Nueva Zelanda e Inglaterra rinden homenaje al rugby con un partido ¨¦pico
La final del Mundial congrega a 42.579 espectadores para un encuentro de leyenda que eleva la estatura medi¨¢tica del deporte del oval en el pa¨ªs m¨¢s devoto
Patricia Garc¨ªa, la jugadora m¨¢s medi¨¢tica del rugby espa?ol, se sorprendi¨® la primera vez que alguien la reconoci¨® en un aeropuerto de Nueva Zelanda. Y era una reci¨¦n llegada. As¨ª contaba su sue?o cumplido, jugar en el pa¨ªs que rinde culto al rugby, tambi¨¦n por encima del g¨¦nero. El peso de Portia Woodman, la gran figura contempor¨¢nea de las Black Ferns, no desmerece al de cualquier icono deportivo de otras latitudes. Si hab¨ªa un pa¨ªs para que despegara el rugby femenino, era este. Y el ...
Patricia Garc¨ªa, la jugadora m¨¢s medi¨¢tica del rugby espa?ol, se sorprendi¨® la primera vez que alguien la reconoci¨® en un aeropuerto de Nueva Zelanda. Y era una reci¨¦n llegada. As¨ª contaba su sue?o cumplido, jugar en el pa¨ªs que rinde culto al rugby, tambi¨¦n por encima del g¨¦nero. El peso de Portia Woodman, la gran figura contempor¨¢nea de las Black Ferns, no desmerece al de cualquier icono deportivo de otras latitudes. Si hab¨ªa un pa¨ªs para que despegara el rugby femenino, era este. Y el Mundial, ganado por las anfitrionas tras quiz¨¢s el mejor partido de la historia (34-31), ha superado las expectativas.
Eden Park, uno de los templos del rugby neozeland¨¦s, en la capital, congreg¨® a 42.579 espectadores. Todo un hito. Fue una fiesta sin parang¨®n para las neozelandesas, que lograron su sexto t¨ªtulo mundial, completando un gui¨®n que pocos esperaban hace nueve meses, con un grupo roto. La v¨ªctima, nuevamente Inglaterra, que ha perdido ante las Black Ferns las cinco finales que han disputado. Como dijo su seleccionador, Simon Middleton, tras la derrota, el camino de las anfitrionas al t¨ªtulo ¡°estaba escrito en las estrellas¡±.
Tras 14 minutos parec¨ªa imposible que Inglaterra fuera a perder por primera vez en 31 partidos. Las Red Roses hab¨ªan arrasado a Nueva Zelanda en sus dos ¨²ltimos envites (56-15 y 42-13) y su puesta en escena invitaba a un desenlace similar. Portentosas, las inglesas se pusieron 14-0 en un suspiro. Entonces, lleg¨® la jugada que lo cambi¨® todo. Lydia Thompson caz¨® atropelladamente a Woodman y propici¨® un placaje cabeza con cabeza. Tarjeta roja indiscutible y dos de las estrellas de la final quedaban fuera de combate. El gran icono local, presente en casi cualquier resumen de los ¨²ltimos a?os, se cay¨® del partido de los partidos.
Pese a que el rugby cuente con m¨¢s jugadores que el f¨²tbol, la inferioridad num¨¦rica supone un lastre mucho mayor. Las Black Ferns ensayaron en la jugada posterior a la expulsi¨®n y fueron diezmando poco a poco la ventaja inglesa, con acciones clave como un ensayo a los 30 segundos del segundo tiempo. Voltearon el marcador antes de la hora de juego y llegaron con una exigua ventaja a los ¨²ltimos compases. En el ep¨ªlogo, Inglaterra tuvo la jugada de la redenci¨®n, un saque desde la banda para formar su plataforma letal, el maul, y ganar el encuentro. Pero Jonah Ngan-Woo rob¨® la touch y guard¨® el trofeo. Como en semifinales, Nueva Zelanda se salvaba del pat¨ªbulo. Seis d¨ªas atr¨¢s, Francia tuvo en la punta de mira a las anfitrionas, pero Caroline Drouin fall¨® la patada a palos de la victoria.
El gui¨®n sobre el c¨¦sped ha dado lustre al noveno Mundial femenino. Adem¨¢s de las Black Ferns, Inglaterra, en dos ocasiones, y Estados Unidos, en 1991, aparecen en el palmar¨¦s. ¡°Si este Mundial no hace que este deporte vaya hacia delante, hay algo que no funciona¡±, subray¨® el seleccionador ingl¨¦s. Su hom¨®nimo masculino, Eddie Jones, reconoci¨® el m¨¦rito de las Red Roses, que organizar¨¢n el Mundial de 2025. ¡°Inspirar¨¢n a que haya m¨¢s chicos y chicas para que jueguen al rugby¡±.
Es el primer Mundial que termina con victoria del anfitri¨®n. El nuevo formato ha igualado calendario con el masculino. El de 2017, disputado en Irlanda, apenas dur¨® tres semanas; los organizadores han planteado un torneo de mes y medio, como el de los chicos, y han concentrado todos los partidos en fin de semana para incentivar las audiencias. Ese descanso ha redundado en m¨¢s calidad en las ¨²ltimas rondas. Las dos ¨²ltimas victorias de las Black Ferns dan para una pel¨ªcula.
Inglaterra es la selecci¨®n europea que m¨¢s ha apostado por la profesionalizaci¨®n de sus mujeres. Francia tambi¨¦n ha subido el nivel en el ¨²ltimo ciclo mundialista y los encuentros del Seis Naciones, programados en ocasiones junto a los masculinos para atraer m¨¢s p¨²blico, son m¨¢s competitivos. Espa?a, que compiti¨® en el ¨²ltimo Mundial, perdi¨® el torneo de clasificaci¨®n ante Escocia e Italia, dos pa¨ªses que han dado un paso adelante. Mientras en el rugby masculino el formato de rugby a siete, la modalidad ol¨ªmpica, no ensombrece al rugby a 15, en las mujeres, sin los ingresos que hay en este ¨²ltimo, mandaba el sevens. La tendencia est¨¢ cambiando y este Mundial ha supuesto un espaldarazo al formato cl¨¢sico.
El seleccionador neozeland¨¦s, Wayne Smith, describ¨ªa del momento m¨¢s ¡°fenomenal¡± de su vida deportiva. ¡°Estar ah¨ª de pie, escuchando al p¨²blico corear los nombres de estas chicas. Hay algo en este pa¨ªs impregnado en el rugby femenino y tenemos que hacerlo valer¡±. Las Black Ferns, cuatro a?os m¨¢s firmando aut¨®grafos en los aeropuertos.
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