El Madrid se sobrepone a las bajas para doblegar al Baskonia: 94-84
Un parcial de 15-0 en el inicio de la segunda parte termina con la resistencia vitoriana en el primer partido de semifinales
Est¨¢ el Real Madrid cogido con pinzas; sin bases de referencia; con Hanga, que ejerce como tal, con dos faltas en los primeros minutos; con Llul, despu¨¦s de tres triples, corriendo hacia el vestuario agarr¨¢ndose la ingle y llamando al fisio. Con Poirier subido a la bicicleta est¨¢tica y Pablo Laso haciendo ese gesto tan caracter¨ªstico del vitoriano, agarr¨¢ndose con la diestra el nudo de la corbata siempre que parece preocupado, y buscando soluciones entre los j¨®venes. Entra N¨²?ez, que todav¨ªa no es mayor de edad ¨Cpor un d¨ªa¨C para liderar el equipo. Y pese a todo, no se descompone el Ma...
Est¨¢ el Real Madrid cogido con pinzas; sin bases de referencia; con Hanga, que ejerce como tal, con dos faltas en los primeros minutos; con Llul, despu¨¦s de tres triples, corriendo hacia el vestuario agarr¨¢ndose la ingle y llamando al fisio. Con Poirier subido a la bicicleta est¨¢tica y Pablo Laso haciendo ese gesto tan caracter¨ªstico del vitoriano, agarr¨¢ndose con la diestra el nudo de la corbata siempre que parece preocupado, y buscando soluciones entre los j¨®venes. Entra N¨²?ez, que todav¨ªa no es mayor de edad ¨Cpor un d¨ªa¨C para liderar el equipo. Y pese a todo, no se descompone el Madrid frente a un Baskonia que alude al cansancio, a la intensidad del tercer partido en Valencia para justificar sus altibajos. El primer asalto es blanco.
Pero no. No es el cansancio lo que derrota al Baskonia, sino el esp¨ªritu del Real Madrid, que aparte de un fondo de armario prodigioso, no se arredra ante las dificultades. A Laso le faltan bases y los jugadores improvisan sobre la cancha. Primero es Llul, pese a las molestias, el que da el callo mientras aguanta el dolor. Se va, regresa al banquillo y luego se pone el ch¨¢ndal para no quit¨¢rselo. Despu¨¦s aparece Rudy para tomar el relevo en los lanzamientos triples y en el liderazgo moral del equipo, que tambi¨¦n, claro, necesita los 17 rebotes de Tavares o el acierto de Yabusele.
Cuando el Baskonia se acerca, se siente un equipo s¨®lido, con Peters y Costello entonados, y lima las diferencias en el luminoso, aparece Pablo Laso, toc¨¢ndose otra vez el nudo de la corbata, poniendo cara de ogro y echando broncas siderales a sus jugadores, que les hacen reaccionar. Pero es verdad que el Real est¨¢ tocado, sin poder componer un equipo can¨®nico, sino s¨®lo montar un mecano, pero, claro est¨¢, hecho de piezas muy valiosas. Corre el Baskonia cuando puede y en esos momentos sufre el Madrid, que adem¨¢s pierde el dominio del rebote, pero no se arredra.
Cuando peor est¨¢ el equipo madrile?o, no se deja ir, ni mucho menos. Acaba la primera parte y gana. Por dos puntos, dentro de la m¨¢xima igualdad, pero gana, y esa ventaja en el marcador es como una se?al de que pueden ir a m¨¢s a poco que hagan bien las cosas.
Hablan los entrenadores de no cometer errores en la segunda mitad. El discurso de los dos es id¨¦ntico, pero s¨®lo el Real Madrid se aplica el cuento, porque si los jugadores blancos se salen del guion, aparece otra vez Laso, con ese toque sutil de la corbata, esa cara de malas pulgas, esa bronca a Poirier, que se va al banquillo por contestar. Y en cinco minutos de la segunda parte, se descompone el Baskonia en un comienzo catastr¨®fico, o estratosf¨¦rico, visto desde el bando local, porque un parcial de 17-0 en contra de los vitorianos, y con el Real Madfid anotando todo y de todos los colores, es complicado de levantar.
As¨ª que el Baskonia se rinde, pese a alg¨²n ramalazo puntual, que obliga a Laso a mirar de nuevo con gesto de furia, a tocarse la corbata. No quiere descuidos, aunque admite a rega?adientes la relajaci¨®n final de los suyos, y el esfuerzo postrero de los baskonistas que maquillan el marcador en los minutos finales, cuando Spahija ya est¨¢ mudo en la bancada, para acabar perdiendo s¨®lo por diez puntos, aun sabiendo desde mucho antes que la derrota era inevitable. Con Rudy, Tavares, Yabusele o Causeur inspirados, ya puede el Real Madrid jugar sin bases, que se muestra imparable. Le bast¨® s¨®lo con encontrar un resquicio, un atisbo de duda en el comienzo de la segunda parte, para llevarse el primer partido de la serie.
REAL MADRID 94
BASKONIA 84
Real Madrid: Hanga (7), Causeur (16), Taylor (4), Yabusele (10), Tavares (12) ¨Cequipo inicial¨C, Llul (9), Deck (8), Rudy (14), N¨²?ez (0), Randolph (3), Klavzar (0), Poirier (11).
Baskonia: Baldwin (10), Fontecchio (4), Giedraitis (10), Peters (15), Enoch (9) ¨Cequipo inicial¨C, Marinkovic (11), Costello (12), Raieste (0), Granger (3), Wetzell (2), Sedekerskis (5), Kurucs (3).
Parciales: 22-19, 22-23, 30-21, 20-21.
?rbitros: Jim¨¦nez, Cort¨¦s y Torres.
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