Valverde revienta el nudo del Valladolid
El uruguayo desatasca con un tirazo el partido para el Madrid, cerrado luego por Brahim y Endrick
La tarde que el Bernab¨¦u aguardaba el primer gol de Mbapp¨¦ con el Real Madrid, despu¨¦s de que hubiera marcado all¨ª dos veces con el PSG, con Ronaldo en el palco, el que se estren¨® fue Endrick, que tambi¨¦n hab¨ªa anotado antes, pero con Brasil. La grada confi¨® en el tanto del franc¨¦s hasta su ¨²ltima carrera, mano a mano con el portero, con un partido asfixiante por fin abierto, y aunque no acert¨® le despidi¨® en pie igualmente. Hab¨ªa sido una jornada trabajosa, con un Valladolid aguerrido, confiado a su aguante, que frustr¨® durante muchos minutos al Real. Tanto, que solo pudieron abrirse paso con un misil de Valverde en una falta lejana.
Hasta entonces, el aterrizaje de Mbapp¨¦ en el Bernab¨¦u, por fin de blanco, fue una trampa cl¨¢sica. Un paisaje bien conocido: el Valladolid amontonado contra su ¨¢rea, sumando a los de atr¨¢s a Darwin Mach¨ªs para tirar una l¨ªnea de cinco por detr¨¢s de otra de cuatro. Un panorama sofocante. El Madrid iba de derecha a izquierda, de Rodrygo a Vinicius, sin encontrar una rendija. El tr¨¢fico por el centro resultaba impracticable. All¨ª, en lugar del lesionado Bellingham, Ancelotti hab¨ªa incluido a G¨¹ler, que pas¨® esta vez por delante de Modric y dej¨® una funci¨®n notable. Pero el turco, mediapunta entre los brasile?os y por detr¨¢s de Mbapp¨¦, al principio tampoco ve¨ªa el modo ni de girarse por all¨ª.
Por delante, el franc¨¦s insist¨ªa en deambular en la punta entre los defensas, sin que nadie se animara a enviarle la pelota. No hab¨ªa quien asumiera ese riesgo en el embotellamiento. Lo intent¨® G¨¹ler por abajo, pero hab¨ªa tan poco sitio que Mbapp¨¦ se vio en fuera de juego. Lo mejor que encontr¨® el franc¨¦s fueron un par de pases a la espalda que le envi¨® R¨¹diger desde la defensa. De uno sac¨® una volea con la zurda que detuvo Hein. Nada m¨¢s.
El Madrid masticaba el partido, y el partido se le hac¨ªa bola. Lo intent¨® Rodrygo patinando entre cinco rivales desde la derecha, donde pas¨® m¨¢s tiempo estacionado, pero la aventura muri¨® al alcanzar el apelotonamiento del ¨¢rea. Tambi¨¦n trat¨® de galopar Valverde, pero entrar ah¨ª era caer en un embudo. El Valladolid se apretaba un poco m¨¢s y el Madrid quedaba estrangulado.
El equipo de Pezzolano, reci¨¦n ascendido, hab¨ªa calculado que sus opciones contra el ¨²ltimo campe¨®n se encontraban en la resistencia. Y en la brega de Marcos Andr¨¦, entregado a la misi¨®n solitaria de cazar algo entre R¨¹diger y Milit?o, muy r¨¢pido, contundente, cada vez m¨¢s fino y parecido a aquella versi¨®n suya de central dominante de antes de la lesi¨®n.
La historia del nudo era conocida. Tambi¨¦n la de c¨®mo se afloja. Con un gol, que no lleg¨® a trav¨¦s del juego, asfixiado en el orden del Valladolid. La tapa del partido la revent¨® Valverde con un tirazo de falta, cocinada con G¨¹ler y Rodrygo, que se col¨® tras tocar ligeramente en Juric.
El golpe y los cambios con los que Pezzolano trat¨® de contrarrestarlo, y que le permitieron responder con un par de golpes, abrieron al Valladolid y ah¨ª floreci¨® G¨¹ler, que hasta entonces se hab¨ªa exprimido en defensa mientras buscaba soluciones. Desde ese punto fue el G¨¹ler dominante de la Eurocopa, con manejo del juego por el centro y llegada al punto de penalti. Desde all¨ª remat¨® tres pases atr¨¢s. Tambi¨¦n se sac¨® un disparo m¨¢s lejano que tuvo que desactivar Hein. Y cuando el turco se encontraba en pleno despegue, Ancelotti lo retir¨®, junto a Rodrygo, para meter a Modric y a Brahim. El malague?o, en la cola de atacantes del Madrid como G¨¹ler, y que tambi¨¦n vive con el dedo en el gatillo, encontr¨® el gol con una delicada vaselina despu¨¦s de un bal¨®n a la espalda. Lo mismo que Endrick, en la misma sala de espera, que sali¨® y marc¨® en los restos del a?adido. No anot¨® Mbapp¨¦, pero Ancelotti tiene cola para sumar.
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