Demb¨¦l¨¦ hace lo que le da la gana ante el New York Red Bulls
El extremo, imparable, retuerce al rival al tiempo que Lewandowski se encasquilla de mala manera con el gol
Demb¨¦l¨¦ ha pasado de ca¨®tico a sembrar el caos, inspiraci¨®n continua que juega con los rivales porque hace lo que le da la gana con el bal¨®n entre las botas, futbolista imposible de anudar porque corre que se las pela y desborda talento. Hace poco m¨¢s de dos d¨¦cadas, antes de que decidiera cambiar el Camp Nou por el Bernab¨¦u y por unos cuantos millones de m¨¢s, hab¨ªa un extremo puro en el Bar?a de apellido Figo que era el ¨ªdolo de la hinchada y el temor de los marcadores porque a cada ocasi¨®n que encaraba descontaba a su pareja de baile. Una superioridad que no se ve¨ªa en un extremo -siempre si...
Demb¨¦l¨¦ ha pasado de ca¨®tico a sembrar el caos, inspiraci¨®n continua que juega con los rivales porque hace lo que le da la gana con el bal¨®n entre las botas, futbolista imposible de anudar porque corre que se las pela y desborda talento. Hace poco m¨¢s de dos d¨¦cadas, antes de que decidiera cambiar el Camp Nou por el Bernab¨¦u y por unos cuantos millones de m¨¢s, hab¨ªa un extremo puro en el Bar?a de apellido Figo que era el ¨ªdolo de la hinchada y el temor de los marcadores porque a cada ocasi¨®n que encaraba descontaba a su pareja de baile. Una superioridad que no se ve¨ªa en un extremo -siempre sin contar a Messi- hasta que Demb¨¦l¨¦ ha aprendido a escoger sobre el tapete. Puede que necesitara alguien que le ense?ara, ninguno como Xavi porque su librillo no se entiende sin jugadores pegados a la l¨ªnea de cal. En esta ocasi¨®n, sin embargo, al franc¨¦s le fall¨® el socio, un Lewandowski que se encall¨® de mala manera ante el gol, an¨®nimo en los festejos en los tres partidos que suma de azulgrana. Aunque ni siquiera eso le import¨® a Demb¨¦l¨¦, autosuficiente para retorcer al New York Red Bulls.
Parece empe?ado el 7 darle la raz¨®n a Xavi ¨C¡±puede ser el mejor del mundo en su puesto¡±, repiti¨® hasta que al final el jugador renov¨®-, futbolista que se marca una suerte de pasos de break-dance sobre el c¨¦sped para romper a los rivales, virguer¨ªas con el bal¨®n, recortes, frenadas en seco, insinuaciones con la cadera para hacer lo contrario con los pies, diagonales con peligro y surtidor de oportunidades. Nadie le pudo echar el lazo y en uno de esos zigzagueos, tambi¨¦n tras una pared con De Jong, le cedi¨® el esf¨¦rico a Lewandowski, que decidi¨® no chutar de primeras sino que se acomod¨® el bal¨®n para soltar el zurriagazo, tarde y mal porque le dio tiempo a Coronel a poner el pie, a despejar un gol que ya se celebraba en la grada. No le qued¨® otra al delantero polaco que sacar la lengua y sonre¨ªr, se?al de impotencia y nerviosismo porque se le encasquilla el gol. Una tara que exhibi¨® en varias ocasiones, pues tambi¨¦n malbarat¨® dos pases de Raphinha -uno al bulto cuando solo le quedaba batir al portero; otro alto y torcido-, y un centro de Alba que remat¨® con la cabeza, de nuevo por encima del larguero. Fue su t¨®nica, su pena, porque incluso se marc¨® una jugada individual de a¨²pa, con un control y giro, con un autopase y un recorte que valieron para tumbar a tres rivales, con un disparo que de nuevo no cogi¨® porter¨ªa.
Todos esos errores que se?alan a Lewandowski porque de ¨¦l se espera un porr¨®n de goles y m¨¢s como explica su curr¨ªculo, no inquietaron a Demb¨¦l¨¦, que ten¨ªa m¨¢s y para todos. Por lo que despu¨¦s de entenderse con Raphinha -que no jug¨® un buen partido pero que result¨® determinante como ocurriera ante el Inter Miami o en el cl¨¢sico-, le peg¨® cruzado y raso a la red, Pichichi azulgrana en la gira con cuatro tantos (uno ante el Inter Miami, dos frente a la Juve). Es un diablo con botas, adem¨¢s del picante del ataque que acapar¨® los flashes al punto que poco se vio el trabajo sucio de De Jong en la medular -al fin titular- o la solvencia de Christensen y Eric Garc¨ªa de centrales ahora que Araujo se atornilla en el lateral derecho para disgusto de Sergi Roberto y Dest.
Demb¨¦l¨¦ tom¨® el banquillo tras el entreacto y el Bar?a perdi¨® electricidad a cambio de m¨²sculo y finura porque Kessi¨¦ corri¨® por dos y Pedri pidi¨® el bal¨®n para mover los hilos del ataque. El faro segu¨ªa siendo Lewandowski, de nuevo peleado con el gol y el portero rival, que desvi¨® dos remates poderosos con las manoplas. No hab¨ªa tut¨ªa, negaci¨®n y m¨¢s sonrisas del polaco, desespero pasajero porque se sabe que en el ¨¢rea recoge los balones como Dennis Rodman atrapaba los rebotes, porque el gol siempre le hizo til¨ªn. Xavi, atento a la necesidad del ariete, opt¨® por dejarle en el campo -puso a Aubameyang de extremo- a la espera de que se reconciliara con la pelota. Pero no sucedi¨® en el Red Bull Arena y Memphis acab¨® por ocupar su sitio a falta de 20 minutos. Aunque tardaron en verse m¨¢s goles, por m¨¢s que casi lo lograran Ansu Fati con un remate acrob¨¢tico y otro demasiado cruzado, tambi¨¦n Aubameyang con un chut raso y ajustado que le gui?¨® el ojo al poste por fuera. Eso, el tanto, despu¨¦s de sortear a Coronel, lo autografi¨® Memphis para recordar que lo lleva en las venas. Pero no tiene sitio por el overbooking de cromos, porque jugar en este Bar?a ser¨¢ muy caro.
Con el triunfo en el bolsillo, se dieron minutos para ver que Pjanic puede tener sus oportunidades con Xavi por su facilidad para guardar la pelota y darle pausa al juego, para se?alar el crecimiento de Balde como lateral izquierdo y para comprobar que Piqu¨¦ sudar¨¢ lo suyo si no quiere perder la jerarqu¨ªa de central, ahora que Kound¨¦ aguarda en la ciudad deportiva a sus nuevos compa?eros tras cerrar la gira norteamericana. Una gira en la que Demb¨¦l¨¦ ya oposita a ¨ªdolo cul¨¦.
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