Un ¡®Hey Jude¡¯ para Mick Jagger
Bellingham, que lleva 10 goles en Liga, anota un doblete ante el cantante de los Rolling Stones, en un partido en el que Vinicius se enred¨® en batallas y LaLiga detect¨® otro ataque racista al brasile?o
Nadie con el don de las primeras veces como Jude Bellingham. Con todas las primeras veces. El cl¨¢sico, por ejemplo, donde se hab¨ªan registrado pocos estrenos de un madridista tan determinantes como el suyo, con un doblete para rescatar a un equipo que boqueaba. Y con un registro nuevo para la ocasi¨®n. A¨²n no hab¨ªa marcado con el Madrid desde fuera del ¨¢rea. ¡°Un gol estupendo¡±, dijo del empate Carlo Ancelotti, que ha venido maniobra...
Nadie con el don de las primeras veces como Jude Bellingham. Con todas las primeras veces. El cl¨¢sico, por ejemplo, donde se hab¨ªan registrado pocos estrenos de un madridista tan determinantes como el suyo, con un doblete para rescatar a un equipo que boqueaba. Y con un registro nuevo para la ocasi¨®n. A¨²n no hab¨ªa marcado con el Madrid desde fuera del ¨¢rea. ¡°Un gol estupendo¡±, dijo del empate Carlo Ancelotti, que ha venido maniobrando desde la llegada del ingl¨¦s para acercarlo a la porter¨ªa. ¡°La idea es intentar meter a los jugadores en la posici¨®n m¨¢s c¨®moda posible. Su mejor calidad es la llegada al ¨¢rea. Cuanto m¨¢s cerca del ¨¢rea est¨¢, mejor¡±.
El punto lejano desde el que lleg¨® su primer gol contaba buena parte de la historia del partido hasta entonces. A Bellingham no le resultaba sencillo aproximarse a esa zona de peligro en la que le gusta verle a Ancelotti. El Bar?a plante¨® un duelo crudo, de rascar en cada cruce. Sorprendi¨® incluso a Toni Kroos cuando recibi¨® de espaldas en la frontal de su ¨¢rea y se vio en el suelo ante el entusiasmo de Gavi, que le atropell¨® por detr¨¢s. El susto termin¨® con un tiro de Ferm¨ªn al palo. Sonaba todo m¨¢s a metal que al rock & roll que se hab¨ªa anunciado con el envoltorio de los Rolling Stones, con Mick Jagger y Ronnie Wood en el palco.
Gavi, ¡°el alma del equipo¡±, seg¨²n Xavi, persegu¨ªa sobre todo a Bellingham, que recib¨ªa habitualmente de espaldas, a menudo en su propio campo, siempre con alguien advirti¨¦ndole de su vigilancia desde atr¨¢s: toquecito, empujoncito, carga m¨¢s o menos intensa. El ingl¨¦s pas¨® buena parte de sus primeros 45 minutos de un cl¨¢sico oficial incorpor¨¢ndose despu¨¦s de verse en la hierba. Aunque no fue el m¨¢s exigido.
Vinicius vivi¨® otra tarde de desespero, ya desde el recitado de las alineaciones. Sigue siendo el favorito de la afici¨®n azulgrana. Solo el ¨¢rbitro, Gil Manzano, compiti¨® con el brasile?o en la intensidad de la pitada. Con el partido en marcha, ya no le qued¨® rival, desde la primera pelota. Silbidos solo para ¨¦l, en parte irritaci¨®n preventiva, en parte se?al del terror que genera. Un regate que se le enred¨® lo celebr¨® la grada casi como un gol: el alivio de la amenaza que se desvanece.
El brasile?o se iba alejando del partido, y los azulgrana le empujaban en esa direcci¨®n. En uno de sus encuentros con Ara¨²jo, el arma ya no tan secreta de Xavi cuando se enfrentan a Vinicius, el atacante acab¨® fuera del campo. Era sencillo ver en ¨¦l la desesperaci¨®n creciente. Xavi se le acerc¨® y le palme¨® la cara a dos manos, y despu¨¦s quit¨® hierro a la escena: ¡°A Vinicius le tengo mucho respeto. Le he dicho que no era falta, y le he tocado, as¨ª, de cari?o. No soy yo quien va a generar tensi¨®n y malos rollos¡±.
Atiz¨® algo m¨¢s la lumbre el brasile?o cuando Ancelotti lo sustituy¨® ya en el tiempo a?adido, con 1-2 en el marcador. Se entretuvo en aplaudir a la zona de butacas donde se ubicaban los madridistas, y a agitar los brazos, como Toni Kroos cuando dej¨® el campo en la final de la Champions de Cardiff contra la Juventus en 2017, ya con 4-1 y despu¨¦s de una exhibici¨®n apabullante. Ancelotti le agarr¨® del brazo para llevarlo al banquillo. Al acabar, LaLiga anunci¨® que hab¨ªa detectado en las im¨¢genes el ataque racista de un aficionado, y que lo buscaba con los Mossos y el Bar?a para denunciarlo.
El Madrid hab¨ªa estado muy lejos de aquello, con un primer tiempo en el que no tir¨® ni una vez a porter¨ªa, algo que, seg¨²n los registros de Opta, no le suced¨ªa contra el Barcelona desde abril de 2010 en el Bernab¨¦u (0-2). ¡°Una primera parte para olvidar. Hemos sido un equipo flojo, lento, poco agresivo¡±, resumi¨® Ancelotti. En el descanso, ret¨® a sus futbolistas: ¡°Se puede perder, pero si queremos ganar debe ser de manera distinta, siendo m¨¢s agresivos en los duelos, con m¨¢s energ¨ªa. Y creo que estaban de acuerdo en lo que les he dicho¡±, dijo medio bromeando, despu¨¦s de explicar que la mejor intensidad del segundo acto les hab¨ªa llevado a la victoria.
A Bellingham parece que no le afectan vaivenes, ni altibajos, ni presiones. Sigui¨® a lo suyo, pugna a pugna, hasta que encontr¨® espacio en la frontal y super¨® a Ter Stegen en el que solo era el tercer tiro a puerta del Madrid. El gol cambi¨® el tono del encuentro. El siguiente que anot¨® ya se pareci¨® m¨¢s a lo de antes. ¡°Un rebote que no controla Modric y le cae a Bellingham¡±, describi¨® Xavi. Parece algo sencillo, o casual, pero el ingl¨¦s lleva haci¨¦ndolo desde que lleg¨® al Madrid. Ese lance casual es para Ancelotti su movimiento m¨¢s da?ino. ¡°Creo que puede llegar tranquilamente a 20 o 25 goles¡±, dijo el italiano. Lleva 10 en la Liga, de la que es pichichi, y tres en la Champions.
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