Desaparece en el Manaslu la gran esquiadora de monta?a Hilaree Nelson
La confusi¨®n preside la zona, masificada por numerosos aspirantes a cima y afectada por dos grandes aludes que han causado al menos un muerto y varios heridos en estado cr¨ªtico mientras los helic¨®pteros buscan a la norteamericana
El rumor del vuelo de un helic¨®ptero es el sonido de la esperanza para los familiares y amigos de la gran esquiadora de monta?a estadounidense Hilaree Nelson (49 a?os), cuyo paradero se desconoce. La confusi¨®n, propia de un escenario de pesadilla, se ha instalado en el Manaslu (8.163 m, Nepal), una de las 14 monta?as de m¨¢s de 8.000 metros del planeta. El lunes, poco despu¨¦s de alcanzar la cima, Nelson y su compa?ero James Morrison se calzaron las tablas de esquiar y se lanzaron ladera abajo,...
El rumor del vuelo de un helic¨®ptero es el sonido de la esperanza para los familiares y amigos de la gran esquiadora de monta?a estadounidense Hilaree Nelson (49 a?os), cuyo paradero se desconoce. La confusi¨®n, propia de un escenario de pesadilla, se ha instalado en el Manaslu (8.163 m, Nepal), una de las 14 monta?as de m¨¢s de 8.000 metros del planeta. El lunes, poco despu¨¦s de alcanzar la cima, Nelson y su compa?ero James Morrison se calzaron las tablas de esquiar y se lanzaron ladera abajo, buscando imitar a Adrian Ballinger, el primero en lograrlo en 2011. Eran las 11.30, y apenas un cuarto de hora despu¨¦s, las radios enloquecieron buscando comunicaci¨®n con el campo base: un testigo afirmaba haber visto caer a Nelson al fondo de una grieta de 25 metros de profundidad.
Otro declar¨® al Himalayan Times que hab¨ªa visto perder una tabla a la esquiadora, lo que le caus¨® una ca¨ªda en el lado opuesto de la monta?a. Esta segunda hip¨®tesis parece haber ganado cuerpo y explica los vuelos incesantes del helic¨®ptero, a la caza de alg¨²n indicio que revele el paradero de la esquiadora. Morrison, que alcanz¨® el campo base tras el incidente y pidi¨® ayuda, participa ahora desde el helic¨®ptero en las tareas para localizar a su pareja. The North Face, patrocinador de la norteamericana desde 1999, ofreci¨® el lunes un escueto comunicado en el que se confirmaba la desaparici¨®n de su atleta y su b¨²squeda a¨¦rea. Nelson (que empez¨® su carrera en esqu¨ª alpino y abandon¨® la disciplina atra¨ªda por las monta?as) y Morrison fueron los primeros en firmar el descenso del Lhotse (8.516 m) esquiando en 2018. Tambi¨¦n es la primera mujer en enlazar dos ochomiles: Everest y Lhotse en un ataque que dur¨® 24 horas, en 2012. Tampoco se ha confirmado si la esquiadora usaba ox¨ªgeno artificial. En caso afirmativo, ser¨ªa una gran ayuda para sobrevivir.
La semana pasada, una serie de grandes nevadas impidieron varias cimas programadas, circunstancia que explica la segunda parte del drama vivido el mismo lunes: una serie de avalanchas entre los campos 3 y 4 dejaron al menos un muerto y cuatro alpinistas en estado cr¨ªtico, si bien el alcance de los da?os causados en unos atestados campos de altura sigue sin ser fidedigno. Los supervivientes que pudieron ser rescatados en helic¨®ptero explicaron que el alud se llev¨® parte de las cuerdas fijas, un problema insalvable para los numerosos clientes de las agencias que operan en la zona: no son aut¨®nomos para bajar sin usar el cord¨®n umbilical de las cuerdas. Lo cierto es que el Manaslu se ha puesto de moda por una sencilla raz¨®n: hace escasos meses, un estudio del Himalayan Database liderado por Eberhard Jurgalski, revel¨® que de las 44 personas que han escalado los 14 ochomiles del globo, solo seis habr¨ªan alcanzado la cima aut¨¦ntica del Manaslu.
El resto, b¨¢sicamente se habr¨ªa plantado a unos 25 metros de desnivel de la misma. Para alcanzar el punto culminante es preciso escalar una delicada arista o esquivarla realizando una comprometida traves¨ªa. Sin cuerdas fijas, la maniobra lleva mucho tiempo a una altitud severa. Muchos de los grandes himalayistas implicados mostraron su sorpresa: aseguran que desde el punto que alcanzaron no se ve¨ªa ning¨²n punto m¨¢s elevado. La foto de un dron vino a deshacer el entuerto, aclarando la orograf¨ªa somital de la monta?a.
El anuncio ha causado una verdadera avalancha de candidatos este oto?o en el Manaslu. Si hace un a?o se citaron 150 clientes al pie de la monta?a, este han sido 400 para un total de 700 personas (sumando a los trabajadores de la etnia sherpa) subiendo y bajando por sus laderas. La promesa de cuerdas fijas hasta la cima verdadera y la posibilidad de ser de los primeros en alcanzar su cumbre verdadera explicar¨ªa la afluencia masiva de monta?eros. ¡°Pero con o sin cuerdas fijas, la monta?a estaba peligrosa debido a las fuertes nevadas y se deber¨ªan haber cancelado los ataques a cima, porque resultaba obvio que era muy peligroso aventurarse en la parte alta de la monta?a. Se han vuelto a cometer los mismos errores de gesti¨®n del riesgo que mataron a 11 personas en el mismo Manaslu en 2012¡å, denunci¨® el lunes Lukas Furtenbach, l¨ªder de la agencia que lleva su apellido, en la revista Outside.
Hilaree Nelson creci¨® en Seattle, pero se estableci¨® hace a?os en Telluride, Colorado. Tiene dos hijos. Tras completar sus estudios universitarios, un viaje a Chamonix, Francia, cambi¨® su percepci¨®n del esqu¨ª y abraz¨® el esqu¨ª alpinismo, estrenando una carrera de gu¨ªa, primero, y que la ha llevado, despu¨¦s, a firmar grandes primeras en el Himalaya. James Morrison no solo es su compa?ero de cuerda, sino su pareja.
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