Espa?a liquida a la Rep¨²blica Checa y se gana las vacaciones
La Roja, primero sostenida por Unai Sim¨®n, y luego lanzada por Soler y Sarabia, se sit¨²a l¨ªder del grupo tras el inopinado patinazo de Portugal en Suiza
Doble ventura para Espa?a: dej¨® M¨¢laga como l¨ªder de su grupo en la Liga de Naciones y se fue de vacaciones. En la Roja, todos dichosos tras una victoria ante la Rep¨²blica Checa que deja a tiro la fase final para los de Luis Enrique. Portugal se dio un trastazo en Suiza (1-0) y es previsible que, cuando faltan dos jornadas, espa?oles y lusos se lo jueguen en septiembre en territorio CR. A Espa?a puede bastarle un empate. Mientras, de esta aproximaci¨®n al torneo la Roja se va...
Doble ventura para Espa?a: dej¨® M¨¢laga como l¨ªder de su grupo en la Liga de Naciones y se fue de vacaciones. En la Roja, todos dichosos tras una victoria ante la Rep¨²blica Checa que deja a tiro la fase final para los de Luis Enrique. Portugal se dio un trastazo en Suiza (1-0) y es previsible que, cuando faltan dos jornadas, espa?oles y lusos se lo jueguen en septiembre en territorio CR. A Espa?a puede bastarle un empate. Mientras, de esta aproximaci¨®n al torneo la Roja se va con un aprobado, cumplidora ante suizos y checos en las dos ¨²ltimas jornadas. Como en Ginebra, en La Rosaleda no dej¨® un partido oscarizado, solo resolutivo. Primero par¨® Unai y luego atinaron Soler y Sarabia. Lo mejor con los buenos tramos de Asensio y Gavi.
Soler no es un futbolista con mucho rollo con el juego. Lo suyo es el destino: el ¨¢rea rival. Es uno de esos centrocampistas que no se sienten forasteros en la zona m¨¢s minada. El gol sintetiz¨® a Soler, sell¨® uno de esos brotes eventuales de Asensio, y Koke, por fin, tuvo una revelaci¨®n.
La gente de M¨¢laga, que ¨²ltimamente no va sobrada de f¨²tbol, ya rogaba un pasecito hacia delante. S¨ª, es posible, entendi¨® el capit¨¢n espa?ol, que conect¨® con Asensio. El madridista se activ¨® en ese terreno que confunde a las defensas de cinco, entre central y lateral, que no siempre concilian. El balear sed¨® la pelota, se gir¨® y dio la bienvenida a Soler. El valencianista lleg¨® como un tiro y alivi¨® a la Roja, pesadota y sin gobierno hasta entonces.
Antes de la veta de Soler, Espa?a estaba bloqueada por el do de pecho checo. El grupo de Jaroslav Silhavy ten¨ªa m¨¢s nervio, otra marcha. La Roja colgaba de Unai Sim¨®n, primordial en un disparo pu?etero de Cerny tras una coladura de Marcos Alonso que el vasco resolvi¨® con su manopla izquierda. Al instante, un duelo esgrimista con Kuchta, desenga?ado por la intervenci¨®n de Unai con los pies. No hay partido sin sobresaltos para los de Luis Enrique, a los que cuesta un mundo sincronizar defensivamente si la hermandad no es extrema. Son habituales las puertas abiertas delante de Unai, que no gana para sustos, incluidos los que ¨¦l mismo provoca con m¨¢s de un garabato con los pies. Es lo que le ordenan, pese a que, como a la mayor¨ªa de los guardametas, el bal¨®n le casta?etee en las botas.
Con la trinchera en alerta, a Espa?a no le bastaba con el vacuo formalismo de Koke o Rodri, por ejemplo, cuando trazan un pase superficial tras otro. De bostezo en bostezo no se enchufaban Olmo y Morata. Pero el elixir del gol es m¨¢gico. No siempre es hijo del juego, como en La Rosaleda, pero casi siempre es curativo. Un rato, al menos. Sucedi¨® esta vez. Un periquete despu¨¦s del 1-0, Asensio, pr¨®spero por momentos, hizo la jugada recreativa de la noche. Le falta cabezoner¨ªa para ser m¨¢s perseverante, pero sabe como pocos adular a la pelota. Tras un par de tacos exquisitos, deline¨® otro servicio para Soler, al que esta vez se le fue la oportunidad. El mejor periodo de Espa?a con el mejor Asensio, que tambi¨¦n reclam¨® con motivos un atropello que pareci¨® penalti.
No es la Rep¨²blica Checa una selecci¨®n que deslumbre. Es un equipo raso que obliga al aficionado medio a googlear para tener referencias de cualquiera de sus jugadores. Pero tanto en Praga como en M¨¢laga, su aire macizo result¨® un engorro para la Roja, poco afinada. Una selecci¨®n sufrida, afanosa sin el bal¨®n, pero le falta gancho en las ¨¢reas. Es su constante, en los buenos y en los no tan buenos d¨ªas.
Sin mazo, hay partidos, sea quien sea el adversario, que se le enredan. No se le acentuaron en la Costa del Sol porque el rival no era un gigante y porque finalmente hilaron los dos internacionales m¨¢s punteros de este periplo: Gavi y Sarabia, reclutados en el segundo acto. El cadete azulgrana, cordones al viento, con ese aspecto desali?ado que le caracteriza, se ventil¨® a un par de contrarios y conect¨® con su camarada Ferran. El extremo, angustiado por su sequ¨ªa goleadora, su mejor divisa, dispar¨® torcido y Sarabia, que tiene instinto, estaba presente para soplar el 2-0. Faena liquidada para Espa?a, que sin serpentinas en los cuatro partidos veranear¨¢ como l¨ªder del grupo. A la vuelta, en septiembre, Qatar estar¨¢ a la vista y Espa?a, como tantas de sus rivales, requiere ajustes. Nada se puede conjeturar. Francia, que emboba por su n¨®mina, va de pena en pena. A Espa?a le sentar¨¢ bien el recreo estival.
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