El herc¨²leo Alcaraz desnuda a Zverev
El murciano despacha al alem¨¢n en un calco del duelo de hace un a?o en Madrid (6-1 y 6-2, tras 1h 22m) y abordar¨¢ al ruso Khachanov en los cuartos del mi¨¦rcoles
Se equivocaba Carlos Alcaraz, que preve¨ªa un duelo muy diferente. Pero de eso nada. M¨¢s de lo mismo en la Caja M¨¢gica, testigo de un partido de una sola direcci¨®n; una repetici¨®n de la final del curso pasado, en la que dej¨® en pa?os menores a Alexander Zverev. Al alem¨¢n, un flan otra vez, vuelve a quedarse desnudo y encaja un marcador todav¨ªa m¨¢s abultado: 6-1 y 6-2, tras 1h 22m. Es decir, ara?a un juego menos. No hay color y el espa?ol (19 a?os) se adentra en los cuartos del torneo expandiendo ...
Se equivocaba Carlos Alcaraz, que preve¨ªa un duelo muy diferente. Pero de eso nada. M¨¢s de lo mismo en la Caja M¨¢gica, testigo de un partido de una sola direcci¨®n; una repetici¨®n de la final del curso pasado, en la que dej¨® en pa?os menores a Alexander Zverev. Al alem¨¢n, un flan otra vez, vuelve a quedarse desnudo y encaja un marcador todav¨ªa m¨¢s abultado: 6-1 y 6-2, tras 1h 22m. Es decir, ara?a un juego menos. No hay color y el espa?ol (19 a?os) se adentra en los cuartos del torneo expandiendo las alas, intimidando y avisando: tres escalones le separan de coronarse de nuevo. Arrollador, en estado de gracia y solvente, abordar¨¢ este mi¨¦rcoles (no antes de las 16.00, Movistar y Teledeporte) al ruso Karen Khachanov reafirmado: el susto del estreno ante Emil Ruusuvuori queda en an¨¦cdota.
Tras el desfile, Alcaraz empatiza y habla desde la compasi¨®n. ¡°Este resultado no es nada normal, Zverev es un gran jugador. Lo normal hubiera sido un partido ajustado, y yo estaba preparado para ello; si es como hoy, bienvenido sea, pero estaba preparado para algo duro¡±, apunta a pie de pista; ¡°he jugado a un gran nivel, no le he dejado dominar y he ido al ataque, he restado muy bien; cuando le pones los restos dentro y le haces jugar, el partido se encara de otra manera. Vuelvo a repetir, no es lo normal este resultado¡±, a?ade, a la vez que comenta que el plan original que hab¨ªa dise?ado consist¨ªa en restar desde atr¨¢s y en atacar los segundos saques de la torre.
Zverev es, probablemente, la punta de lanza de esa generaci¨®n intermedia que va de castigo en castigo, maltratada primero por el tridente m¨¢s demoledor de la historia del tenis y ahora por un chico que pega como Mike Tyson. De un azote a otro, sin tiempo para coger aire. El alem¨¢n (26 a?os, 16? del mundo) recuenta una cifra m¨¢s que significativa de trofeos, 19, algunos de ellos de lustre ¨Cla Copa de Maestros (2), el oro ol¨ªmpico y cinco Masters 1000¨C y otros de menor calibre, pero su proyecci¨®n ha quedado ensombrecida por el s¨¢ndwich cronol¨®gico: delante iban los Nadal, Federer y Djokovic, y ahora este Alcaraz de rompe y rasga que, de no cambiar mucho la historia y de no encontrar mayor oposici¨®n, puede hincharse a t¨ªtulos.
Uno y otro manifiestan un contraste evidente. Zverev sigue siendo b¨¢sicamente el mismo Zverev que asom¨® por el circuito, de planta imponente, con un servicio a la altura y un rev¨¦s muy considerable; sin embargo, la l¨ªnea evolutiva del alem¨¢n insin¨²a una progresi¨®n relativa, porque chirr¨ªa en los mismos apartados en los que flaqueaba cuando despeg¨®. Protagonista de esc¨¢ndalos varios ¨Craquetazos a la silla del juez, cazado en una fiesta clandestina en plena pandemia e investigado (absuelto finalmente) por violencia dom¨¦stica¨C, ofrece una sensaci¨®n de estancamiento agravada por la seria lesi¨®n que sufri¨® el curso pasado mientras compet¨ªa contra Nadal en Roland Garros; lugar este, precisamente, en el que bati¨® a Alcaraz mediante una r¨¦plica espl¨¦ndida. Tras eso, el crack del tobillo, siete meses de baja y las l¨®gicas dudas.
