Kroos sigue se?alando el camino a Vini

Despu¨¦s de 23 minutos de asedio alem¨¢n en un estadio enfebrecido, el cl¨¢sico europeo por excelencia, el partido m¨¢s disputado en el continente, Toni Kroos deambulaba sin sentido aparente por el campo del Bayern, en una zona sin compa?eros y sin atacantes, como si los rivales le concediesen poco peligro, poco riesgo: un hombre al que dejarle metros sin miedo. Y as¨ª Kroos se mov¨ªa en horizontal primero y en vertical despu¨¦s, reclamando rupturas con la mirada. Aqu¨ª hay que detenerse un momento.

Hace cuatro a?os, en el Santiago Bernab¨¦u, con el bal¨®n en juego, y durante un cl¨¢sico, Toni Kro...

Despu¨¦s de 23 minutos de asedio alem¨¢n en un estadio enfebrecido, el cl¨¢sico europeo por excelencia, el partido m¨¢s disputado en el continente, Toni Kroos deambulaba sin sentido aparente por el campo del Bayern, en una zona sin compa?eros y sin atacantes, como si los rivales le concediesen poco peligro, poco riesgo: un hombre al que dejarle metros sin miedo. Y as¨ª Kroos se mov¨ªa en horizontal primero y en vertical despu¨¦s, reclamando rupturas con la mirada. Aqu¨ª hay que detenerse un momento.

Hace cuatro a?os, en el Santiago Bernab¨¦u, con el bal¨®n en juego, y durante un cl¨¢sico, Toni Kroos agit¨® el brazo a Vinicius para mostrarle un desmarque. Levant¨® el dedo con desesperaci¨®n porque Kroos ve¨ªa el hueco, pero Vini a¨²n no. Despu¨¦s de se?alarle el pase a media Espa?a, el brasile?o ech¨® a correr por la banda y se qued¨® solo con Piqu¨¦ por detr¨¢s y el gol por delante. Este verano, en pretemporada, Kroos le meti¨® tal pase a Vini que Bellingham, a su espalda, se llev¨® las manos a la cabeza mientras corr¨ªa Vini y empez¨® a aplaudir, el ingl¨¦s, antes del gol.

El maestro sigue ense?ando y el alumno a¨²n necesita claves, pero m¨¢s discretas. Este martes en Munich, con toda la presi¨®n del mundo, Kroos conduc¨ªa fingi¨¦ndose desganado y movi¨® el dedo de golpe, se?alando un vac¨ªo en la defensa alemana: no fue un gesto ostentoso como el del Bernab¨¦u, pero s¨ª tan claro como para que Vini, espoleado, rompiese a correr entre los defensas del Bayern con el cuchillo en la boca.

El pase que le meti¨® Kroos fue asombroso por lo que parec¨ªa un efecto ¨®ptico sin serlo: puso a circular el bal¨®n no s¨®lo a la velocidad perfecta sino con un delicado efecto que lo iba separando del defensa del Bayern y dej¨¢ndoselo a Vini en los pies, casi de billar, a la altura del punto de penalti, en la zona de nadie para el portero: no hab¨ªa que controlarlo, no hab¨ªa ni que mirarlo, s¨®lo pegarle a gol. En la memoria otra conexi¨®n alemana-brasile?a de Champions, la que hizo adulto a Vini: la del golazo al Liverpool en cuartos de final de 2021.

Lo que pas¨® despu¨¦s de eso fue pura Copa de Europa. El Madrid pudo meter el 0-2 en la segunda parte con remate primoroso de Kroos, gigante toda la noche con el bal¨®n, y el Bayern le sacudi¨® las solapas al Madrid y le record¨® en su casa que si hay un club parecido al Real, es ¨¦l. Dos bofetones seguidos, dos golpes de la nada, dos goles que congelaron al madridismo y pusieron a los de Ancelotti contra las cuerdas. Un estadio levitando y el Bayern crey¨¦ndose lo que es, el Bayern de siempre. Los dos gigantes se cruzaron la mirada de forma temeraria en los ¨²ltimos treinta minutos y el Madrid, empapado en gasolina no se sab¨ªa si para arder o para quemar al rival con ¨¦l, tir¨® de escudo y arranc¨® un penalti y un empate que pone al Bernab¨¦u en vilo para la vuelta, el partido m¨¢s importante otro a?o m¨¢s, la primavera en Chamart¨ªn y un equipo crey¨¦ndoselo todo y en disposici¨®n de hacerlo. Contra lo m¨¢s parecido a un gemelo que tiene en Europa. Nadie sabe nada ahora, todos sospechan todo.

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