Los marchadores espa?oles se quedan sin medalla en los 20 kil¨®metros del Mundial de Oreg¨®n

Vive Eugene un verano que m¨¢s bien parece una primavera. Ma?anas y noches frescas, un cielo azul sin atisbo de nubes, refugios de sombra y naturaleza verde a tiro de piedra del campus donde duermen y compiten los deportistas. Los atletas lo agradecen. Tras los sofocones del Mundial de Doha y los Juegos de Tokio, los 25 grados con los que empieza a marchar la granadina Mar¨ªa P¨¦rez junto a otras 40 mujeres no parecen tan fieros. Daba la marchadora una de cal y una de arena antes de la prueba. ...

Vive Eugene un verano que m¨¢s bien parece una primavera. Ma?anas y noches frescas, un cielo azul sin atisbo de nubes, refugios de sombra y naturaleza verde a tiro de piedra del campus donde duermen y compiten los deportistas. Los atletas lo agradecen. Tras los sofocones del Mundial de Doha y los Juegos de Tokio, los 25 grados con los que empieza a marchar la granadina Mar¨ªa P¨¦rez junto a otras 40 mujeres no parecen tan fieros. Daba la marchadora una de cal y una de arena antes de la prueba. ¡°Estoy mejor que en Tokio¡±, advert¨ªa, ¡°pero no somos robots, tiene que salir el d¨ªa¡±, puntualizaba. Y no sali¨®: la espa?ola fue descalificada en el kil¨®metro 14 tras perder sus opciones cuando llevaba solo siete kil¨®metros, obligada a parar dos minutos por recibir tres avisos de los jueces.

No quiso ver la andaluza el circuito antes de la prueba. Ya sab¨ªa que se iba a hartar de ¨¦l. Veinte vueltas de un kil¨®metro m¨¢s las del calentamiento le parec¨ªan m¨¢s que suficientes. Esperaba una carrera r¨¢pida, por lo que la trampa tendida por las cuatro chinas desde el comienzo, una salida en tromba, no la pill¨® por sorpresa. P¨¦rez, ¨²nica representante espa?ola, pero con la segunda mejor marca de las participantes este a?o, no se achant¨®: tambi¨¦n vestida de rojo, se mimetiz¨® entre ellas y pas¨® los primeros dos kil¨®metros subido a ese tren que circulaba a 4m 20s por vuelta.

La cuerda sigui¨® tens¨¢ndose hasta romperse. Antes de cruzar el tercer kil¨®metro, la peruana Kimberly Garc¨ªa emprendi¨® la escapada junto a la china Shijie Qieyang, la marchadora con la tercera mejor marca este a?o. Atr¨¢s, se encendieron las alarmas. P¨¦rez lider¨® la persecuci¨®n durante un tramo, pero las penalizaciones por marcha irregular la dejaron sin opciones cuando la carrera llevaba poco m¨¢s de un tercio completado: sali¨® del pit lane m¨¢s all¨¢ del puesto 30, demasiado hero¨ªsmo incluso para alguien que roz¨® el podio en Tokio.

No se dej¨® llevar la espa?ola por el des¨¢nimo a su vuelta a la competici¨®n. Fue ascendiendo puestos (17? en el kil¨®metro 13, a 3m 10s de la cabeza), pero la carga era ya demasiada: cay¨® al abismo a seis kil¨®metros de meta, cuando fue descalificada al recibir la cuarta tarjeta roja. La primera posibilidad seria de medalla para Espa?a se esfumaba sin siquiera posibilidad de pelear.

Delante, Garc¨ªa y Qieyang, sin avisos, lideraban. Pero la peruana, octava del r¨¢nking mundial, demostr¨® que su ataque tempranero no era para salir en la foto: venci¨® en 1h 26m 58s, r¨¦cord de Per¨², y acab¨® con el dominio de las chinas, intratables durante la ¨²ltima d¨¦cada. Segunda fue la polaca Katarzyna Zdzieblo, a 33 segundos, batiendo tambi¨¦n la marca de su pa¨ªs. Y complet¨® el podio la china Qieyang, a 58 segundos.

