azulgrana y las convirti¨® en resquicios para desatar su ¨¦pica, para ganarse la pelea por su und¨¦cima Copa de Europa. ...
La semifinal de la Final Four de la Euroliga parec¨ªa resuelta a la vuelta de los vestuarios, pero el Bar?a se empe?¨® en rescatar una derrota inopinada de las garras de la victoria. El Real Madrid tanteo las fugas en la autoestima azulgrana y las convirti¨® en resquicios para desatar su ¨¦pica, para ganarse la pelea por su und¨¦cima Copa de Europa. Del 47-34 del minuto 22 al 56-62 tan solo 10 m¨¢s tarde, cuando los de Jasikevicius ya eran presa del miedo y los de Laso, una hidra competitiva. ¡°No hemos dejado de creer¡±, resumi¨® el entrenador madridista para explicar la resoluci¨®n de un plan que comenz¨® a contrapi¨¦ tras la lesi¨®n de Williams-Goss a los 52 segundos de partido. Cay¨® el Bar?a en Belgrado (83-86). Como en la edici¨®n de Londres en 2013 (67-74), y en la de Mil¨¢n en 2014, la mayor diferencia hist¨®rica en una semifinal de la Final Four (62-100).
En las 11 temporadas que lleva Laso dirigiendo al Madrid, el t¨¦cnico vitoriano ha disputado 82 partidos ante el Bar?a con un balance de 41 victorias y 41 derrotas. Pero acercando la foto se ve que la contabilidad es de 27-16 a favor de los blancos sumando triunfos en finales y Final Four, y de 14-25 a favor de los azulgrana en duelos de entreguerras, los intrascendentes para la enciclopedia. Trasladado a las vitrinas: 21 t¨ªtulos para el Madrid y nueve para el Bar?a en este periodo.
¡°Todos estaban preparados para dar un paso adelante y fuimos capaces de mantenernos centrados¡±, prosigui¨® Laso, en un an¨¢lisis que se detuvo en la figura de Llull. ¡°Es el alma de este equipo, lo ha sido siempre y creo que lo ser¨¢ para siempre¡±, le elogi¨® el t¨¦cnico vitoriano. Pero adem¨¢s del capit¨¢n (15 puntos y tres asistencias), en el equipo blanco fueron protagonistas Causeur (con 18 puntos, igual de clave que en la conquista de la D¨¦cima en el mismo escenario), Yabusele (otros 18 puntos y ocho rebotes), Deck, Poirier y Abalde, el primero en tocar a rebato. Cuando la fe madridista se cruz¨® con las dudas cul¨¦s.
As¨ª lleg¨® la en¨¦sima resurrecci¨®n del Madrid en una temporada inexplicable que solo se entiende desde la m¨ªstica, la her¨¢ldica y la gen¨¦tica. De las 17 derrotas en 28 partidos, en 82 d¨ªas de crisis y perdici¨®n entre el 23 de enero y el 13 de abril, a las 10 victorias consecutivas que han colocado a los blancos a las puertas de la gloria continental. ¡°Tuvimos un momento dif¨ªcil, sobre todo hasta llegar a la Copa¡±, explic¨® Laso tras rendir al Bar?a. ¡°Llegamos muy justos, con muchos partidos recolocados por la covid. Y esa final nos hizo da?o, porque creo que hicimos un buen partido y perdimos. Nos cost¨® reaccionar, empezamos a tener entradas y salidas de jugadores por las lesiones, pero r¨¢pidamente empezamos a preparar todo esto. El equipo ha dado su mejor versi¨®n en el momento adecuado¡±, complet¨® el entrenador madridista. ¡°Somos un equipo de campeones, lo hemos demostrado cada vez que el partido era importante y estoy muy feliz¡±, resumi¨® Causeur. ¡°Queda lo m¨¢s importante. Tenemos por delante una final y las finales se ganan, no se juegan¡±, sentenci¨® el franc¨¦s.
La doble rev¨¢lida del Madrid consiste ahora en derrotar en la final al Efes y a la maldici¨®n que les conden¨® en 2013 y 2014 ante el Olympiacos de Spanoulis y el Maccabi de Rice tras darse el homenaje de derrotar al Bar?a en aquellas dos semifinales, como esta vez en Belgrado. El conjunto azulgrana qued¨® esta vez marcado por el desenlace inesperado y por las palabras de Jasikevicius tras la derrota, las m¨¢s duras de la noche, incidiendo en reproches ya lanzados a sus jugadores en sus dos cursos en el banquillo cul¨¦. ¡°No tenemos instinto asesino y esto es algo complicado de aceptar¡±, comenz¨® en su lista de azotes.
¡°En estos partidos decisivos hay que defender y sacrificarse. Y a nosotros nos falt¨® ser profesionales y sacrificarnos. Es una enorme decepci¨®n. Creo que somos mejor equipo, pero no vamos a jugar la final. Esa es la realidad¡±, sentenci¨® el entrenador del Bar?a. ¡°Nos pasa muchas veces esto. As¨ª es este equipo, un grupo con talento¡ pero estando tan cerca de jugar otra final, nos meten 52 puntos en la segunda parte. Esto no es serio. El a?o pasado perdimos la final, fue una derrota muy dura, pero esta puede ser la m¨¢s dura. Esto tiene que doler mucho¡±, remat¨® Jasikevicius.
M¨¢s escueto fue Mirotic. ¡°Han jugado mejor, sobre todo la segunda parte. Han tenido m¨¢s acierto. La enhorabuena para ellos¡±, acert¨® a decir, hundido tras ver como su extraordinario partido (26 puntos, 12 rebotes, cinco asistencias y 39 de valoraci¨®n) quedaba perdido en el bulevar de los sue?os rotos. El Bar?a hegem¨®nico, el de los 11 triunfos con Jasikevicius en los 14 cl¨¢sicos previos a la semifinal (los cinco ¨²ltimos de forma consecutiva) cay¨® en el d¨ªa clave. El Madrid llev¨® su instinto de supervivencia a la final. El Bar?a sus dilemas al div¨¢n.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.