Mundial de ajedrez | Ding colapsa y pierde la und¨¦cima partida tras malograr una gran ventaja
A pesar de sus lagunas estrat¨¦gicas, Gukesh controla mejor los nervios y domina por 6-5 a falta de tres asaltos
El campe¨®n, Liren Ding, de 32 a?os, tiene una comprensi¨®n m¨¢s profunda del ajedrez. Pero su control de los nervios es mucho peor que el del aspirante, Dommaraju Gukesh, de 18. S¨®lo as¨ª puede explicarse que el chino perdiera con estr¨¦pito la und¨¦cima partida del Mundial de Singapur cuando dispon¨ªa de una ventaja estrat¨¦gica que normalmente hubiera convertido en victoria. A falta de tres, el indio domina por 6-5. Aunque Ding conducir¨¢ las piezas blancas en dos de ellas, remontar en su estado an¨ªmico roza lo imposible, pero ¨¦l anunci¨® que lo intentar¨¢.
Los seguidores indios de Gukesh lo recibieron con m¨¢s gritos de los habituales cuando lleg¨® a la sala de juego del hotel Equarius. Sab¨ªan que era un d¨ªa muy importante: su ¨ªdolo, con blancas, deb¨ªa ser valiente para romper la cadencia tabl¨ªfera de Ding, mucho m¨¢s interesado que el aspirante en jugarse el t¨ªtulo el d¨ªa 13 en un desempate r¨¢pido. El chino tambi¨¦n cuenta con un grupo de compatriotas que le animan cada d¨ªa, pero son mucho m¨¢s discretos.
Gukesh hizo lo que de ¨¦l se esperaba, planteando una apertura ambiciosa con las piezas blancas. Y adem¨¢s Ding le ayud¨®: en lugar de optar por una defensa prudente, se meti¨® en un dilema envenenado: pod¨ªa repetir la variante relativamente tranquila que hab¨ªa jugado frente a otro indio, Adhiban, en 2021, con altas probabilidades de que su adversario se hubiera preparado a conciencia para ello; o aceptar el pe¨®n que Gukesh le regalaba a cambio de iniciativa y ataque; justo el tipo de posici¨®n que el aspirante deseaba y el campe¨®n quer¨ªa evitar.
Tras pensar durante m¨¢s de 38 minutos, Ding invit¨® a Gukesh a repetir la partida contra Adhiban, que era lo m¨¢s sensato. Sin embargo, ante la sorpresa general, el indio se desvi¨® de inmediato de ese antecedente. El gran maestro de ¨¦lite Anish Giri, neerland¨¦s, uno de los comentaristas en directo de Chess24, interpret¨® as¨ª tal enredo psicol¨®gico: ¡°Creo que Gukesh ha preparado esta partida con demasiada profundidad. Ha dado por supuesto que Ding hab¨ªa analizado a fondo la partida con Adhiban, y por eso ha preparado salirse de ella lo antes posible. Sin embargo, si Ding ha invertido 38 minutos en su quinta jugada, eso significa que no ha profundizado recientemente en la partida de 2021, y hubiera sido mejor buscar en ella una mejora para las blancas. Ahora, Ding debe sentirse aliviado¡±.
Pero los hechos inmediatos demostraron que Giri erraba: Ding sigui¨® pensando (otros 22 minutos) y se puso con una hora menos en el reloj tras s¨®lo cinco movimientos, y con claros gestos de nerviosismo e incomodidad; probablemente se maldec¨ªa por haber elegido mal la forma de empezar la partida. Alarma roja. Para colmo, Gukesh respond¨ªa al toque, porque jugaba de memoria.
Pero de pronto ocurri¨® algo que nadie entendi¨® en la sala de prensa: Gukesh dispon¨ªa de una jugada muy agresiva (9 c5), que hubiera obligado al campe¨®n a hilar muy fino en la defensa bajo la presi¨®n del reloj. En lugar de ello eligi¨® algo muy pac¨ªfico que -ahora s¨ª- alivi¨® sin duda a Ding, como se vio en la velocidad de sus siguientes lances. No es arriesgado afirmar que Gari Kasp¨¢rov, cuyo instinto asesino le hizo acreedor del mote El Ogro de Bak¨², hubiera tardado menos de un minuto en jugar 9 c5.
