Evenepoel iguala a Lejarreta en el palmar¨¦s de la Cl¨¢sica
El campe¨®n del Mundo vence en la llegada a Pello Bilbao y consigue su tercer triunfo en San Sebasti¨¢n
Lo consigui¨®, s¨ª, el fen¨®meno Evenepoel, enamorado de la Cl¨¢sica de San Sebasti¨¢n, su primer triunfo de prestigio en 2019, y que ya ha ganado tres veces, igualando a Marino Lejarreta, el ¨²nico ciclista que lo hab¨ªa logrado, y con el que charlaba en la salida pensando ya en repetir, y que le impuso la txapela con la bah¨ªa donostiarra detr¨¢s. Adem¨¢s lo hizo destrozando l...
Lo consigui¨®, s¨ª, el fen¨®meno Evenepoel, enamorado de la Cl¨¢sica de San Sebasti¨¢n, su primer triunfo de prestigio en 2019, y que ya ha ganado tres veces, igualando a Marino Lejarreta, el ¨²nico ciclista que lo hab¨ªa logrado, y con el que charlaba en la salida pensando ya en repetir, y que le impuso la txapela con la bah¨ªa donostiarra detr¨¢s. Adem¨¢s lo hizo destrozando la carrera con un ataque seco en el mismo lugar que el a?o pasado, en los ¨²ltimos metros de la ascensi¨®n a Erlaitz. Con una diferencia: en 2022, la exigente ascensi¨®n entre Ir¨²n y Oiartzun se situaba a 40 kil¨®metros de la meta; esta vez a 70, que no es cuesti¨®n balad¨ª. Claro que los m¨¢s listos estaban avisados. Tratando de recuperarse del latigazo, salieron tras ¨¦l Pello Bilbao y Vlasov. Entre los tres escribieron la pel¨ªcula de la etapa.
Si el Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n cobrara una tasa por la brisa que circula por la ciudad, que suaviza la temperatura de un d¨ªa de verano, que alivia a los endomingados invitados al bodorrio que se celebra en Santa Mar¨ªa y protege a los miles de turistas que convierten el Boulevard en una torre de Babel, todos ellos la pagar¨ªan gustosos. Y los ciclistas, que se sumergen desde muy pronto en el largo recorrido por la Gipuzkoa interior primero, despu¨¦s de pasar la Orio marinera, la Azpeitia ignaciana, la Tolosa carnavalera, la industriosa Hernani, o la Oiartzun que recupera entre sus praderas los cr¨®mlech del Magdaleniense.
No es lo mismo ascender por la Kale Nagusia ¨Cmayor¨C de Andoain bajo la inmisericorde can¨ªcula, que hacerlo empujado por el viento suave y fresco, que pone despu¨¦s la carne de gallina al descender por la sombr¨ªa Kale Txikia ¨Cpeque?a¨C. El esfuerzo es parecido, pero la sensaci¨®n muy diferente para los cinco valientes que se atreven con toda la carrera por delante, y para el pelot¨®n que dirige el Soudal de Evenepoel, que ya pensaba en Erlaitz.
Pero la brisa de las primeras horas se convierte en otra cosa seg¨²n pasan el tiempo y los kil¨®metros, y ya no apetece tanto mojarse los pies desnudos en la orilla de La Concha, porque se cierran las nubes, amenaza lluvia y el viento ya no es brisa cuando Bardet asciende Erlaitz mientras intenta distanciar al pegajoso Van Hooydonck. Son los ¨²nicos que resisten delante cuando Evenepoel comienza su espect¨¢culo, al que se unen Vlasov y Pello Bilbao. Nadie m¨¢s despu¨¦s del ¨²ltimo tir¨®n a 150 metros de la cima, ninguno en el descenso, mientras le caen segundos al pelot¨®n. Son cinco delante de nuevo, pero ahora hay mucha chicha en cabeza, mientras en el grupo flaquean Carlos Rodr¨ªguez y Juan Ayuso, las promesas espa?olas con mucho rodaje en las piernas.
Bardet y Van Hoydoonck se empiezan a retrasar, agotados, en Mendizorrotz, cuando por detr¨¢s se mueve el franc¨¦s F¨¦lix Gall, al que se une Mikel Landa, vano esfuerzo porque el tr¨ªo de cabeza no cede ni un segundo y busca ya la ascensi¨®n a Murgil Tontorra y el r¨¢pido descenso hasta el Boulevard. Evenepoel calcula, sabe que va a ser complicado distanciar a sus compa?eros de fuga en las dur¨ªsimas rampas que llevan al Monte Igeldo. Pello parece flaquear a veces, pero solo regula sus fuerzas, se toma un respiro y deja una rueda de distancia con Vlasov, que se echa agua en las piernas, s¨ªntoma de calambres. Lo ve Bilbao, que acelera a 200 metros de la cima; tambi¨¦n Remco, listo como el hambre. El ruso cede. Y comienza el juego de Evenepoel. El baile se convierte en un pas de deux entre el vasco y el belga. Como si descendieran por el funicular de Igeldo, en l¨ªnea recta. ¡°Creo que Pello iba m¨¢s cansado, pero no ataqu¨¦ subiendo¡±, cuenta divertido el campe¨®n del Mundo. ¡°Sab¨ªa que el esprint era un riesgo, pero tambi¨¦n una bonita forma de ganar, distinta a otros a?os¡±. Ambos se aseguraron una diferencia suficiente como para disputarse la llegada en el Boulevard. Ambos son r¨¢pidos, saben manejarse, pero es Remco el que toma el relevo de Marino Lejarreta mientras la afici¨®n sufre animando a Pello Bilbao, que se queda a un paso. Al menos le espera Martina, su ni?a, en la meta con una sonrisa, as¨ª que ¨¦l tambi¨¦n sonr¨ªe. Hasta Marino, que comparte Olimpo en la Cl¨¢sica con Evenepoel, esboza un gesto de alegr¨ªa: ¡°Que te iguale un ciclista de su clase es una satisfacci¨®n¡±.
Clasificaci¨®n de la Cl¨¢sica de San Sebasti¨¢n:
Posici¨®n | Corredores | Equipo | Tiempo |
---|---|---|---|
1 | Remco Evenepoel (B¨¦lgica) | Soudal Quick Step | 5h.30m.59s |
2 | Pello Bilbao | Bahrain Victorious | m.t. |
3 | Aleksandr Vlasov (Rusia) | Bora-Hansgrohe | a 28s |
4 | Neilson Powless (EEUU) | Education First | a 2m.50s |
5 | Jon Izagirre | Cofidis | a 2m.57s |
6 | Tom Skujins (Letonia) | Lidl-Trek | a 3m.02s |
7 | Alex Aranburu | Movistar | a 3m.02s |
8 | Rui Costa (Portugal) | Intermarch¨¦ Circus Wanty | a 3m.02s |
9 | Andrea Bagioli (Italia) | Soudal Quick Step | a 3m.02s |
10 | Tiesj Benoot (B¨¦lgica) | Jumbo Visma | a 3m.02s |
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