El Bar?a no tiene que dar ninguna explicaci¨®n

Un muy breve y feliz repaso de los acontecimientos. El vicepresidente del Comit¨¦ T¨¦cnico de los ?rbitros, Enr¨ªquez Negreira, recibi¨® del Barcelona entre 2001 y 2018 siete millones de euros por ¡°asesoramientos verbales¡± sobre los colegiados, consejos que dejaron de convencer al club en 2018, coincidiendo con la destituci¨®n de Negreira de su cargo; despojado de su poder, el Bar?a prescindi¨® de ¨¦l 17 a?os despu¨¦s. Tras eso, el exvicepresident...

Un muy breve y feliz repaso de los acontecimientos. El vicepresidente del Comit¨¦ T¨¦cnico de los ?rbitros, Enr¨ªquez Negreira, recibi¨® del Barcelona entre 2001 y 2018 siete millones de euros por ¡°asesoramientos verbales¡± sobre los colegiados, consejos que dejaron de convencer al club en 2018, coincidiendo con la destituci¨®n de Negreira de su cargo; despojado de su poder, el Bar?a prescindi¨® de ¨¦l 17 a?os despu¨¦s. Tras eso, el exvicepresidente de los ¨¢rbitros, que ha declarado que los pagos a ¨¦l eran para garantizar la neutralidad de los colegiados (el t¨ªpico pago millonario de una de las partes al juez antes del juicio para que sea justo), envi¨® un burofax al club en el que amenazaba con ¡°dar publicidad a todas las irregularidades que he conocido y vivido de primera mano¡±. Y cobrado.

Ha habido problemas en el Barcelona para justificar la desmesurada cantidad entregada, temporada tras temporada, al n¨²mero 2 de los ¨¢rbitros espa?oles. Supongo que esto tiene importancia, de tenerla, a nivel judicial; el aficionado no necesita explicaciones de por qu¨¦ se le da dinero al vicepresidente del CTA y se le deja de dar cuando ya no manda. Aqu¨ª hay que subrayar con cari?o que da exactamente igual lo que Negreira haya hecho a cambio de ese dinero. Por eso quiz¨¢ el mayor acierto del club fuese advertir que esta noticia, ahora mismo, no le ven¨ªa muy bien. Aqu¨ª est¨¢ la aut¨¦ntica justificaci¨®n no de los pagos, sino del relato: lleva tantos a?os el Barcelona subido a un relato que, en los momentos m¨¢s vergonzosos, acepta los hechos, pero no que se les d¨¦ publicidad. Es decir, el club lanza un comunicado reconociendo haber pagado a Enr¨ªquez Negreira por unos servicios de los que no pueden aportar pruebas, y cargando contra la exclusiva de Qu¨¨ t¡¯hi jugues! No condenan el presunto delito, condenan la noticia.

Hay que hablar, llegados a este punto, de una figura imprescindible en trama vaporosas: la del coach (el hijo de Negreira), que es la profesi¨®n id¨®nea con la que encubrir cualquier pago. Un coach, un gur¨², un asesor, un consejero. Asesoramientos verbales, indicaciones t¨¦cnicas, apoyo psicol¨®gico. No s¨®lo cabe todo, sino que no hay pruebas de nada. Por eso es importante volver al principio, a la ausencia de explicaciones: no puede haberlas. En el enunciado est¨¢ todo. Por ejemplo: Dasnil, la empresa de Enr¨ªquez Negreira creada cuando fue nombrado n¨²mero 2 de los ¨¢rbitros espa?oles, s¨®lo tuvo pr¨¢cticamente un cliente: el F¨²tbol Club Barcelona; s¨®lo tuvo una fuente de ingresos: el F¨²tbol Club Barcelona. Esto quiere decir que el vicepresidente de los ¨¢rbitros espa?oles ten¨ªa una empresa cuyo ¨²nico cliente era un club de f¨²tbol espa?ol.

?Qu¨¦ opina usted de esto? Pues nada, qu¨¦ vas a opinar. Una vez me llamaron por tel¨¦fono para hacerme una encuesta para no s¨¦ qu¨¦ sondeo: ¡°Oiga, ?usted qu¨¦ opina del Prestige?¡±. ¡°?Qu¨¦ opino de un vertido de petr¨®leo en las puertas de mi casa? No s¨¦, muy complejo, un caso con muchas aristas, muchos grises, necesito reflexionar¡±. Preferir¨ªa, la verdad, opinar de lo que va a ocurrir en las instituciones deportivas, de lo que ya est¨¢ ocurriendo en la prensa afecta, de esa sensaci¨®n agradable de grupeto en bajada de tantos directivos y altos cargos del f¨²tbol espa?ol que saben que, si hay sanciones contra el Bar?a, se va la Liga (a¨²n m¨¢s) al carajo, y que, si no hay sanciones contra el Bar?a, habr¨¢ que seguir jug¨¢ndola sin saber si te est¨¢ arbitrando un colegiado o alguien elegido por una sociedad limitada que tiene como ¨²nico cliente al equipo rival, y no acarrea sanci¨®n. Divertido es. Las risas al menos que no nos las quiten.

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