El rinc¨®n de pensar del rugby

Los deportes de equipo que logran calar en la sociedad y perduran en el tiempo suelen estar muy bien pensados y dise?ados en su origen. Nacen con unas pocas normas, muy sencillas, lo que permite a las personas incorporarse a su pr¨¢ctica por el mero disfrute del juego. Despu¨¦s, corresponder¨¢ a las generaciones venideras adaptarlo y actualizarlo sin pervertir su esencia. No meter la pata, vaya. Aunque tambi¨¦n cabe la posibilidad de incorporar novedades que llegan desde la comprensi¨®n del alma de ese deporte y que se suman para mejorarlo. El sin bin del rugby es un buen ejemplo. El reglame...

Los deportes de equipo que logran calar en la sociedad y perduran en el tiempo suelen estar muy bien pensados y dise?ados en su origen. Nacen con unas pocas normas, muy sencillas, lo que permite a las personas incorporarse a su pr¨¢ctica por el mero disfrute del juego. Despu¨¦s, corresponder¨¢ a las generaciones venideras adaptarlo y actualizarlo sin pervertir su esencia. No meter la pata, vaya. Aunque tambi¨¦n cabe la posibilidad de incorporar novedades que llegan desde la comprensi¨®n del alma de ese deporte y que se suman para mejorarlo. El sin bin del rugby es un buen ejemplo. El reglamento lo define como ¡°superficie determinada en la que un jugador que ha sido suspendido temporalmente debe permanecer 10 minutos del tiempo de juego¡±. Un poco como un rinc¨®n de pensar que cumple, adem¨¢s, la misi¨®n de rebajar las pulsaciones en un deporte de constante contacto.

Coincidiendo con el primer siglo de historia en Espa?a, se publica Cien a?os de Rugby (Planeta y Federaci¨®n Espa?ola de Rugby), un libro que recorre la trayectoria del deporte en el pa¨ªs y de cuyas p¨¢ginas se desprende ese aura de singular comunidad que impregna todo lo relacionado con el bal¨®n oval. Hasta 11 firmas componen un completo retrato de la pr¨¢ctica del rugby, recorriendo toda la geograf¨ªa espa?ola y las diferentes trayectorias locales y regionales. Con la tradicional disputa sobre d¨®nde se jug¨® por primera vez ¡ªcon la influencia brit¨¢nica y la francesa¡ª; las tradiciones como el tercer tiempo ¡ª¡°s¨¦ duro en el campo y hospitalario fuera de ¨¦l¡±¡ª que se han incorporado a otras pr¨¢cticas y a la sociedad en general; los primeros equipos femeninos surgidos al abrigo de la democracia; la figura del ¨¢rbitro, que habla con todos los jugadores, pero con el que solo habla el capit¨¢n de cada equipo.

En su primer centenario, el rugby espa?ol mira al futuro con su equipo masculino clasificado para el mundial de 2027 ¡ªla ¨²ltima participaci¨®n fue en 1999¡ª, el femenino para la cita de 2025 y un moderado optimismo en lo que est¨¢ por venir. Como si, gracias a haber conservado las esencias, estuviera saliendo de su particular sin bin.