La abuela del jugador del Racing se convirti¨® en mi segunda madre
Joe Freihofer: ¡°Hice una beca de estudios en Santander que me cambi¨® la vida: me permiti¨® cumplir mi sue?o de ser periodista deportivo¡±
A¨²n recuerdo la primera vez que la vi. Todo estaba repleto de familias, especialmente se?oras con aspecto bastante elegante y muy amables. Soy un chico de Michigan (Estados Unidos) que lleg¨® a Santander hace cinco a?os para cursar una beca de estudios. Yo estaba junto a mis compa?eros esperando conocer con qu¨¦ familia nos quedar¨ªamos durante todo un a?o. All¨ª tambi¨¦n estaba Beni, una se?ora de ochenta y pico a?os. Se ve¨ªa que era distinta. Ten¨ªa los brazos cruzados y me daba un poco de miedo. Me dio la mano como acostumbramos en mi pa¨ªs en lugar de los dos besos con los que se saluda en Espa?a. Pens¨¦: ¡°No puedo vivir con esta mujer¡±.
Aquel pensamiento me dur¨® poco. Pronto empezamos a compartir cenas en las que solo habl¨¢bamos de nuestra gran pasi¨®n: el f¨²tbol. Hoy en d¨ªa, la llam¨® ¡°mam¨¢¡± y es una de las personas m¨¢s especiales de mi vida.
Beni es la abuela del exjugador del Real Racing Club de Santander Iv¨¢n Bolado, que lleg¨® a ser una de las mayores promesas de LaLiga Santander hace m¨¢s de 10 a?os. Una lesi¨®n de rodilla trunc¨® su carrera. El impacto fue total para Beni, que hab¨ªa acompa?ado a Iv¨¢n a los entrenamientos desde que este era un ni?o de alevines. Lo que me sorprendi¨®, y a la vez hizo que el f¨²tbol ganase a¨²n m¨¢s espacio en mi coraz¨®n, fue que ella segu¨ªa viendo partidos y disfrut¨¢ndolos, a pesar de lo que hab¨ªa sufrido por Iv¨¢n.
Beni me anim¨® a cumplir mi sue?o de ser periodista deportivo. Yo solo era un friki del f¨²tbol, pero ella confi¨® en m¨ª desde el primer d¨ªa. Cuando acab¨¦ la beca internacional, hice un m¨¢ster en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Y como trabajo final, le devolv¨ª a Beni toda su ayuda en forma de un documental, El sue?o del Sardinero, que estren¨¦ el pasado julio para celebrar la vuelta del Racing a LaLiga SmartBank.
Cuando viv¨ªa en Santander me hice fan del equipo. All¨ª viv¨ª mi primer partido de f¨²tbol en Europa. Desde el aula de mi facultad, que se orientaba al campo de El Sardinero, trataba de centrarme en los estudios, pero los gritos de la gente, los c¨¢nticos, los himnos¡ Pude comprobar la dimensi¨®n que adquiere el f¨²tbol en Espa?a, y me flip¨®.
Ahora soy productor de v¨ªdeo en el Nashville FC, un club de la Major League Soccer, la primera divisi¨®n estadounidense. En Espa?a tambi¨¦n me hice un poco del Real Betis, aunque nunca he estado en Sevilla, por H¨¦ctor Beller¨ªn, ahora en el FC Barcelona, mi ¨ªdolo. Fue el que me hizo fijarme en el club. Los c¨¢nticos, las sensaciones de la gente cuando llega al Villamar¨ªn y llora... Es otro nivel de sentimientos, y para m¨ª es muy bonito. Es curioso, pero mi pasi¨®n por el f¨²tbol acaba concentr¨¢ndose en el mismo color: tanto el de mis dos equipos como el de mi universidad americana, Michigan State University, es el verde.
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