Al acabar, P¨¦rez ha explicado que ha salido ¡°sin nervios y con confianza¡±, pero las amonestaciones y la obligaci¨®n de parar dos minutos fueron un lastre definitivo. ¡°He seguido intentando remontar puestos, pero esto es una cosa que pasa en la marcha, no depende todo de ti¡±.

?lvaro Mart¨ªn, finalista

Espa?a contaba con otra opci¨®n clara de medalla en el extreme?o ?lvaro Mart¨ªn, cuarto en los Juegos de Tokio, pero finalmente solo pudo ser s¨¦ptimo en una carrera dominada por los japoneses, que firmaron un doblete en meta. El combinado nip¨®n, el m¨¢s numeroso con cuatro integrantes, part¨ªa como favorito. Y desde el comienzo ya dejaron se?ales de ello. El ganador en Doha hace tres a?os, Toshikazu Yamanishi, a duras penas pod¨ªa contener sus ganas de ir hacia adelante. Y en el primer kil¨®metro ya se anim¨® a tomar unos metros sobre el grupo.

Los espa?oles cumpl¨ªan con el guion. Mart¨ªn, que acud¨ªa con la octava mejor marca, se dejaba ver delante junto a otro europeo muy activo, el sueco Perseus Karlstrom, uno de los pocos que llevaba una toalla h¨²meda anudada al cuello para combatir el calor, dado que pasadas las tres de la tarde hab¨ªa seguido subiendo la temperatura respecto a la prueba femenina y rondaba los 28 grados. Mientras tanto, Diego Garc¨ªa y Alberto Amezcua marchaban m¨¢s resguardados en un grupo muy numeroso, 24 unidades al paso por el quinto kil¨®metro. Todo transcurr¨ªa seg¨²n las previsiones de Mart¨ªn, que esperaba una primera parte de tanteo antes de que se abrieran hostilidades.

Absorbido el ¨ªmpetu inicial de Yamanishi, en el ecuador todav¨ªa quedaban 17 hombres, y Amezcua empezaba a perder comba. El ritmo sube, y dos kil¨®metros despu¨¦s solo sobreviven diez elegidos, entre ellos Mart¨ªn y Garc¨ªa, los tres japoneses, Karlstrom, y el keniano Samuel Gathimba, aferrado a la idea de llevar a ?frica la segunda medalla en la disciplina tras el bronce del tunecino Hatem Ghoula en Osaka 2007.

Yamanishi, que con sus escarceos iniciales ya hab¨ªa mostrado sus intenciones, vuelve de nuevo a escena con un ataque en el kil¨®metro 14 que exhibe debilidades y fortalezas. Gathimba y el japon¨¦s Koki Ikeda le siguen. ?lvaro Mart¨ªn, se pone cuarto a unos segundos y vuelve el recuerdo de Tokio y la cercan¨ªa al metal perdido, pero Karlstrom se repone, le pasa y se une al grupo delantero. Mart¨ªn atraviesa el kil¨®metro 15 en una hora justa, a 4 minutos el kil¨®metro, casi calcando su ritmo de marca personal este a?o. Pero todo se jugar¨¢ entre los cuatro de delante.

El panorama se aclara a¨²n m¨¢s en el kil¨®metro 17 cuando se queda Karlstrom y Gathimba parece dispuesto a dar a Kenia una alegr¨ªa in¨¦dita. Pero el sueco, que parece tener mil vidas, aprieta los dientes. Delante, Yamanishi vuelve a sembrar el caos y se lleva a su compatriota Ikeda hasta el ¨²ltimo kil¨®metro, cuando acelera y acelera para imponerse en 1h 19m 7s. Siete segundos despu¨¦s llega Ikeda, y cuatro segundos m¨¢s tarde Karlstrom cierra la puerta al sue?o africano. Mart¨ªn termina s¨¦ptimo en 1h 20m 19s, en puestos de finalista, y Amezcua (1h 20m 44s), en una remontada final, se queda noveno a solo cinco segundos de ser finalista. Diego Garc¨ªa (1h 23m 21s) termina en el puesto 16.

Los espa?oles despiden as¨ª los 20 kil¨®metros marcha sin medallas, un resultado que Mart¨ªn considera ¡°muy mejorable¡±, aunque en categor¨ªa masculina acaban como segundo, tercero y quinto europeos, buenas perspectivas para el campeonato continental de M¨²nich el mes pr¨®ximo.

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