El fratricidio amenaza los ¨¦xitos del f¨²tbol
Al mismo tiempo que Espa?a se felicita por los fenomenales resultados de sus selecciones juveniles femeninas y masculinas, predomina una sensaci¨®n de abatimiento, alimentada por los incesantes conflictos que mantienen sus dirigentes
El ¨¦xito de la selecci¨®n en el Mundial sub-17 resalta la veloz progresi¨®n de las futbolistas espa?olas. Este a?o, el equipo sub-20 gan¨® el Mundial y el sub-19 fue finalista en el campeonato de Europa, secuencia feliz que se explica por la eficacia en la detecci¨®n del talento y en el adiestramiento de las j¨®venes jugadores, integradas en una a...
El ¨¦xito de la selecci¨®n en el Mundial sub-17 resalta la veloz progresi¨®n de las futbolistas espa?olas. Este a?o, el equipo sub-20 gan¨® el Mundial y el sub-19 fue finalista en el campeonato de Europa, secuencia feliz que se explica por la eficacia en la detecci¨®n del talento y en el adiestramiento de las j¨®venes jugadores, integradas en una amplia red de equipos y competiciones. Parece mentira que este fuera el pa¨ªs del f¨²tbol es cosa de hombres. El giro es radical, pero en muchos aspectos se enfrenta a las graves disfunciones que presiden el f¨²tbol espa?ol.
Todos los datos se?alan la excelencia del proceso formativo, tanto entre las chicas como en los chicos. El rendimiento de las selecciones juveniles no tiene comparaci¨®n en Europa, donde Espa?a es una referencia constante. En pocas semanas, la selecci¨®n acudir¨¢ a Qatar con varios de los jugadores que fueron finalistas en los Juegos Ol¨ªmpicos de Tokio y campeones de Europa sub-21. Otros a¨²n m¨¢s j¨®venes, caso de Pedri y Gavi, han recibido el premio que les distingue como mejores jugadores de su generaci¨®n. Alexia Putellas, integrante de exitosas selecciones juveniles espa?olas, acaba de recibir su segundo Bal¨®n de Oro.
No es novedoso el fenomenal recorrido de Espa?a en el ¨¢mbito del f¨²tbol juvenil, trasladado en ocasiones a las categor¨ªas absolutas. La selecci¨®n gan¨® el Mundial 2010 y las Eurocopas 2008 y 2012 con un nutrido grupo de jugadores avalados por su trayectoria en los principales torneos juveniles. Xavi, Casillas y Marchena ganaron el Mundial sub-20 en 1999; Iniesta y Fernando Torres fueron figuras en inolvidables selecciones sub-19 y sub-16, lo mismo que Cesc F¨¢bregas y David Silva.
La victoria en el Mundial sub-17 es producto de una base amplia y bien articulada. El equipo est¨¢ integrado por jugadores de ocho equipos (Madrid FF, Barcelona, Athletic, Real Madrid, Atl¨¦tico de Madrid, Valencia, R¨¢cing y Parquesol). Es una muestra de un sistema capilar que termina debilit¨¢ndose en el siguiente pelda?o, el del f¨²tbol profesional, dominado por los dos grandes clubes y la realidad de una insalvable brecha competitiva, en la que no faltan varios de los actores que protagonizan el otro relato del f¨²tbol espa?ol, cada vez m¨¢s desagradable.
No hay ¨¦xito que resista en estructuras deformadas y disfuncionales. Al mismo tiempo que Espa?a se felicita por los fenomenales resultados de sus selecciones juveniles femeninas y masculinas, en el ambiente predomina una sensaci¨®n de abatimiento, alimentada por los incesantes conflictos que mantienen sus dirigentes.
El ¨²ltimo borrador de la Ley del Deporte ha provocado la en¨¦sima fricci¨®n en el seno de la Liga de F¨²tbol Profesional (LFP), donde los intereses del Real Madrid y Barcelona ¡ªy el desacuerdo del Athletic con el CVC¡ª colisionan de lleno con el resto de la organizaci¨®n. Igual de abrupto es el enfrentamiento entre la Federaci¨®n Espa?ola y la LFP, tan desgastante como nocivo para la salud del f¨²tbol espa?ol. Es un combate que no cesa, como se ha visto en la reciente amenaza de las ¨¢rbitras en v¨ªsperas del inicio de la primera edici¨®n de la Liga femenina profesional.
La autoexclusi¨®n de 16 jugadoras internacionales en los dos ¨²ltimos partidos de la selecci¨®n ha manifestado una fractura de consecuencias incalculables meses antes del Mundial femenino. Este clima insano alcanza matices miserables en el caso de las grabaciones del presidente de la federaci¨®n, Luis Rubiales, a ministros y altos representantes de la administraci¨®n.
No hay cuerpo que aguante tanta fricci¨®n y tan poco empe?o en el entendimiento. En este modo b¨¦lico, el f¨²tbol espa?ol corre el riesgo de desaprovechar lo que funciona ¡ªel Mundial sub-17 es un ejemplo¡ª en beneficio de la tierra quemada.
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