Mirotic revive al Barcelona frente al Madrid
El ala-p¨ªvot asume el protagonismo y conduce al equipo azulgrana a un triunfo exigente pero reparador que iguala la final de la ACB, ahora con dos encuentros por jugar en la capital
Despu¨¦s del primer partido y una derrota sin apenas decir ni p¨ªo, se intu¨ªa que este Bar?a estaba desfondado, que carec¨ªa de confianza y hasta de baloncesto. Incluso se dir¨ªa que ol¨ªa a chamusquina porque no parec¨ªa llegar al vestuario el exigente mensaje de Jasikevicius de electrificar los partidos de principio a fin. Tambi¨¦n lo pareci¨® al inicio del choque, destemplado el equipo azulgrana. Pero con Mirotic no se juega. Daba igual que le pusieran a Yabusele, a Deck,...
Despu¨¦s del primer partido y una derrota sin apenas decir ni p¨ªo, se intu¨ªa que este Bar?a estaba desfondado, que carec¨ªa de confianza y hasta de baloncesto. Incluso se dir¨ªa que ol¨ªa a chamusquina porque no parec¨ªa llegar al vestuario el exigente mensaje de Jasikevicius de electrificar los partidos de principio a fin. Tambi¨¦n lo pareci¨® al inicio del choque, destemplado el equipo azulgrana. Pero con Mirotic no se juega. Daba igual que le pusieran a Yabusele, a Deck, a los dos encima... El ala-p¨ªvot cogi¨® el bal¨®n, el protagonismo y toda la presi¨®n para llevar al Barcelona a un triunfo reponedor que iguala la serie, ahora con dos partidos por disputar en Madrid.
Como si no hubiera acabado el primer encuentro, el Madrid comenz¨® en combusti¨®n. Lo explic¨® Hanga, que en menos de 15 segundos ya se colgaba del aro; lo subray¨® Yabusele con un tiro a tablero y lo corrobor¨® Deck, que entraba a canasta como Pedro por su casa. En una de esas, adem¨¢s, atropell¨® a Sanli para dejar claro que el turco ¡ªforz¨® para jugar despu¨¦s de torcerse el tobillo en el ¨²ltimo envite de la serie de semifinales ante el Joventut¡ª no estaba para muchos trotes. Aturdido por un arranque desolador, el Bar?a encadenaba p¨¦rdidas de bal¨®n al buscar sin ¨¦xito a Mirotic. Un parcial de 0-8 que se ampli¨® a 4-14. Hasta que entraron Laprovittola y Jokubaitis para correr e imprimir intensidad, tambi¨¦n para maquillar el primer cuarto (13-17) y alimentar el alborozo del enfervorizado Palau, conscientes todos de que nunca antes se ha remontado una serie en la final que empezara con un 0-2.
Resulta curioso, en cualquier caso y frente a un rival que saca m¨²sculo como el Madrid, que Jasikevicius siga apostando por Hayes-Davis, an¨®nimo desde hace mucho tiempo, y no incluya en la convocatoria a Exum, jugador en¨¦rgico como pocos. El que s¨ª que entr¨® para el Madrid, despu¨¦s de tres partidos mordi¨¦ndose las u?as en el banquillo, fue Llull, ya recuperado de su rotura muscular. As¨ª lo estim¨® Chus Mateo porque faltaba alguien que dirigiera el cotarro; porque Hanga y Causeur son escoltas; y tambi¨¦n porque el equipo blanco hac¨ªa aguas desde el per¨ªmetro, pues emboc¨® dos de 15 lanzamientos de tres hasta el entreacto. Pero ni Llull ni los jugadores que estaban fuera del quinteto inicial aportaban demasiado en comparaci¨®n con los suplentes del Bar?a, que sumaban rebotes (Smits, Jokubaitis) y puntos (Laprovittola y Davies), tambi¨¦n el orgullo y el pundonor que el equipo parec¨ªa haber perdido por el camino. Ni siquiera la carencia en el rebote ofensivo, una vez m¨¢s la debilidad azulgrana porque no hay un Dennis Rodman que valga, impidi¨® que Calathes, tras un traje a Tavares y una bandeja, pusiera por delante al Barcelona (26-24) por primera vez en el duelo tras 16 minutos. Al descanso, sin embargo, se fueron en tablas (32-32).
La inspiraci¨®n de Nikola
Aguardaba el Barcelona a su estrella como agua de mayo y Nikola Mirotic pidi¨® turno tras el descanso, realizador de los primeros siete puntos para los azulgrana. Ocurri¨® que sus compa?eros tampoco le ayudaban demasiado al tiempo que el Madrid segu¨ªa haciendo de las suyas en la botella, molesto y atronador el Palau sobre todo cuando Hanga volvi¨® a hacer un mate en el momento en el que Calathes estaba tumbado en el suelo porque hab¨ªa chocado su cabeza con la de Davies en busca de un bal¨®n. Tan fuerte fue el golpe que debieron coserle el p¨®mulo antes de que volviera a la cancha, a la batalla. Esa en la que ya estaba Llull como se encarg¨® de recordar para abrir brecha de nuevo (46-52); esa en la que segu¨ªa Mirotic ¡ª12 puntos en el cuarto¡ª y se sumaba Laprovittola para cerrar el tercer tiempo de color azulgrana (56-54).
Otro al que le gusta competir y correr es a Jokubaitis, que se llev¨® los aplausos de la afici¨®n cuando fue sustituido, necesitado de un descanso por el trabajo hecho (65-57). Pero su reposo se le indigest¨® al Barcelona, desatinado Laprovittola con tres lanzamientos de triple seguidos, excelentemente replicado por Yabusele (65-65). Ocurri¨® entonces que a todos les entr¨® el tembleque, sucesi¨®n de tiros libres fallados, p¨¦rdidas, tapones... Hasta que Mirotic volvi¨® a escena, claro. ¡°?No quiero tiros de Mirotic liberado!¡±, reclamaba Chus Mateo al inicio del pen¨²ltimo tiempo muerto. Pero ni con esas. Suyo fue el bal¨®n, el partido y el triunfo que deja con vida al Barcelona. ¡°?Nikola Mirotic, la, la, la, la, lalal¨¢!¡±, gritaba la afici¨®n al final del envite en se?al de reconocimiento, tambi¨¦n de agradecimiento. No era para menos.
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