Un hombre de 75 a?os salva la vida de otros dos tras un accidente de heliesqu¨ª y sobrevive milagrosamente
El ingl¨¦s Edward Courage empuj¨® fuera del helic¨®ptero a los hermanos Hitchens cuando el aparato se deslizaba desde la cima del Petit Combin (3.668 metros), en Suiza. Despu¨¦s, cay¨® en una grieta antes de ser rescatado
Las condiciones de nieve polvo anunciaban una jornada perfecta de heliesqu¨ª en el cant¨®n suizo de Valais. No siempre resulta f¨¢cil disponer al mismo tiempo de condiciones seguras de vuelo, una meteorolog¨ªa clemente y una nieve virgen esperando el fluir de los esquiadores sin que exista un peligro serio de aludes. El pasado 2 de abril, todo encaj¨® para que el gu¨ªa norteamericano Adam George y sus cuatro clientes despegasen poco despu¨¦s ...
Las condiciones de nieve polvo anunciaban una jornada perfecta de heliesqu¨ª en el cant¨®n suizo de Valais. No siempre resulta f¨¢cil disponer al mismo tiempo de condiciones seguras de vuelo, una meteorolog¨ªa clemente y una nieve virgen esperando el fluir de los esquiadores sin que exista un peligro serio de aludes. El pasado 2 de abril, todo encaj¨® para que el gu¨ªa norteamericano Adam George y sus cuatro clientes despegasen poco despu¨¦s de las nueve de la ma?ana: les esperaba un breve vuelo hasta la cima del Petit Combin (3.668 metros), desde donde el grupo pensaba afrontar cerca de 2.000 metros de desnivel de descenso solo apto para esquiadores expertos. No llegaron a calzarse los esqu¨ªs. Apenas el pat¨ªn del aparato toc¨® la nieve, este se lade¨®, cayendo sobre un costado, desliz¨¢ndose de inmediato sobre la pronunciada pendiente de la vertiente norte de la monta?a. Testigos desde el valle aseguraron despu¨¦s que una avalancha arrastr¨® fatalmente al helic¨®ptero, pero el Servicio suizo de investigaciones de seguridad a¨²n no ha determinado las causas precisas del siniestro. Tanto el piloto, Jer?me Lovey, como el gu¨ªa y uno de los clientes, el estadounidense James Goff, fallecieron en el accidente. Los hermanos Teddy y Guy Hitchens, as¨ª como Edward Courage, todos del Reino Unido, sobrevivieron y fueron evacuados al Hospital de Sion.
La determinaci¨®n y el azar se aliaron para evitar una cat¨¢strofe a¨²n mayor. Courage, instalado en Verbier, es un entusiasta del esqu¨ª pese a contar 75 a?os de edad, devoci¨®n que no resulta extra?a en un pa¨ªs con una enorme tradici¨®n de esquiadores de monta?a que estiran mucho m¨¢s all¨¢ de la jubilaci¨®n su pasi¨®n por la nieve. Por ello, cuando comprob¨® las condiciones de la nieve, no quiso perderse un d¨ªa tan prometedor. Seg¨²n explic¨® a The Telegraph, segundos antes de aterrizar, Courage se solt¨® su cintur¨®n de seguridad para anticiparse a la r¨¢pida maniobra de desembarco espec¨ªfica en este tipo de actividades. Con el rabillo del ojo pudo ver el poste clavado en la nieve que ayuda al piloto a ubicar perfectamente el lugar donde colocar el aparato. Despu¨¦s, horrorizado, asisti¨® a una situaci¨®n ca¨®tica: el helic¨®ptero volc¨® y empez¨® a caer ladera abajo. Courage pudo abrir la portezuela, empujar fuera a uno de los hermanos Hitchens, agarrar al otro y saltar a su vez. Como en una pel¨ªcula de acci¨®n. Todo ocurri¨® tan r¨¢pido que apenas puede explicar c¨®mo tuvo los reflejos de actuar con tanta determinaci¨®n.
Saltar del aparato fue, sin embargo, el principio de una nueva odisea. Los hermanos Hitchens se deslizaron sobre la cara norte hasta detenerse el uno cerca del otro: su rescate fue muy r¨¢pido. Courage, en cambio, sigui¨® rodando por la empinad¨ªsima ladera, envuelto en una avalancha. Su viaje acab¨® 500 metros de desnivel m¨¢s abajo, en el fondo de una grieta. La grieta, dijo, ten¨ªa una profundidad desconocida, pero ¨¦l tuvo la fortuna de caer sobre un puente de nieve, a 30 metros de profundidad. Se rompi¨® varios huesos, pero no perdi¨® el conocimiento y tuvo el reflejo de lanzar se?ales de socorro con su m¨®vil. Tras cinco horas de b¨²squeda y un operativo que involucr¨® a siete helic¨®pteros m¨¢s, la polic¨ªa encontr¨® a Courage gracias al detector de v¨ªctimas de avalancha que portaba y que, por protocolo, todos los clientes y el gu¨ªa han de llevar encendido y emitiendo cuando acceden al aparato.
En la misma regi¨®n del Valais, un helic¨®ptero con solo el piloto a bordo se estrell¨® a mediados del pasado mes de febrero, mientras que un segundo aparato sufri¨® un siniestro a mediados de marzo, en un vuelo de entrenamiento, sin v¨ªctimas mortales. En cambio, un d¨ªa antes del accidente en el Petit Combin, una avalancha mat¨® a tres esquiadores en el ¨¢rea de la localidad suiza de Zermatt, a los pies del Cervino.
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