?Te aburrimos, franc¨¦s?
El desesperado Benzema buscaba socios sin ¨¦xito, corr¨ªa a olisquear fallos del contrario para explotarlos o, rendido, ve¨ªa el bal¨®n cruzando los aires como un avi¨®n sin piloto
El mejor resumen del dominio aplastante y t¨¦trico del Madrid en la segunda parte ocurri¨® en el minuto 64, cuando Nacho levant¨® la cabeza y centr¨® para Carvajal, que estaba en el otro extremo del ¨¢rea. Carvajal flip¨® cuando le lleg¨® la bola, y centr¨® a su vez al mont¨®n: la cogi¨® Ter Stegen. Era exactamente lo que nos faltaba y adem¨¢s era justo: la posesi¨®n m¨¢s refinada es la que termina con el bal¨®n de lateral a lateral, barriendo el campo como el rabo de una vaca.
As¨ª estaban Nacho, Carvajal y Ter Stegen ech¨¢ndose la pelota como si ...
El mejor resumen del dominio aplastante y t¨¦trico del Madrid en la segunda parte ocurri¨® en el minuto 64, cuando Nacho levant¨® la cabeza y centr¨® para Carvajal, que estaba en el otro extremo del ¨¢rea. Carvajal flip¨® cuando le lleg¨® la bola, y centr¨® a su vez al mont¨®n: la cogi¨® Ter Stegen. Era exactamente lo que nos faltaba y adem¨¢s era justo: la posesi¨®n m¨¢s refinada es la que termina con el bal¨®n de lateral a lateral, barriendo el campo como el rabo de una vaca.
As¨ª estaban Nacho, Carvajal y Ter Stegen ech¨¢ndose la pelota como si estuviesen en una piscina en la que el objetivo no es la porter¨ªa sino que los del medio no la cojan. El Madrid centr¨® un mont¨®n, sobre todo para no tener grandes especialistas; sobre todo, la verdad, para tener a Modric intentando rematar de cabeza. Muchos de los centros a media altura, fuertes, fueron de Vinicius: todos los agarr¨® Ter Stegen. Otras veces era Vinicius, acompa?ado de su estatura, el que esperaba dentro del ¨¢rea los centros como si fuese Spasic. En medio de todos ellos, flotando, Benzema buscaba socios sin ¨¦xito, olisqueaba fallos del contrario para explotarlos o, desesperado, ve¨ªa el bal¨®n cruzando por encima de su cabeza como un avi¨®n sin piloto. A sus compa?eros s¨®lo les falt¨® parar la pelota y decirle: ¡°?Te aburrimos, franc¨¦s?¡±, que es la frase que inmortaliz¨® Luis Zahera en As Bestas con resultado m¨¢s oscuro, pero tampoco mucho m¨¢s oscuro.
Hay buenas noticias en el Madrid, pese a todo. Ha sustituido como jugador m¨¢s temido del Barcelona a Leo Messi por Ronald Araujo, que no es poco. Tambi¨¦n hay malas noticias: el resultado no cambia mucho. La dictadura del 10 argentino en todo el campo es ahora la dictadura del 4 uruguayo en la defensa. ?l s¨®lo es Desembarco del Rey. Es un monstruo de siete cabezas que empared¨®, desde el lateral derecho, a todo el ataque del Madrid, que fue mucho, muy constante y muy poco original; fue una ofensiva plana y m¨¢s dependiente de la heroica ¨Cel golpe de ¨¦pica ya reclamado en el minuto 60¨C, que por la luz y el atrevimiento arriba. Tambi¨¦n arroj¨® al foso a Vinicius, que lo intent¨® de todas las maneras: al brasile?o s¨®lo le falt¨® intentar reptarlo.
El partido fue un ¨¦xito del Barcelona sin bal¨®n, del Barcelona que acumul¨® efectivos cerca de su ¨¢rea esperando el contragolpe; el estilo est¨¢ bien, pero no hay un estilo parecido al de ganar. Los madridistas terminaron colgados del c¨¦lebre ¡°otro centro lateral se prev¨¦¡± de Carlos Mart¨ªnez antes del milagro del City. Lo que pasa con esas cosas es que, como en el Tourmalet, hay que saber cu¨¢ndo desatarlas; de nada vale tirarse todo el segundo tiempo como si fuese un enorme descuento. Bastante fue que el Barcelona no marcase el segundo y liquidase la eliminatoria. Con el tiempito que debe hacer en Madrid, un fr¨ªo de morirse, y jugando en jueves, d¨ªa prohibido por la religi¨®n blanca.
El Real acab¨® con ning¨²n tiro a puerta, como reza el primer mandamiento de la ley de la posesi¨®n: no tirar¨¢s. Y deja un aviso f¨²nebre para siguientes cl¨¢sicos. La velocidad atrae a la luz, y la luz abre huecos, provoca desmarques y desmonta a los equipos contrarios. Sin velocidad, y con gente que no es Jos¨¦ Miguel Gonz¨¢lez Mart¨ªn del Campo centrando desde los laterales, lo que hay es heroicadependencia, una adicci¨®n de la que no se puede abusar, mucho menos en invierno. No vaya a hacer falta despu¨¦s.
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