El PSG se acerca a Luis Enrique en plena crisis de identidad
El club no encuentra t¨¦cnico, tras contactar sin ¨¦xito a Zidane, Pochettino, Spalletti, Conte y Nagelsmann, y los due?os hablan con el espa?ol
Desesperados por encontrar un entrenador que acepte el anta?o codiciado puesto del Paris Saint-Germain, los due?os del club, los pr¨ªncipes que controlan el fondo soberano de inversiones de Qatar, agotan a base de rechazos y silencios la larga lista de candidatos a los que ofrecen aquello que en toda Europa ya se da por misi¨®n imposible: la gloria en el banquillo del club m¨¢s rico de Francia. Despu¨¦s de que el viernes pasado Julian Nagelsmann dijera que no ve¨ªa claro el proyecto, el cat¨¢logo se reduce a dos nombres: ...
Desesperados por encontrar un entrenador que acepte el anta?o codiciado puesto del Paris Saint-Germain, los due?os del club, los pr¨ªncipes que controlan el fondo soberano de inversiones de Qatar, agotan a base de rechazos y silencios la larga lista de candidatos a los que ofrecen aquello que en toda Europa ya se da por misi¨®n imposible: la gloria en el banquillo del club m¨¢s rico de Francia. Despu¨¦s de que el viernes pasado Julian Nagelsmann dijera que no ve¨ªa claro el proyecto, el cat¨¢logo se reduce a dos nombres: Luis Enrique y Thiago Motta.
El escepticismo manifiesto de Nagelsmann, muy pesimista tras conocer que Kylian Mbapp¨¦ no renovar¨ªa su contrato y pod¨ªa ser traspasado este verano, oblig¨® a los dirigentes del club a contactar al exseleccionador espa?ol. Seg¨²n el diario L¡¯?quipe, las conversaciones con Luis Enrique estaban muy avanzadas ayer domingo. Esta versi¨®n no fue confirmada por el agente del t¨¦cnico, Iv¨¢n de la Pe?a. Fuentes del PSG advirtieron de que mientras esperan que Nagelsmann d¨¦ un volantazo, el binomio restante genera gran zozobra entre los dirigentes. Por un lado, se?alan, Luis Enrique no termina de convencer a Luis Campos, el director deportivo. Campos cree que Motta, que esta temporada hizo un excelente trabajo en el Bolonia, en la Serie A, tiene un perfil m¨¢s adecuado. Por otro, el presidente Nasser al-Khelaifi teme que Motta carezca de las credenciales medi¨¢ticas y el prestigio que exhibe Luis Enrique, campe¨®n de la Champions. El mandatario catar¨ª no quiere asumir la responsabilidad que se demanda a los dirigentes cuando al frente del fracaso figura un t¨¦cnico sin fama. Al-Khelaifi teme arriesgarse a tropezar de nuevo apostando por un t¨¦cnico sin antecedentes brillantes, como le sucedi¨® con el malogrado Christophe Galtier.
Hace d¨ªas que el Paris Saint-Germain encomend¨® a un intermediario que sondeara a Antonio Conte. El entrenador italiano con m¨¢s cach¨¦ del mercado despu¨¦s de Spalletti y Carlo Ancelotti, recibi¨® el mensaje de inter¨¦s extraoficial y su respuesta fue el silencio. ¡°Se hizo el distra¨ªdo por no hacer desprecios¡±, explic¨® una persona pr¨®xima al club franc¨¦s.
El PSG atraviesa la peor crisis de identidad desde que lo compr¨® el fondo soberano de Qatar, en 2011. Tras el fracaso del proyecto Neymar ¡ªlesionado de gravedad¡ª, sucedido por el fracaso del proyecto Messi ¡ªdespedido con pitos¡ª, el anuncio de que Kylian Mbapp¨¦ no quer¨ªa renovar su contrato en 2024 ha secado por completo la fuente de ilusiones. La reacci¨®n de Conte es un reflejo de la respuesta de todos los entrenadores con cierta trayectoria a los que el club ha trasladado una oferta de trabajo. En la lista est¨¢n aquellos que aparecieron como disponibles a lo largo de los ¨²ltimos meses: Zidane, Pochettino, Spalletti, Nagelsmann, Gallardo, Concei?ao¡ El ¨²ltimo es Luis Enrique, y Motta el pen¨²ltimo.
