Lewandowski no puede con todo
Descomunal partido del delantero del Bayern, que no consigue clasificar a Polonia para octavos
Robert Lewandowski no puede con todo, porque es humano, pero cuando deja de serlo un rato casi lo consigue. No pudo ver a Polonia en la segunda fase, pero estuvo a un paso y casi le da a Espa?a lo que le quit¨® en La Cartuja hace unos d¨ªas, la moral y el primer puesto, pero sus compa?eros de selecci¨®n no son los mismos que los del Bayern, y se nota.
Lo que le pas¨® en el minuto 17 es dif¨ªcil de explicar. Sac¨® Polonia un c¨®rner y al m¨¢ximo goleador europeo le cay¨® un caramelo con la porter¨ªa de cara. Se recre¨® en la suerte; pic¨® su remate a bocajarro hacia el c¨¦sped y el rebote en el piso golpe¨® en el larguero. Pero ¨¦l segu¨ªa all¨ª, y su testa, como un im¨¢n, atrajo de nuevo al bal¨®n. Esta vez estaba m¨¢s cerca, y m¨¢s solo. Su remate fue bueno otra vez, pero se estrell¨® en el palo horizontal. La caprichosa pelota baj¨® hasta sus piernas. En condiciones normales, con la escasa distancia que separaba su cuerpo de la porter¨ªa, hubiera bastado el rebote, pero no, se le enganch¨® entre las pantorrillas y perdi¨® la oportunidad de empatar.
S¨ª, porque Suecia hab¨ªa marcado antes de que el reloj llegara al minuto 2, en una porf¨ªa de Isak al borde del ¨¢rea en la que el bal¨®n le sali¨® rebotado a Forsberg, que encar¨® la porter¨ªa y ejecut¨® cruzando la pelota. Los suecos ten¨ªan buena cara y los polacos atufaban a despedida, pero tras el aseado comienzo escandinavo, Polonia se lanz¨® a la desesperada, pese a que quedaba mucho partido. Lleg¨® la triple ocasi¨®n de Lewandowski y un asedio constante.
En la segunda parte, el acoso fue todav¨ªa mayor, pero tras un contragolpe sueco, Forsberg volvi¨® a cazar en la porter¨ªa de Szczesny para poner una distancia que parec¨ªa inasumible, pero no para Lewandowski, que apenas un minuto despu¨¦s recibi¨® un bal¨®n escorado a la izquierda, se abri¨® camino y remat¨® en par¨¢bola al poste contrario para acortar la diferencia. A Polonia le anularon un gol por cent¨ªmetros, pero sigui¨® a la carga y otra vez el delantero del Bayern estaba all¨ª, en el lugar adecuado para empatar.
Lo hac¨ªa todo: serv¨ªa de faro moral a sus compa?eros, daba pases de gol que no encontraban rematador, y trataba de llegar a todos los balones, pero el asedio de casi media hora no fructific¨®. Con su equipo ya a la desesperada, otra contra de Suecia resolvi¨® el partido en el descuento y envi¨® a Espa?a a Copenhague y a Polonia a casa.
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