El cl¨¢sico en una maleta
Este Bar?a zarandeado por los esc¨¢ndalos necesitar¨¢ la tierra para dejarse tragar o enterrar, de nuevo, al m¨¢ximo rival
A pocas horas de una nueva entrega del cl¨¢sico, Xavi Hern¨¢ndez asegura estar euf¨®rico: sus motivos tendr¨¢. No suena euf¨®rico. No luce euf¨®rico. No se le intuye euf¨®rico. Nos creemos que est¨¢ euf¨®rico porque ¨¦l mismo lo dice ¡ªse conoce como nadie¡ª y porque discutir seg¨²n qu¨¦ afirmaciones no aporta beneficio alguno salvo a los amantes del sadismo. ¡°Me pone ir al Bernab¨¦u¡±, insiste el entrenador del Bar?a.
A m¨ª, que apenas lo conozco de nada ¡ªlo am¨¦ en la dist...
A pocas horas de una nueva entrega del cl¨¢sico, Xavi Hern¨¢ndez asegura estar euf¨®rico: sus motivos tendr¨¢. No suena euf¨®rico. No luce euf¨®rico. No se le intuye euf¨®rico. Nos creemos que est¨¢ euf¨®rico porque ¨¦l mismo lo dice ¡ªse conoce como nadie¡ª y porque discutir seg¨²n qu¨¦ afirmaciones no aporta beneficio alguno salvo a los amantes del sadismo. ¡°Me pone ir al Bernab¨¦u¡±, insiste el entrenador del Bar?a.
A m¨ª, que apenas lo conozco de nada ¡ªlo am¨¦ en la distancia, s¨ª, y fui feliz acumulando grandes recuerdos al son de su batuta¡ª, Xavi Hern¨¢ndez me recuerda al tipo aquel que ¡°bailaba sin soltar de la mano una maleta con tierra para su propia sepultura¡±. As¨ª eran los personajes del Savoy, el tugurio que se invent¨® Jos¨¦ Luis Alvite para no tener que lidiar en exceso con la realidad. Y as¨ª es tambi¨¦n este Bar?a zarandeado por las herencias, las deudas, las intrigas, las multas, las despedidas, las lesiones, las promesas, los esc¨¢ndalos y que, pese a todo, se mantiene en pie ¡ªal menos por ahora¡ª, bailando con su maleta en la mano: necesitar¨¢ la tierra para dejarse tragar o enterrar, de nuevo, al m¨¢ximo rival.
Ese m¨¢ximo rival ¡ªque resulta ser el Real Madrid por cuestiones sociopol¨ªticas, m¨¢s que futbol¨ªsticas; ya est¨¢ bien de estirar seg¨²n qu¨¦ chicles¡ª, llega al partido con el mismo rictus irritado de los ¨²ltimos a?os. Nada parece calmar a un equipo de corte enfadado, sentimentalmente a la defensiva, necesitado de un incendio diario para mantenerse cuerdo, de un nuevo enemigo en cada esquina, y de una nueva esquina en cada fecha que le tuerce al calendario. Su ¨²ltima cuita tiene que ver con unos premios que no interesan a nadie, incluido un seleccionador nacional (el nuestro) que vot¨® como si estuviera en una fiesta con amigos donde se reparten los premios naranja y lim¨®n al final de la noche. El rej¨®n de fuego, sin embargo, se lo llev¨® un David Alaba que prefiri¨® a Leo Messi antes que a Benzema, Vinicius, Cristiano Ronaldo, Arjen Robben o Robinho, con todo lo que esto implica en un club de s¨®lidas tradiciones y lealtades debidas.
Llega mejor el Madrid en lo deportivo pese al reprobable espect¨¢culo del pasado s¨¢bado frente al Atleti. No era su guerra la Liga, pero podr¨ªa volver a serlo en menos de una semana. En su mano tiene asestarle un golpe muy severo a este Bar?a del Xavi euf¨®rico (supuestamente) que se cae de la impresi¨®n cada vez que abre los ojos y se descubre compitiendo sin Pedri o Araujo en los castillos de proa y popa. Parece que el uruguayo s¨ª ser¨¢ de la partida, por lo que su previsible duelo con Vini Jr. podr¨ªa marcar una eliminatoria en la que se juegan m¨¢s t¨ªtulos que una simple Copa: har¨ªa bien Ancelotti en explic¨¢rselo a Alaba m¨¢s de una vez, por si acaso.
En la grada, que es donde se vive y muere seg¨²n lo acordado en piedra, sigue sin prender esta idea de los clubes amigos que P¨¦rez y Laporta fomentan con la boca peque?a por aquello de los intereses comunes. El caso Negreira es una prueba m¨¢s de tan curiosa entente cordial, con el Real absteni¨¦ndose de gesticular en exceso mientras sus bases agotan las sopas de letras para denunciar corruptelas hasta en el borde del plato. ¡°Es como enterarse de que Unidas Podemos est¨¢ repartiendo caramelos en el barrio de Salamanca¡±, me analiza el caso un amigo cul¨¦. Se le ve euf¨®rico, como a Xavi, aunque en lugar de maleta porte una mochila: salir corriendo, a menudo, tambi¨¦n es una opci¨®n.
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