El desinter¨¦s, o el recelo, que inspira el PSG entre los t¨¦cnicos m¨¢s cualificados, es indicio de agotamiento. Si el fichaje de Neymar y Mbapp¨¦ en el verano de 2017 se oficializ¨® con fastos propios de la culminaci¨®n de una epopeya, la contrataci¨®n de Messi en 2021 cerr¨® la tiara. La gesti¨®n presidida en ¨²ltima instancia por el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al-Thani, hizo pensar a los jugadores y a los medios de comunicaci¨®n que el ¨¦xito era consustancial al impacto medi¨¢tico. Los grandes fichajes, sin embargo, no bastaron para conquistar la Champions, gran objetivo del emir. Una cultura m¨¢s folcl¨®rica que castrense, inconcebible en la alta competici¨®n, arraig¨® bajo el manto de Neymar y su s¨¦quito de aduladores. Ni Emery, ni Tuchel, ni Pochettino, ni mucho menos Galtier, consiguieron sobreponerse a las inercias de disipaci¨®n e individualismo que impregnan el vestuario m¨¢s heterodoxo de las grandes instituciones del f¨²tbol europeo. Cuando Mbapp¨¦ reclam¨® un cambio de rumbo a cambio de su renovaci¨®n hasta 2024, las pol¨ªticas reformistas apenas tuvieron alcance formal.
Neymar, en peligro
De las seis ediciones que disput¨® el equipo en Champions, en cuatro qued¨® eliminado en octavos, en 2021 alcanz¨® la semifinal, y en 2020 perdi¨® la final ante el Bayern al cabo de una serie de eliminatorias sin p¨²blico organizadas en Portugal, como un torneo de verano, en plena pandemia. Ahora los empleados del PSG confiesan que el desconcierto dentro de la casa es ins¨®lito, entre rumores siempre desmentidos de que Qatar quiere traspasar la propiedad.
El desencanto de Mbapp¨¦ solo es equiparable al vac¨ªo que deja Neymar en el patrimonio futbol¨ªstico de la plantilla. La rotura de un ligamento del tobillo derecho ha colocado al diez de Brasil en un limbo del que los m¨¦dicos no saben si lograr¨¢ salir entero. Cunden las dudas tras la operaci¨®n del jugador en Doha. Tiene contrato hasta 2025 y cobra m¨¢s de 40 millones netos anuales por todos los conceptos. Pero a sus 31 a?os, su cuerpo que se resiente es la met¨¢fora del club que se puso a sus pies.
Jos¨¦ Mourinho, arde Par¨ªs
Al oír que los dueños del Paris Saint-Germain examinaban las posibilidades que ofrecía el fichaje de José Mourinho para el banquillo del primer equipo, en una conversación mantenida hace meses, uno de los asesores más respetados por el presidente Nasser al-Khelaifi, planteó la siguiente cuestión: “¿Os acordáis del incendio de Notre Dame?”.
El fuego que dañó gravemente la catedral de París el 15 de mayo de 2019 sirvió de analogía a este experto, cuando procuró alarmar a Al-Khelaifi sobre la amenaza de introducir a un hombre como Mourinho en un vestuario tan volátil y casquivano como el parisino.
Fue Luis Campos, director deportivo del PSG, quien insistió en la contratación del actual técnico de la Roma, previo pago de una indemnización al club italiano. Campos aseguró —y lo sigue defendiendo— que Mourinho es el hombre indicado para dotar al PSG del carácter competitivo que nunca ha logrado desarrollar bajo la propiedad catarí. En plena crisis de identidad, y ante la angustia que genera en los dueños el hecho de no dar con entrenadores dispuestos a hacerse cargo de una institución cada vez más impredecible, la posibilidad de fichar a una estrella como Mourinho resonó con música de solución mágica. Solo se opusieron algunos viejos asesores, pero con suficiente peso para frenar los impulsos más arrebatadores.
En Francia son sabidos los vínculos de Campos con Jorge Mendes, el agente de Mourinho. Ninguno de los dos portugueses ha desmentido que exista una relación, aunque ambos niegan compartir objetivos empresariales idénticos. El conflicto de intereses no está probado, pero sobrevuela el club como una nube de tormenta, tal y como expuso Radio Monte-Carlo —el medio mejor informado del fútbol francés— en su programa del sábado. “Fichar a Mou sería el broche final para este delirio”, advirtió el viejo asesor a un empleado del club.
Al-Khelaifi se inhibió. La final perdida por la Roma de Mourinho ante el Sevilla no ayudó a la causa de Campos. Pero el tiempo pasa y el PSG sigue sin asegurar un entrenador para la temporada próxima. Mientras Campos permanezca en el club, Mourinho estará en la recámara.
[Noticia de ¨²ltima hora. Habr¨¢ actualizaci¨®n en breve]
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