Rubiales, en busca de un lugar en el sol pol¨ªtico
El presidente de la RFEF convirti¨® su caso en un asunto muy del gusto de estos tiempos y del car¨¢cter divisorio de un hombre primario, sin matices, educado por y para el conflicto
Luis Rubiales acudi¨® el domingo a Londres para despachar con el periodista Piers Morgan y anunciar su dimisi¨®n en un programa de la cadena TalkTv, que se emitir¨¢ hoy en diferido. Terminada la entrevista, de la que inmediatamente se difundi¨® un peque?o extracto con la noticia,...
Luis Rubiales acudi¨® el domingo a Londres para despachar con el periodista Piers Morgan y anunciar su dimisi¨®n en un programa de la cadena TalkTv, que se emitir¨¢ hoy en diferido. Terminada la entrevista, de la que inmediatamente se difundi¨® un peque?o extracto con la noticia, contact¨® con Pedro Rocha, amigo del alma y presidente en funciones de la Federaci¨®n Espa?ol de F¨²tbol, para comunicarle su decisi¨®n, formalidad necesaria que se hab¨ªa demorado m¨¢s de la cuenta, en parte por la terca resistencia de Rubiales y tambi¨¦n por la lenta, cuando no sorprendente, actuaci¨®n de los estamentos espa?oles, desde el CSD hasta la Fiscal¨ªa, que no abri¨® diligencias hasta que el clamor alcanz¨® una escala mundial.
M¨¢s asombroso a¨²n fue el capotazo que Rubiales recibi¨® del tribunal de justicia en el deporte (TAD), donde seis de sus siete integrantes ¡ªs¨®lo discrep¨® Franciso Pajuelo, el presidente¡ª consideraron que las actuaciones del m¨¢ximo dirigente del f¨²tbol espa?ol merec¨ªan la calificaci¨®n de falta grave y no de muy grave.
La pieza de Rubiales se la cobr¨® la FIFA, organismo radicado en Suiza. Todos los dem¨¢s han ido al rebufo. Inhabilit¨® al ahora expresidente un d¨ªa despu¨¦s de su intempestivo discurso ante la asamblea de la Federaci¨®n Espa?ola. De ese d¨ªa quedar¨¢ su negativa a dimitir, la pat¨¦tica perorata a sus tres hijas, su inter¨¦s en aparecer como v¨ªctima de las insinuaciones de Jenni Hermoso ¡ª¡±Me levant¨® del suelo y me cogi¨® de las caderas¡±¡ª y la insistencia en declararse perseguido por Yolanda D¨ªaz, vicepresidenta del Gobierno, Irene Montero e Ione Belarra. Cit¨® a las tres dirigentes de Sumar y Podemos por su nombre y olvid¨® al resto de partidos pol¨ªticos. Todos, con la excepci¨®n de VOX, hab¨ªan denostado su comportamiento en S¨ªdney, exigiendo la dimisi¨®n y, en el caso del PP, pidiendo medidas contundentes.
Veremos si Rubiales profundiza en cuestiones pol¨ªticas con Piers Morgan, follonero profesional que ha pasado por los principales tabloides sensacionalistas ingleses ¡ªThe Sun, News of the World, Daily Mirror y Daily Mail¡ª y tiempo atr¨¢s sucedi¨® a Larry King como entrevistador estrella de la CNN. De su astucia para auto publicitarse no hay duda. Del ruido que arma y de las acusaciones de misoginia y desempe?o sucio en su trabajo, tampoco. En cuanto al f¨²tbol, se le conoce como hincha irredento del Arsenal, pero hasta en ese aspecto inflama el ambiente. Aprovech¨® el resbal¨®n final del equipo para machacar a Mikel Arteta, el entrenador que ha rescatado al Arsenal de la m¨¢s absoluta mediocridad.
Rubiales est¨¢ buscando un lugar en el sol. En el f¨²tbol parece que no tendr¨¢ cabida. Aunque la egolatr¨ªa y la ineptitud le impidieron dimitir durante su intervenci¨®n ante la asamblea, su intuici¨®n no le abandon¨®. Convirti¨® su caso en un asunto estrictamente pol¨ªtico, muy del gusto de estos tiempos y del car¨¢cter divisorio de un hombre primario, sin matices, educado por y para el conflicto, dotado de la peculiar capacidad de arrastre que despliegan los fan¨¢ticos y que tanto beneficio les rinde ¨²ltimamente, no importa lo elementales que sean. Esta gente fractura y contamina, pero vende.
La vibrante respuesta de sus ac¨®litos al discurso en la asamblea, y la de muchos de los que luego dijeron que estaban en desacuerdo con su conducta, explica la curiosa fascinaci¨®n que produce esta clase de personajes. Prieta las filas, aplaudieron, se levantaron y se entregaron a Rubiales despu¨¦s de una soflama condimentada con una buena dosis de autocompasi¨®n y esl¨®ganes baratos ¡ª?asesinato social? ?falso feminismo?¡ª, explorando por el camino las considerables oportunidades que ofrece la pol¨ªtica a individuos de este pelo. No descarten, por si acaso, que alguien le encuentre a Rubiales el encaje que pretende.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.