La interpretaci¨®n m¨¢s l¨®gica de esa omisi¨®n es que, en realidad, Ding hab¨ªa jugado algo que Gukesh no esperaba durante su preparaci¨®n y, en lugar de invertir unos minutos en elegir la continuaci¨®n m¨¢s molesta para el chino, dio preferencia a mover r¨¢pido (cinco minutos). He ah¨ª un error que un veterano rara vez comete; Gukesh tiene 18 a?os y es el aspirante m¨¢s joven de la historia, pero varios indicios hacen creer que a¨²n no est¨¢ maduro para ser campe¨®n; si lo termina siendo, ser¨¢ m¨¢s porque Ding no se ha recuperado a¨²n de su larga crisis, y no por sus propios m¨¦ritos.
Gukesh intent¨® poner cara de p¨®quer para disimular que la hab¨ªa pifiado. Pero la evidencia de los ?60 minutos! -una de las reflexiones m¨¢s largas en la historia de los Mundiales- que invirti¨® en su und¨¦cimo lance y el an¨¢lisis objetivo de la posici¨®n no dejaban dudas: el aspirante estaba ahora muy mal en el plano estrat¨¦gico (no para las computadoras, pero s¨ª para el ojo humano), hab¨ªa perdido su gran ventaja en el reloj y adem¨¢s afrontaba el reto psicol¨®gico de gestionar un cambio de 180? en el curso de la lucha. Lo m¨¢s curioso es que, a pesar de todo ello, Ding mostraba una cara de preocupaci¨®n, como si la responsabilidad de tener que ganar una posici¨®n ventajosa cuando lo que esperaba era sufrir para empatar.
Y esa paradoja le cost¨® cara, porque se hizo un l¨ªo y perdi¨® su ventaja en pocas jugadas. La partida se convirti¨® en una pesadilla para ambos en cuanto a la presi¨®n del reloj, pero ahora con una objetiva ventaja de Gukesh. Aunque las negras de Ding ten¨ªa recursos para luchar, la lucha ya no era t¨¦cnica ni estrat¨¦gica ni t¨¢ctica, sino de nervios. El campe¨®n no fue capaz de controlar los suyos, err¨® varias veces, colaps¨® y se rindi¨® tras s¨®lo 29 movimientos.
Tras agradecer los tremendos gritos de alegr¨ªa de sus seguidores, Gukesh confirm¨® dos aspectos esenciales en su encuentro con los periodistas. Que la comprensi¨®n estrat¨¦gica es su punto d¨¦bil, porque en ese momento segu¨ªa sin darse cuenta de que 9 c5 era la jugada que su posici¨®n ped¨ªa a gritos. Y que su fortaleza mental es realmente extraordinaria: ¡°Cuando comprend¨ª que hab¨ªa hecho varias tonter¨ªas y ten¨ªa una mala posici¨®n, dediqu¨¦ un par de minutos a mentalizarme sobre el cambio dr¨¢stico de la situaci¨®n. Me dije que ten¨ªa que centrarme en hacer bien cada una de las siguientes jugadas y mantener la calma¡±.
Si Ding fuera un ajedrecista normal, se le podr¨ªa dar por perdido con muy poco riesgo. Pero es cierto que, hace a?o y medio, fue campe¨®n del mundo de manera ¨¦pica. Y tambi¨¦n que hace s¨®lo dos meses parec¨ªa incapaz -por su estado de salud y por su mal juego- de disputar un duelo por el t¨ªtulo mundial; sin embargo, fue capaz de ganar el primer asalto. Preguntado por ello tras su derrota de este domingo, su respuesta dej¨® la esperanza en el aire: ¡°En el Mundial contra Niep¨®mniashi tambi¨¦n remont¨¦ en la duod¨¦cima partida cuando iba perdiendo por un punto en el marcador [y luego gan¨® el desempate r¨¢pido]. De modo que ma?ana [por el lunes] volver¨¦ a intentarlo¡±.