¡°No me siento superior a nadie¡±
Quedan patentes en este encuentro madrile?o con Alcaraz, que interpreta bien y va a lo suyo. En esta ocasi¨®n no le hace falta arriesgar, le basta con ir poni¨¦ndolas dentro para ir abriendo brecha. El rival, tutelado en la actualidad por Sergi Bruguera, sangra por la derecha y la hemorragia se acent¨²a en la red; astuto, el espa?ol le invita una y otra vez a asomarse a la malla y acent¨²a as¨ª la carencia. Falla Zverev una y otra vez, gris y obcecado, incapaz de hallar resquicio por el que hacer da?o. Con determinaci¨®n, el murciano dispone y ordena en la central de San Ferm¨ªn, por donde se han dejado caer el futbolista Sergio Ramos y Carlos Sainz s¨¦nior. El central del PSG y el piloto alucinan con las aceleraciones y resoplan cuando el tenista clava un saque a 227 kil¨®metros por hora.
Vers¨¢til y camale¨®nico, el de El Palmar lo mismo escoge un traje que otro; lo mismo tira de ¨¦pica que dispara un trallazo, o se agranda a partir de la estrategia. Soberbio en la devoluci¨®n, elige esta vez la indumentaria de Djokovic. A un sacador imperial como Sascha lo deja en porcentajes m¨¢s que discretos: 55% con primeros y 40% con segundos.
¡°Es Nadal, Djokovic, Federer y Agassi a la vez, todo en uno. Es el tipo m¨¢s r¨¢pido que he visto. Va a ser el mejor de todos los tiempos¡±, manifest¨® el a?o pasado Rick Macci, uno de los t¨¦cnicos que contribuy¨® a edificar el imperio de las hermanas Williams. M¨¢s que osada la afirmaci¨®n, pero no le falta algo de raz¨®n: Alcaraz tiene trazos estil¨ªsticos de todos ellos.
¡°El rival m¨¢s dif¨ªcil de cada jugador es uno mismo. Parar esos caballos t¨² solo es lo m¨¢s complicado en tenis¡±, introduce ante los periodistas. ¡°No me siento muy superior, pero cuando me encuentro bien y con confianza, s¨¦ la dificultad que tienen los rivales para ganarme. Pero no me siento superior a nadie. Deben jugar muy bien para ganarme, eso s¨ª¡±, se expresa sin haber concedido una sola opci¨®n de rotura a su adversario y habiendo cometido solo 12 errores; ¡°el nivel ha crecido hoy con respecto a Dimitrov [rival en la segunda ronda]. Yo he estado muy fino, no le he dejado tiempo para nada y lo he restado todo¡±, resuelve satisfecho, pensando ya en c¨®mo despachar a Khachanov ¨Cdos careos, dos victorias frente al ruso¨C y en seguir creciendo.
Zverev y Alcaraz, poco o nada que ver. Frente a los devaneos de uno, la fijaci¨®n del otro en grabar su nombre en letras de oro. Bicampe¨®n en Madrid, el alem¨¢n saldr¨¢ del top-20 la pr¨®xima semana y comprueba otra vez que el retorno no ser¨¢ nada sencillo. En cada intercambio se derrite. En sentido contrario, Alcaraz infla el b¨ªceps y vuelve a marcar distancias, enlazando su 18? victoria sobre tierra en Espa?a y dejando claro que hoy por hoy, no hay quien le tosa. T¨ªtulos en Buenos Aires y Barcelona, a los que se a?ade el paso triunfal por Indian Wells; ante todo, una sensaci¨®n de inmensa superioridad subrayada en esta ¨²ltima cita, un calco de la que le otorg¨® el ¨¦xito el a?o pasado. Acelera Alcaraz, y el resto sigue tragando polvo a su paso.
CAEN MUNAR, DAVIDOVICH Y ZAPATA
Antes de que interviniera Alcaraz, el tenis español perdió sus dos primeras bazas en los octavos. En la apertura, el mallorquín Jaume Munar se retiró lesionado ante el alemán Daniel Altmaier (con 6-3 y 6-0 en contra) y posteriormente se despidió del torneo Alejandro Davidovich, superado por el croata Borna Coric tras más de tres horas (6-7(5), 6-3 y 7-6(5). Ya de madrugada, el valenciano Bernabé Zapata no pudo con el griego Stefanos Tsitsipas (6-3 y 6-1).
Por otra parte, el ruso Daniil Medvedev fue eliminado por su compatriota Aslan Karatsev (7-6(1) y 6-4), después de enzarzarse de nuevo con la grada madrileña y de protestar por tener que jugar en la segunda pista del recinto, en vez de hacerlo en la central. El de Moscú, el jugador que más triunfos (33) ha registrado esta temporada, se quejó de las dimensiones: “No entiendo por qué en la cuarta ronda de un Masters 1000 estoy en desventaja...”.
En el cuadro femenino, la bielorrusa Aryna Sabalenka cerró el paso a la egipcia Mayar Sherif, que comenzó bien y terminó cediendo (2-6, 6-2 y 6-1) ante el empuje de la defensora del título.
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