Nadal encuentra un b¨¢lsamo en Gasquet

¡°Tr¨¢game, tierra¡­¡±, viene a decir Richard Gasquet cuando la grada de la Arthur Ashe le aplaude al un¨ªsono: no le apoya, en realidad se apiada. Las palmas y los gritos no son m¨¢s que una se?al de compasi¨®n. El franc¨¦s, cuyos buenos d¨ªas quedan ya muy lejos, acaba de lograr su primer juego e interrumpir la secuencia avasalladora de Rafael Nadal, que ya le ha endosado nueve y arremete como la peor de sus pesadillas. Entre ambos, la historia se repite, bucle cruel para el estiloso franc¨¦s: el cara a cara refleja un 18-0. Y eso que en la adolescencia, vaticinaban algunos, el bueno de la quinta era ...

¡°Tr¨¢game, tierra¡­¡±, viene a decir Richard Gasquet cuando la grada de la Arthur Ashe le aplaude al un¨ªsono: no le apoya, en realidad se apiada. Las palmas y los gritos no son m¨¢s que una se?al de compasi¨®n. El franc¨¦s, cuyos buenos d¨ªas quedan ya muy lejos, acaba de lograr su primer juego e interrumpir la secuencia avasalladora de Rafael Nadal, que ya le ha endosado nueve y arremete como la peor de sus pesadillas. Entre ambos, la historia se repite, bucle cruel para el estiloso franc¨¦s: el cara a cara refleja un 18-0. Y eso que en la adolescencia, vaticinaban algunos, el bueno de la quinta era Gasquet, que al menos discute la ¨²ltima manga y maquilla: 6-0, 6-1 y 7-5, tras 2h 17m.

Despu¨¦s del resbal¨®n del martes ¨Ccedi¨® el primer parcial contra Rinky Hijikata¨C y de la zozobra del jueves ¨Centreg¨® otro al empezar contra Fabio Fognini¨C, Nadal encuentra un manantial. Obtiene peloteo y ritmo, pule los golpes y compite a velocidad de crucero. Tambi¨¦n se topa con un rival que sale a la pista condenado y al que exprime para sacarle todo el jugo. Es una velada de experimentaci¨®n, perfecta ahora que se avecinan las curvas. Prueba tiros, ensaya maniobras y eleva la temperatura de su tenis, llev¨¢ndose al final un buen pu?ado de cosas interesantes al hotel. Tras dos jornadas a contrapi¨¦, el mallorqu¨ªn es mucho m¨¢s reconocible.

Aumenta el volumen de su juego y tambi¨¦n el de su box. Desde all¨ª observan su padre y su hermana, reci¨¦n incorporados a la expedici¨®n, y desde all¨ª le recomiendan sus t¨¦cnicos que hurgue en el rev¨¦s de un rival que es un flan. Gasquet tiene clase, pero su tenis tiene un sabor demasiado a?ejo, como si se hubiera anclado en ese 2008 en el que le ara?¨® por ¨²ltima vez un set. A excepci¨®n de la triple opci¨®n de break de la que dispone al principio y del arrebato final, el resto de la noche se traduce en un engorroso compromiso para ¨¦l. Y eso que Nadal, deportista de los pies a la cabeza, afloja para evitar el escarnio.

¡°Le deseo lo mejor, es un muy buen amigo¡±, expresa el espa?ol sobre la pista. La estad¨ªstica refleja una jornada de crecimiento y lo constata el balear, que dos noches atr¨¢s vivi¨® un cruce de perros. ¡°Un poco m¨¢s grande de lo habitual, pero est¨¢ bien. Sigue ah¨ª¡±, se refiere a su maltrecha nariz, que se golpe¨® de manera involuntaria con el arco de la raqueta. Se aprecia la marca de guerra. ¡°Son tres partidos ya, creo que he elevado el nivel y estoy contento¡±, prosigue mientras el cuadro le empareja con Frances Tiafoe en los octavos.

El estadounidense, un pegador desconcertante, asoma con exacerbado optimismo pese a los precedentes. Las dos veces que se enfrentaron (Australia y Madrid en 2019) no hubo excesivo debate, pero aun as¨ª ofrece un discurso m¨¢s bien bravuc¨®n. ¡°Soy un jugador distinto al de entonces, mucho mejor. Voy a ir a por ¨¦l¡±, dice el 26? del mundo, que promet¨ªa y todav¨ªa se le espera. ¡°Es un gran jugador, muy carism¨¢tico y muy r¨¢pido. Yo debo seguir mejorando para progresar. Espero que una victoria como la de hoy me ayude a elevar mi nivel de juego y confianza¡±, conf¨ªa Nadal.

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