Bahr¨¦in deja fr¨ªa a la F¨®rmula 1

La F¨®rmula 1 tomar¨¢ nota de lo ocurrido en esta pretemporada, comprimida a solo tres jornadas de entrenamiento en Bahr¨¦in, desde el mi¨¦rcoles pasado y hasta el viernes, y marcada por el fr¨ªo y la lluvia que ha restringido la actividad de las escuder¨ªas, que en menos de tres semanas se presentar¨¢n en Australia para afrontar el primer gran premio del a?o con muchas inc¨®gnitas. A la espera de lo que pueda pasar el ¨²ltimo d¨ªa de giros, hacer una radiograf¨ªa y ordenar la parrilla, sobre todo por arriba, es en este momento un asunto de fe. Los 15 grados de media y la lluvia intermitente alter¨® los planes y los programas de los equipos, ya de por s¨ª obsesionados en esconder su potencial real tanto como pueden.

Con todo lo anterior en mente, las pruebas en el circuito de Sakhir dejan pistas, algunas m¨¢s sutiles que otras, de lo que puede pasar en Melbourne el pr¨®ximo d¨ªa 16. En la gresca deber¨ªa estar McLaren, hasta ahora la estructura m¨¢s afinada, con Lando Norris en plan estrella y Oscar Piastri con ganas de mambo. Los monoplazas papaya tienen toda la pinta de comenzar esta temporada igual que terminaron la anterior; esto es, como la referencia. El tremendo arranque de Max Verstappen durante la primera mitad del curso pasado ¡ªsiete victorias en las diez primeras citas¡ª le gener¨® al holand¨¦s el colch¨®n que pudo administrar en la segunda, en la que pas¨® por una sequ¨ªa de m¨¢s de cuatro meses sin ganar, antes de coronarse tetracampe¨®n en Las Vegas. De no ser por esa brutal inercia inicial, el t¨ªtulo de pilotos probablemente habr¨ªa ido a parar a la tropa de Woking (Gran Breta?a), que s¨ª pudo celebrar el de constructores m¨¢s de un cuarto de siglo despu¨¦s de la ¨²ltima vez (1998).

En Bahr¨¦in, Norris fue el m¨¢s consistente este jueves en las tandas largas, la ¨²nica forma de poder calibrar, y con reservas, la solidez de los b¨®lidos que los t¨¦cnicos seguir¨¢n moldeando con vistas a Melbourne. ¡°La sensaci¨®n es similar, [a la del coche del a?o anterior], que es por d¨®nde quer¨ªamos comenzar¡±, dijo Norris. ¡°Lo que hemos intentado es hacerlo m¨¢s r¨¢pido en general¡±, subray¨® el muchacho de Somerset, que el pasado ejercicio se impuso en cuatro carreras. ¡°Si fu¨¦ramos a la clasificaci¨®n ahora mismo, estoy seguro de que cambiar¨ªamos algunas cosas. Pero gran parte de hoy y de ayer ha sido simplemente marcar casillas. No es la parte divertida¡±, ahond¨® el de McLaren, 14? en la anecd¨®tica clasificaci¨®n, comandada por Carlos Sainz al volante de un Williams aparentemente revitalizado. El madrile?o ha ca¨ªdo en la escuder¨ªa de Grove con esta en proceso de reconstrucci¨®n. La buena noticia es que en unos meses puede haber pasado de pelear con Sauber para evitar ser el farolillo rojo, a hacerlo con Aston Martin, bastante desdibujado el equipo de Fernando Alonso (und¨¦cimo).

M¨¢s dudas generan los dem¨¢s candidatos. Especialmente Red Bull, que si bien aplaude los cambios que se le han hecho al coche para tratar de endulzarlo y hacerlo menos sensible, en este pen¨²ltimo d¨ªa vio c¨®mo el b¨®lido se pasaba m¨¢s tiempo dentro del taller, subido a los caballetes y medio destripado, que dando vueltas. ¡°El coche es bastante decente. En lo que al ritmo se refiere siempre es complicado de decir, pero me lo pas¨¦ bien. Su comportamiento es m¨¢s predecible [que el de 2024]¡±, coment¨® Verstappen. ¡°El equipo aprendi¨® mucho de lo que ocurri¨® el a?o pasado. El equilibrio [del monoplaza] no puede ser peor que el de entonces, de modo que la direcci¨®n en la que vamos es la adecuada¡±, a?adi¨® el holand¨¦s, que este viernes volver¨¢ a subirse al RB21 por ¨²ltima vez.

En un escenario en el que McLaren rodar¨ªa por delante, menos clara est¨¢ la foto a sus espaldas entre Mercedes y Ferrari, que se disputar¨ªan esa segunda plaza con permiso de Red Bull. Lewis Hamilton, segundo a menos de media d¨¦cima de Sainz, parece haberse adaptado bien a la Scuderia. Y las mismas buenas sensaciones transmite Kimi Antonelli (quinto), sustituto del multicampe¨®n en Mercedes y el novato que m¨¢s expectaci¨®n genera.