Una pel¨ªcula con poca gracia
Es doloroso reconocer que sigue existiendo esta clase de personas que te humillan y que te hacen sentir que tu trabajo no vale nada
Cuando yo volaba para la Armada Espa?ola y les contaba a algunas de mis compa?eras del equipo de f¨²tbol de la USA NAVY todos los comportamientos y comentarios que ten¨ªa que escuchar, no daban cr¨¦dito: Oh my God! It¡¯s intolerable! In the USA Navy they would be gone forever! O sea, que en la armada de EE UU les habr¨ªan enviado para casa rapidito. Recuerdo perfectamente sus caras de asombro. Y ahora, siete a?os despu¨¦s de darme de baja de la Armada (porque encima nos vamos nosotras; ellos se quedan y, adem¨¢s, como premio, ascienden), no sab¨ªa c¨®mo explicarles lo de Rubiales. Bueno, s¨ª que lo sab¨ª...
Cuando yo volaba para la Armada Espa?ola y les contaba a algunas de mis compa?eras del equipo de f¨²tbol de la USA NAVY todos los comportamientos y comentarios que ten¨ªa que escuchar, no daban cr¨¦dito: Oh my God! It¡¯s intolerable! In the USA Navy they would be gone forever! O sea, que en la armada de EE UU les habr¨ªan enviado para casa rapidito. Recuerdo perfectamente sus caras de asombro. Y ahora, siete a?os despu¨¦s de darme de baja de la Armada (porque encima nos vamos nosotras; ellos se quedan y, adem¨¢s, como premio, ascienden), no sab¨ªa c¨®mo explicarles lo de Rubiales. Bueno, s¨ª que lo sab¨ªa, pero me daba pereza (otra vez lo mismo) y mucha verg¨¹enza (?qu¨¦ van a pensar?). Su respuesta cambi¨®: I¡¯m sorry, Pat, the important thing is that you guys are World Champions. I can¡¯t believe it! (Lo siento, Pat. Lo importante es que sois campeonas del mundo).
S¨ª, pero no¡ Es doloroso reconocer que sigue existiendo esta clase de personas que te humillan y que te hacen sentir que tu trabajo no vale nada. Adem¨¢s, nosotras por miedo a perder nuestro puesto de trabajo, a ir a un Mundial, a enfrentarnos a nuestro entorno, a si nos van a creer... Total, ?para qu¨¦ va a servir?, no decimos nada. Y ellos campan a sus anchas y todo sigue igual. Yo siempre me pregunto: estos hombres a quienes ha querido con locura su madre, que han sido amados por sus mujeres, que tienen hermanas y que adoran a sus hijas, ?c¨®mo pueden tratar as¨ª a las mujeres?, ?les gustar¨ªa que alguien tratara as¨ª a sus hijas? Lo dudo.
Nos estamos equivocando o algo estamos haciendo fatal como sociedad porque el f¨²tbol refleja exactamente todo lo que somos: racistas, hom¨®fobos, machistas y alguna cosa m¨¢s. El comportamiento de Rubiales en el Mundial y su discurso ya en Madrid es como si lo hubiera escrito el guionista de Fernando Esteso y Andr¨¦s Pajares. Pero esto no es una pel¨ªcula de los a?os sesenta, existen leyes y protocolos que protegen a las mujeres de este tipo de personas y, por supuesto, esa forma de comportarse no es algo normal que las mujeres tengamos que aguantar. En 2023, ?tan poco hemos avanzado?, ?d¨®nde est¨¢ la educaci¨®n?, ?la igualdad?, ?el respeto?, ?el reconocer que te has equivocado y mucho? Y, por si fuera poco, ellos y ellas (ahora sabemos por qu¨¦), aplaudi¨¦ndole. Y eso duele, y mucho.
Me viene un flashback de cuando en un comedor militar a rebosar de oficiales de la Armada, un coronel se jactaba en voz alta de todo lo que les hac¨ªa a las mujeres mientras sus subordinados se re¨ªan con todas sus fuerzas y todav¨ªa m¨¢s cuando termin¨®: ¡°Es que claro, las mujeres solo sirven para bailar y para follar¡±.
De verdad espero que esta vez s¨ª, se planten todas juntas, sin fisuras, que no den marcha atr¨¢s, que hablen como lo est¨¢n haciendo. Me siento muy orgullosa como mujer de Patri Guijarro, Mapi Le¨®n, Claudia Pina, Lola Gallardo, Amaiur Sarriegui, Nerea Eizaguirre, Andrea Pereira y Luc¨ªa Garc¨ªa, que demostraron que sus principios y valores est¨¢n por encima de, incluso, ir a un Mundial. Y ahora tambi¨¦n de Jenni Hermoso.
Este momento es una gran oportunidad para deshacerse de lo que no debe existir, de lo que nos averg¨¹enza, de lo que no nos deja crecer. Hay muchas cosas que cambiar en el mundo del f¨²tbol, en las instituciones, en las federaciones territoriales, en la sociedad y, sobre todo, en la educaci¨®n para que alg¨²n d¨ªa esta historia nos parezca una pel¨ªcula con poca gracia.
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