En Bercy, un Nadal irreconocible

A Rafael Nadal le caen las gotas de sudor a borbotones, ce?o fruncido y mirada al frente, pensativo y meditabundo mientras Tommy Paul sigue a lo suyo, descuenta puntos hacia la victoria y lo aparta de Par¨ªs-Bercy a las primeras de cambio: 3-6, 7-6(4) y 6-1, en 2h 32m. ¡°?Ga-fa, Ga-fa, Ga-fa!¡±, corea el aficionado franc¨¦s, viendo que el campe¨®n de 22 grandes no debate y que progresivamente cede, que no reacciona y que va a quedarse sin el gigante demasiado pronto, como nunca antes hab¨ªa sucedido en el torneo. Pero as¨ª ocurre. Y el norteamericano, incr¨¦dulo, se dirige a ¨¦l en...

A Rafael Nadal le caen las gotas de sudor a borbotones, ce?o fruncido y mirada al frente, pensativo y meditabundo mientras Tommy Paul sigue a lo suyo, descuenta puntos hacia la victoria y lo aparta de Par¨ªs-Bercy a las primeras de cambio: 3-6, 7-6(4) y 6-1, en 2h 32m. ¡°?Ga-fa, Ga-fa, Ga-fa!¡±, corea el aficionado franc¨¦s, viendo que el campe¨®n de 22 grandes no debate y que progresivamente cede, que no reacciona y que va a quedarse sin el gigante demasiado pronto, como nunca antes hab¨ªa sucedido en el torneo. Pero as¨ª ocurre. Y el norteamericano, incr¨¦dulo, se dirige a ¨¦l en la red, mir¨¢ndole con respeto reverencial y pregunt¨¢ndose lo que todo el mundo se pregunta en ese momento, demasiado f¨¢cil ese ¨²ltimo set. ?l ha hecho lo que deb¨ªa, pero, ?d¨®nde demonios est¨¢ Nadal?

Bloqueado f¨ªsica y mentalmente, el de Manacor se retira hacia el vestuario entre interrogantes y deja tarea pendiente, teniendo en cuenta que el Masters de Tur¨ªn asoma a la vuelta de la esquina (del 13 al 20 de noviembre) y que ya solo podr¨¢ ganar rodaje en los entrenamientos. Diezmado por la inactividad, el balear hizo demasiadas concesiones y afronta ahora una nueva contrarreloj de cara a la ¨²ltima cita de la temporada para ¨¦l, durante varias fases del partido irreconocible. Sin filo (21 ganadores) y extra?amente err¨¢tico (35 errores, 18 de ellos con el drive), dispone de dos semanas escasas para intentar darle la vuelta a la situaci¨®n y aterrizar en la reuni¨®n maestra con opciones.

¡°Han pasado muchas cosas en los dos ¨²ltimos meses, sin duda. Siempre estamos listos para poner excusas, pero al final es lo de siempre: si juegas bien ganas y si no, no ganas¡±, afirm¨®; ¡°ten¨ªa el partido cerca en el segundo set, con el break, pero jugu¨¦ un juego terrible. No merec¨ªa la victoria jugando tan mal en ese momento clave, ?no? Todo el cr¨¦dito para ¨¦l¡±.

Transcurri¨® el duelo entre la indefinici¨®n, sin que uno ni otro parecieran dar el definitivo paso adelante ni quisiera ninguno tomar las riendas. En todo caso, para bien o para mal, casi siempre era Paul el que propon¨ªa algo m¨¢s, el que aportaba un punto m¨¢s de riesgo y decantaba el desenlace de los juegos. Conforme avanz¨® el reloj, el estadounidense percibi¨® que se encontraba ante un Nadal terrenal y que ten¨ªa una gran oportunidad por delante, as¨ª que mientras el mallorqu¨ªn titubeaba, se dilu¨ªa poco a poco entre errores (algunos de ellos muy inusuales) y abr¨ªa la puerta demasiadas veces, ¨¦l se lanz¨® con decisi¨®n a por la recompensa. Al fin y al cabo, rara vez ofrece el espa?ol tanta rendija.

¡°Es dif¨ªcil que llegue en forma a Tur¨ªn¡±

La historia no terminaba de funcionar. No disfrut¨® en absoluto el mallorqu¨ªn, al que l¨®gicamente le pes¨® la inactividad y la zozobra personal de los dos ¨²ltimos meses. De su renuncia en las semifinales de Wimbledon al estreno en Bercy, solo cinco partidos en el cuentakil¨®metros: uno contra Borna Coric, en Cincinnati, y cuatro en el US Open, donde estuvo pero no estuvo, pendiente entonces del tel¨¦fono y con la mente en Manacor; el 8 de octubre fue por primera vez padre y hasta ese instante no pudo concentrarse en el tenis. Por si fuera poco, all¨ª, en Flushing Meadows, volvi¨® a sufrir otro rev¨¦s abdominal, seg¨²n contar¨ªa despu¨¦s en la despedida de Roger Federer en Londres.

A esa segunda rotura muscular consecutiva ¨Cpreviamente tuvo que despedirse de Wimbledon sin jugar las semifinales, por el mismo motivo¨C se a?adi¨® la tensi¨®n por la primera paternidad y las emociones vividas en el O2 Arena, donde solloz¨® de la mano de su amigo suizo. Demasiada agitaci¨®n f¨ªsica e interior, muchas curvas y, por lo tanto, un complicado desembarco en Bercy, donde se le niega una y otra vez el premio. Se despidi¨® ¨¦l y se sostuvo Pablo Carre?o, que se impuso en un duro cruce a Denis Shapovalov (7-6(2), 2-6 y 6-4) y chocar¨¢ este jueves (no antes de las 19.30, Movistar) con Paul. El norteamericano, de 25 a?os y 31? del mundo, se adjudic¨® un triunfo tan prestigioso como sorprendente. Lo mereci¨®, y Nadal colabor¨®.

¡°Espero estar en Tur¨ªn. Si no ocurre nada, all¨ª estar¨¦¡±, confirm¨®, descartando que hubiera sufrido ning¨²n percance que le hubiera perjudicado. ¡°No tengo nada que perder. Quiero darme la oportunidad de disfrutar de otro Masters porque nunca sabes cu¨¢ndo ser¨¢ el ¨²ltimo, especialmente a mi edad. Necesito ponerlo todo en perspectiva y dar lo mejor de m¨ª. Al final, durante los cinco ¨²ltimos meses no he estado el tiempo suficiente en el circuito; no digo compitiendo, sino entren¨¢ndome junto a los dem¨¢s. Eso es lo que necesito y voy a intentarlo¡±, agreg¨® antes de zanjar: ¡°Es dif¨ªcil que pueda llegar all¨ª en forma, en la suficiente buena forma como para ganar un torneo que no he ganado nunca. Lo ¨²nico que puedo hacer es llegar all¨ª antes de lo habitual y entrenar¡±.

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