Los milagros de Unai Sim¨®n sostienen a la Roja
El meta del Athletic se erige en el salvador de Espa?a al evitar cuatro goles de Portugal con paradas de mucho m¨¦rito
Tallado sobre la roca de una antigua cantera y considerado uno de los m¨¢s bellos del mundo por su arquitectura y su integraci¨®n con el entorno, el campo de Braga es m¨¢s un paraje que un estadio en s¨ª. Rodeado de pinos y eucaliptos clavados en las escarpadas colinas que rodean el coliseo, la ausencia de fondos dise?ada por el prestigioso arquitecto Eduardo Souto de Moura remata su original y rompedora obra. No hay pasi¨®n en la zona caliente que son las gradas detr¨¢s de las porter¨ªas.
All¨ª, sin la presi¨®n y el ruido que acostumbran a soportar los porteros, emergi¨® Unai Sim¨®n como el mejor jugador espa?ol. Decisivo para un triunfo m¨¢s hist¨®rico que bonito. Tres paradas suyas evitaron que Portugal rompiera la monoton¨ªa horizontal con la que Espa?a se manej¨® y que provoc¨® la irritaci¨®n de la hinchada portuguesa durante m¨¢s de una hora. No soportaban los aficionados lusos el aluvi¨®n de pases al pie sin verticalidad alguna que ejecutaron los internacionales espa?oles. En cada transici¨®n de su selecci¨®n se inflamaban. Fueron pocas, pero pusieron a prueba a Unai Sim¨®n. El meta del Athletic estuvo preciso en la colocaci¨®n, fuerte de piernas y ¨¢vido de reflejos cuando Diogo Jota, por dos veces, y Cristiano Ronaldo le retaron. En la primera, un disparo lejano del extremo del Liverpool le oblig¨® a una buena estirada.
En la segunda, el vuelo fue espectacular. El derechazo de Diogo Jota tras salir de un recorte a Carvajal iba camino de la escuadra. La parada acab¨® con la algarab¨ªa del grader¨ªo, que cantaba el gol antes de tiempo. En la banda, Luis Enrique agachaba la cabeza y suspiraba. Sus gestos delataron a un entrenador desencajado por la actuaci¨®n que estaban desplegando sus jugadores. Espa?a hac¨ªa todo lo contrario de lo que necesitaba para superar a Portugal. El exceso de toques y la falta de profundidad exasperaban al preparador asturiano, que enfil¨® el t¨²nel de vestuarios a toda velocidad cuando el italiano Orsato marc¨® el final del primer acto. Por segundo partido consecutivo, Espa?a se fue al descanso sin registrar un disparo entre los tres palos.
El inicio del segundo acto tambi¨¦n lo protagoniz¨® Unai Sim¨®n. Fue citado con Cristiano Ronaldo en un mano a mano en el pico derecho del ¨¢rea peque?a. El achique fue de manual para tapar el intento del atacante luso de cruzar su remate. La parada permiti¨® a Espa?a sobrevivir hasta la recta final del partido. De Braga sali¨® Unai Sim¨®n como la ¨²nica referencia s¨®lida en un partido calificado por el propio Luis Enrique como una ¡°final¡±. Mala noticia que en un partido en el que Espa?a necesitaba la victoria, el portero fuera su mejor futbolista sobre el campo.
Elegido por Luis Enrique para destronar a De Gea por ser el m¨¢s tranquilo, que no el m¨¢s dotado t¨¦cnicamente, para jugar con los pies, Unai Sim¨®n se ha apoderado del puesto. Pas¨® con nota alta la prueba de la Eurocopa y acudir¨¢ al Mundial como el guardameta n¨²mero uno por delante de Robert S¨¢nchez y David Raya. Tambi¨¦n se ha consolidado como uno de los referentes de un vestuario al que a¨²n le falta vuelo en la alta competici¨®n.
El meta espa?ol vivi¨® m¨¢s tranquilo tras su salvadora intervenci¨®n ante Cristiano Ronaldo. No fue m¨¢s inquietado con seriedad porque al atacante luso se le apreci¨® la falta de la punta de velocidad que acompa?a el inicio del declive de su carrera. Unai Sim¨®n vivi¨® el ¨²ltimo tercio del partido contemplando desde la frontal del ¨¢rea la mejora final de Espa?a con los cambios que fue introduciendo Luis Enrique.
Cuando vio entrar a su compa?ero Nico Williams, le lanz¨® un par de gritos de ¨¢nimo. Al menos, ya pudo entretenerse con los intentos del novato extremo y albergar alguna esperanza de ganar el partido. Unai Sim¨®n cumpli¨® con su trabajo y mantuvo su porter¨ªa a cero y permiti¨® a Espa?a llegar viva al final del encuentro y rematarlo con el gol de Morata servido de cabeza por el peque?o de los Williams.
El delantero del Atl¨¦tico suma ya 27 goles e iguala a Fernando Morientes. Y todav¨ªa tuvo Unai Sim¨®n tiempo para sacar un remate esquinado de Cristiano Ronaldo y anticiparse de nuevo a este para evitar el empate. Fue el ancla para que Espa?a pudiera firmar su pase a la final a cuatro de la Liga de Naciones.
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