Todo Boca Juniors
¡®Boquita¡¯ recorre la historia del m¨ªtico club argentino con testimonios de ¨ªdolos y aficionados, los cambios que han ido llegando al f¨²tbol y a la sociedad, y la forma de ser de un pa¨ªs
El Club Atl¨¦tico Boca Juniors es un inmenso todo que han ido construyendo millones de partes desde la fundaci¨®n de la entidad, all¨¢ por abril de 1905. Es la parte de Juan Brichetto, operario del puente levadizo del puerto que ide¨® aquello de elegir los colores del equipo en funci¨®n de la bandera del primer barco que pasara -fue la de Suecia-. Es la parte de Victoriano Caffarena, el Toto, el ¨²nico hincha que viaj¨® con el equipo en la gira europea de 1925 y al que los jugadores, para hacerle feliz, llamaron el...
El Club Atl¨¦tico Boca Juniors es un inmenso todo que han ido construyendo millones de partes desde la fundaci¨®n de la entidad, all¨¢ por abril de 1905. Es la parte de Juan Brichetto, operario del puente levadizo del puerto que ide¨® aquello de elegir los colores del equipo en funci¨®n de la bandera del primer barco que pasara -fue la de Suecia-. Es la parte de Victoriano Caffarena, el Toto, el ¨²nico hincha que viaj¨® con el equipo en la gira europea de 1925 y al que los jugadores, para hacerle feliz, llamaron el Jugador N¨²mero 12. Es la historia de Ernesto Secchi, que fue periodista y durante a?os acudi¨® a la cancha con un traje azul que, dec¨ªa, le daba suerte. Su padre le hac¨ªa bromas con aquella superstici¨®n. Hasta aquel partido contra River, en el que a falta de cinco minutos el ¨¢rbitro pit¨® penalti. Y entonces s¨ª, le pidi¨® que se lo pusiera. El portero detuvo el lanzamiento. Y Ernesto recibi¨® el primer beso paterno en 24 a?os de vida.
Es la parte, tambi¨¦n, de los jugadores regalando camisetas del club a los ni?os en los parques, junto a un carnet que rezaba ¡°socio para toda la vida¡±. La tarjeta ten¨ªa un valor ¨²nicamente sentimental, pero convert¨ªa inmediatamente a su receptor en hincha a trav¨¦s del orgullo. Es la parte de las encuestas en peri¨®dicos para saber qu¨¦ equipo ten¨ªa m¨¢s seguidores, y Boca doblando en alguna al resto -ya saben, la mitad m¨¢s uno-. Incluso la de los inicios de la rivalidad con River Plate, vecinos originales a los que los hechos y el relato -con Mauricio Macri como permanente ejemplo de excepci¨®n- fueron alejando m¨¢s y m¨¢s. Es el temblor del cemento de la Bombonera desde el mismo d¨ªa de su inauguraci¨®n, en 1940, cuando el marketing no imaginaba que podr¨ªa cambiar el temblar por el latir.
En Boquita (Debate), Mart¨ªn y Juan Caparr¨®s recorren, en una edici¨®n actualizada del original de 2005, la historia del m¨ªtico club argentino. Es un compendio de grandes y peque?as historias; de testimonios de ¨ªdolos y de aficionados an¨®nimos; de los cambios que han ido llegando al f¨²tbol y a la sociedad; de maneras para intentar aproximarse a la forma de ser de un pa¨ªs. Escrito desde la peculiar pasi¨®n que abarca ese diminutivo tan emocionalmente inmenso: ¡°llamarlo Boquita es entra?able, dulce, kitsch, c¨¢ndido, cari?oso, ingenuo, paternal, pendejo, abolerado. Boquita es un bochorno y todos lo decimos: con el mejor orgullo, lo decimos. Boquita es-supongo- lo que nos hace ¨²nicos¡±.
P.S: En su apabullante ?am¨¦rica (Debate), Mart¨ªn Caparr¨®s incluye una breve y brillante reflexi¨®n sobre el f¨²tbol en Lationam¨¦rica.
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