Serena Williams, de mazazo en mazazo
La estadounidense cede ante Tan (7-5, 1-6 y 7-6(7) y se despide de Londres a las primeras de cambio, al igual que la temporada pasada: ¡°S¨ª, ha sido muy duro¡±
A las diez y media de la noche, hora inglesa, los aficionados se frotan los ojos, se echan las manos a la cabeza y reflexionan mientras desalojan por los vomitorios de la pista central: ?Ha podido ser este el ¨²ltimo desfile de Serena Williams por La Catedral?
La estadounidense, de 40 a?os, acaba de caer contra la francesa Harmony Tan (7-5, 1-6 y 7-6(7) y de cerrar una velada con aroma a despedida. Sabe que la mecha se agota, que las posibilidades de alcanzar el r¨¦cord hist¨®rico de Margaret Court, los 24 grandes, son cada vez m¨¢s remotas ...
A las diez y media de la noche, hora inglesa, los aficionados se frotan los ojos, se echan las manos a la cabeza y reflexionan mientras desalojan por los vomitorios de la pista central: ?Ha podido ser este el ¨²ltimo desfile de Serena Williams por La Catedral?
La estadounidense, de 40 a?os, acaba de caer contra la francesa Harmony Tan (7-5, 1-6 y 7-6(7) y de cerrar una velada con aroma a despedida. Sabe que la mecha se agota, que las posibilidades de alcanzar el r¨¦cord hist¨®rico de Margaret Court, los 24 grandes, son cada vez m¨¢s remotas y que la erosi¨®n de la edad y el kilometraje acumulado se acent¨²an cada d¨ªa m¨¢s. La norteamericana coge ox¨ªgeno y carga el raquetero al hombro; procesa e intenta conceder normalidad a una situaci¨®n angustiosa que se repite y que habla del fin de una era.
Londres, un a?o despu¨¦s. Se march¨® el curso pasado lastimada, con la corva rota ¨Czona posterior de la rodilla¨C y cuando solo hab¨ªan transcurrido seis juegos en la primera ronda. Ahora, el bucle sigue, pero el dolor tal vez sea superior. A los mitos de la raqueta, y ella es uno de ellos, les suele costar dar el paso a un lado, salvo que se llamen Bj?rn Borg o raras excepciones. Se rebela Williams, pero no le alcanza. Llevaba un a?o entero sin jugar y, visto lo visto, parece una utop¨ªa pensar en que m¨¢s adelante pueda llegar al Ed¨¦n que pretende desde que estrenara maternidad (2017) e interrumpiera su carrera.
Estuvo muy cerca, a un solo paso, pero volaron esas cuatro finales ¨Cdos en Wimbledon y otras dos en Nueva York, las cuatro entre 2018 y 2019¨C y el par¨®n coronav¨ªrico dilapid¨® gran parte del cr¨¦dito que le quedaba. Corre el reloj y se esfuman las opciones.
¡°S¨ª, ha sido muy duro¡±, responde a la moderadora que distribuye el turno de palabra en Wimbledon. ¡°He tenido algunas oportunidades de ganar el primer set, ya sabes, pero no funcion¨®, as¨ª que...¡±, sigue mientras escruta con la mirada a todos los periodistas que a esa hora aguardan sus respuestas en la sala de conferencias.
¨C ?Crees que este ha podido ser tu ¨²ltimo partido aqu¨ª?
¨C Esa es una pregunta que no puedo responder. Siento que, ya sabes, no lo s¨¦¡ Qui¨¦n sabe d¨®nde voy a estar.
Dice Williams que f¨ªsicamente se ha sentido bien, aunque considera que con un punto m¨¢s de rodaje pod¨ªa haberle discutido m¨¢s la victoria a su rival. Hace un a?o fue una lesi¨®n, pero esta vez la causa es puramente ten¨ªstica. En su camiseta se lee un mensaje que invita a transformar el juego (Be the Change Gamer) y un periodista le plantea c¨®mo ha contribuido ella a la evoluci¨®n de su deporte.
¡°Simplemente, no debes tener miedo a ser diferente. No tengas miedo a destacar. S¨ª, as¨ª he sido yo. Me encanta cambiar el juego. Es algo que no me propuse hacer, pero que de alguna manera lo hice. Soy Serena, y eso es bastante impresionante¡±, expresa antes de asegurar que tiene ¡°toneladas de motivaci¨®n¡± para llegar en condiciones al US Open e incorporarse de manera parsimoniosa a la puerta de salida.
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