Una mu?eca hinchable, una foto y unas cervezas en un bar: as¨ª fue la investigaci¨®n del mu?eco de Vinicius ahorcado
Tres miembros del Frente Atl¨¦tico y un simpatizante, todos veintea?eros, han sido detenidos en la llamada Operaci¨®n Sandra por la acci¨®n contra el jugador madridista antes del derbi copero de enero
Todo comenz¨® con la mu?eca hinchable a la que los agentes bautizaron como Sandra. Los investigadores policiales no ten¨ªan mucho m¨¢s de lo que tirar para averiguar qui¨¦n hab¨ªa colgado esa pancarta gigante y la figura que simulaba ser el jugador del Real Madrid Vinicius ahorcado. Quien lo hab¨ªa hecho, escogi¨® un lugar simb¨®lico, el puente de Valdebebas, a escasos metros de la ciudad deportiva blanca. Y tambi¨¦n...
Todo comenz¨® con la mu?eca hinchable a la que los agentes bautizaron como Sandra. Los investigadores policiales no ten¨ªan mucho m¨¢s de lo que tirar para averiguar qui¨¦n hab¨ªa colgado esa pancarta gigante y la figura que simulaba ser el jugador del Real Madrid Vinicius ahorcado. Quien lo hab¨ªa hecho, escogi¨® un lugar simb¨®lico, el puente de Valdebebas, a escasos metros de la ciudad deportiva blanca. Y tambi¨¦n seleccion¨® un d¨ªa se?alado, el del derbi copero que enfrent¨® a rojiblancos y merengues el 26 de enero. Ni en la zona ni en los alrededores hallaron c¨¢maras que hubieran registrado el momento en el que eran colocados esos elementos. As¨ª que todas las respuestas estaban en esa mu?eca hinchable. Y empez¨® a hablar.
Los autores de esta acci¨®n hab¨ªan colgado ese mismo d¨ªa en redes una foto del monigote de espaldas, luciendo el nombre de Vinicius contra una pared de ladrillos. La imagen no ten¨ªa mucho m¨¢s que un trozo de pared y la esquina de un marco marr¨®n de lo que parece una pizarra o una ventana. Los investigadores de la Brigada Provincial de Informaci¨®n de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid intuyeron que ese lugar pod¨ªa estar en los alrededores del estadio C¨ªtivas Metropolitano, si daban con el sitio exacto, estar¨ªan deshaciendo los pasos que ese d¨ªa dieron los perpetradores. Y, ?bingo!. Se trataba de una esquina cercana a un bar.
Los agentes pudieron comprobar, mediante t¨¦cnicas policiales, qui¨¦n hab¨ªa estado en ese establecimiento el d¨ªa de los hechos, y encontraron unos nombres sospechosos. ¡°Hab¨ªan estado ah¨ª tomando cervezas, como hacen casi todos los aficionados antes o despu¨¦s de los partidos¡±, explica una fuente policial. Entre esos aficionados, est¨¢n los ultras, los miembros del Frente Atl¨¦tico. En paralelo a estas pesquisas, se segu¨ªa adelante con las de la polic¨ªa cient¨ªfica, entre ellas, toma de huellas y b¨²squeda de restos de ADN. Los investigadores hallaron 10 huellas que no dieron resultado en el cotejo con la base de datos de la que disponen las fuerzas y cuerpos de seguridad y en la que solo figuran delincuentes con antecedentes. Los resultados del ADN llevan su tiempo.
De nuevo, la mu?eca hinchable era la clave. Solo pod¨ªan contar con ella porque una figura misteriosa se hab¨ªa encargado de retirar la pancarta que extendieron junto a ella en la que se le¨ªa el mensaje: ¡°Madrid odia al Real¡±. Los agentes se volcaron en el mundo de los sex shops, las tiendas en las que venden productos er¨®ticos y sexuales. Rastrearon un sinf¨ªn de ellas tanto de forma f¨ªsica como en el mundo virtual. ¡°Unas 60¡±, especifica la fuente cercana al caso. Encontraron el mismo modelo en una de ellas. Precisamente, en una zona cercana a Valdebebas. ¡°Tiene que ser esta¡±, se dijeron. ¡°?Podr¨ªa indicarnos si se compr¨® esta mu?eca en fechas cercanas al 26 de enero?¡±, preguntaron al comerciante. La respuesta fue positiva. Ese mismo d¨ªa se hab¨ªa vendido una. Casi acariciaban una pista muy buena cuando lleg¨® el ticket con la hora de esa compra. Era posterior al momento en el que el mu?eco apareci¨® colgado. Agua.
Volvieron a los nombres que hab¨ªan estado en ese bar del muro de ladrillos. Filtraron. Consultaron a sus informantes. Y dieron con los cuatro nombres con m¨¢s papeletas. Respond¨ªan a las iniciales de A. B. R., A. R. L., J. M. M. T. y P. S. M. Tres de ellos miembros acreditados del Frente Atl¨¦tico que hab¨ªan sido identificados entre los ultras en partidos de alto riesgo, y uno de ellos, el m¨¢s joven, simpatizante. Los investigadores solicitaron judicialmente el posicionamiento de sus tel¨¦fonos en el d¨ªa en el que se vio la pancarta y el mu?eco ahorcado. Ahora s¨ª, tocados y hundidos. La se?al de sus cuatro tel¨¦fonos m¨®viles les situaba en los alrededores de ese puente y en la zona del estadio Metropolitano.
A¨²n quedaba un interrogante ?D¨®nde estaba la pancarta y qui¨¦n se la hab¨ªa llevado? ¡°Un empleado de Valdebebas fue y la recogi¨® ese mismo d¨ªa y la guard¨® all¨ª, en la ciudad deportiva¡±, explican fuentes cercanas a la investigaci¨®n. La ¨²ltima confirmaci¨®n sobre la autor¨ªa de estos cuatro detenidos lleg¨® con el cotejo de una de las dos muestras de ADN obtenidas, que coincid¨ªa con el del mayor de los sospechosos, al que le constaban antecedentes por un delito de lesiones. La semana pasada, los investigadores informaron a la Fiscal¨ªa de Ciberodio y al juez que ha instruido el caso que el martes se iba a detener a quienes las pesquisas hab¨ªan se?alado como culpables.
Tres viven en el barrio de San Blas de Madrid. Uno de ellos no se encontraba en casa y fue arrestado en la vivienda de su pareja en Alcorc¨®n. Tienen 19, 21, 22 y 24 a?os, y ninguno de ellos es una figura relevante dentro de los ultras. Son los cuatro fan¨¢ticos que un d¨ªa compraron una mu?eca hinchable, le pusieron la camiseta de un jugador negro y la colgaron de un puente. Los detenidos por la Operaci¨®n Sandra est¨¢n acusados de un delito de odio.
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