El gran Djokovic vuelve a meter miedo
El serbio se desata, firma su mejor actuaci¨®n en el torneo (6-1, 6-2 y 6-4 a Rublev) y desembarca en las semifinales de Melbourne contra Paul a pleno rendimiento
No ha transcurrido ni un juego cuando Andrei Rublev, tenista de notables formas pero de mente demasiado quebradiza, ya ha mirado un par de veces a su banquillo porque el diablillo que tiene dentro le presiona con el tridente y el que tiene enfrente todav¨ªa m¨¢s. No han pasado ni 35 minutos de partido cuando el ruso, con tendencia a la dispersi¨®n, un explosivo c¨®ctel de emociones al que trata de apaciguar y elevar desde 2016 el espa?ol Fernando Vicente, ya suda a chorros y sufre sin parar porque Novak Djokovic ...
No ha transcurrido ni un juego cuando Andrei Rublev, tenista de notables formas pero de mente demasiado quebradiza, ya ha mirado un par de veces a su banquillo porque el diablillo que tiene dentro le presiona con el tridente y el que tiene enfrente todav¨ªa m¨¢s. No han pasado ni 35 minutos de partido cuando el ruso, con tendencia a la dispersi¨®n, un explosivo c¨®ctel de emociones al que trata de apaciguar y elevar desde 2016 el espa?ol Fernando Vicente, ya suda a chorros y sufre sin parar porque Novak Djokovic lo mueve de un lado a otro como si fuera un sonajero y va 1-5 por debajo. No marca el reloj ni 40 minutos cuando el moscovita ya ha perdido el primer parcial, resopla, se encoge de brazos y siente que le ha pasado por encima una locomotora a la que nadie consigue ponerle freno estos d¨ªas en Melbourne.
Est¨¦ mejor o peor, con el muslo izquierdo m¨¢s o menos restablecido, el serbio (6-1, 6-2 y 6-4, en 2h 03m) sigue dando bocados a este torneo que a tenor de lo visto hasta ahora invita hacia una sola direcci¨®n. Rafael Nadal a un lado desde la semana pasada, magullado, Nole progresa y despacha rivales con una determinaci¨®n supina que le sit¨²a ahora a solo dos pelda?os de su 22? grande. En la siguiente estaci¨®n se encontrar¨¢ con el estadounidense Tommy Paul, que o mucho cambia la historia o enfilar¨¢ la misma puerta por la que han ido saliendo en procesi¨®n Carball¨¦s, Couacaud, Dimitrov, De Mi?aur y Rublev. Este ¨²ltimo puede poco m¨¢s que hacerle algunas cosquillas y tambi¨¦n se inclina; se tapa con la toalla cuando cede el break para el 5-2 de la segunda manga y maldice en su idioma natal. Se sabe sentenciado. Todo parece conducir a Djokovic, por fin en combusti¨®n. Aviso para navegantes.
Si en los dos compromisos previos ya hab¨ªa ofrecido un salto de nivel, en este ¨²ltimo da otra vuelta de tuerca. Sucede en una noche de viento, humedad y alaridos. El de Mosc¨² se desespera y estalla, mientras ¨¦l a¨²lla y clava una mirada perforadora en su entrenador, Goran Ivanisevic, que asiente pero no entiende nada; todo va sobre ruedas pero Djokovic aspira a m¨¢s, a la perfecci¨®n en todos y cada uno de sus golpes, maniobras y decisiones, as¨ª que le hierve la sangre cuando devuelve mal un rev¨¦s y saca la anilla de la granada. En su caso, magn¨ªfica se?al. Tras la versi¨®n taciturna de las primeras rondas y la creciente mostrada despu¨¦s, el tenis y la actitud de este mi¨¦rcoles confirman la recuperaci¨®n de la m¨¢s apabullante. Es Nole en toda su expresi¨®n, el¨¢stico, da?ino en cada tiro y febril.
¡°Los d¨ªas libres est¨¢n siendo muy distintos a lo habitual, porque estoy m¨¢s conectado a las m¨¢quinas que a cualquier persona con el fin de recuperarme y estar preparado para competir¡±, expone el de Belgrado, que aterrizar¨¢ en la pen¨²ltima ronda del torneo apoyado en un doble dato abrumador: no ha perdido nunca en dicha escala y asistir¨¢ el viernes despu¨¦s de haber igualado la secuencia hist¨®rica de victorias del estadounidense Andre Agassi (26) en Melbourne, sin comparaci¨®n hasta ahora.
Son sus d¨¦cimas semifinales en Australia, donde las dudas y el suspense derivado de la pierna (todav¨ªa vendada) empiezan a disiparse de verdad. Hay un ligero gesto al cargar el apoyo en ese lado izquierdo al principio, unos estiramientos despu¨¦s, pero nada m¨¢s. No perceptible, al menos. El serbio se expande a la hora de la verdad, remacha una actuaci¨®n soberbia y en su horizonte divisa al primerizo Paul, con el que nunca se ha cruzado. Juega sin complejos el estadounidense, sin freno de mano. Pero le har¨¢ falta m¨¢s. Mucho m¨¢s. Neutralizado su compatriota Ben Shelton (7-6(6), 6-3, 5-7 y 6-4), tiene un reto colosal en su primer baile con Djokovic, que si al trantr¨¢n ya daba miedo, en este modo mec¨¢nico a¨²n m¨¢s.
En esta recta final de Australia, pocos interrogantes y muchas certezas. El misterio de la venda ya es menos misterio. S¨ª, por si quedaba alguna duda, Djokovic ya est¨¢ aqu¨ª otra vez.
LINETTE Y SABALENKA, PRIMERAS SEMIFINALISTAS
El acceso de Djokovic y Paul completó el cartel de las semifinales en el cuadro masculino, dado que el día anterior, el griego Stefanos Tsitsipas y el ruso Karen Khachanov habían logrado los dos primeros billetes.
El femenino, sin embargo, queda pendiente de los duelos que se disputarán este jueves. Elena Rybakina y Victoria Azarenka se enfrentarán en el primer turno (9.30, Eurosport), y a continuación saltarán a la pista Aryna Sabalenka y Magda Linette, que obtuvieron el pase este jueves.
La primera se impuso a Donna Vekic por 6-3 y 6-2, y alcanzó por cuarta vez la penúltima estación de un gran torneo tras las experiencias Wimbledon (2021) y el US Open (2021 y 2022). La polaca, por su parte, no había logrado nunca franquear la tercera ronda en un major y a sus 30 años se erigen como la sorpresa de esta edición.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.