Rodrygo Goes, las rachas y las ondas alfa del cerebro
La neurociencia ha identificado las frecuencias el¨¦ctricas de la mente que explican las buenas tendencias y las malas, como la superada por el brasile?o del Real Madrid
Carlo Ancelotti dijo despu¨¦s de ganar al Granada el s¨¢bado algo que son¨® a vieja sabidur¨ªa futbol¨ªstica. Y lo era. Pero tambi¨¦n se trataba de algo que termin¨® encontrando el sustento de las matem¨¢ticas avanzadas y el de la neurofisiolog¨ªa y su conocimiento de las ondas cerebrales: ¡°Cuando est¨¢ bien, Rodrygo marca por el centro, por la izquierda o por la derecha¡±. El brasile?o acababa de anotar por quinto partido consecutivo: siete goles en total. Que hu...
Carlo Ancelotti dijo despu¨¦s de ganar al Granada el s¨¢bado algo que son¨® a vieja sabidur¨ªa futbol¨ªstica. Y lo era. Pero tambi¨¦n se trataba de algo que termin¨® encontrando el sustento de las matem¨¢ticas avanzadas y el de la neurofisiolog¨ªa y su conocimiento de las ondas cerebrales: ¡°Cuando est¨¢ bien, Rodrygo marca por el centro, por la izquierda o por la derecha¡±. El brasile?o acababa de anotar por quinto partido consecutivo: siete goles en total. Que hubiera marcado desde el flanco derecho, donde se dec¨ªa que no se encontraba c¨®modo, a?ad¨ªa un punto m¨¢s a la confirmaci¨®n de que Rodrygo estaba en racha, despu¨¦s de atravesar una anti racha feroz.
Fue una ¨¦poca terrible. El brasile?o marc¨® con su primer tiro de la temporada, el 12 de agosto en San Mam¨¦s. Despu¨¦s, lo intent¨® otras 41 veces, a lo largo de dos meses y medio, hasta que el 22 de octubre, en Braga, acert¨® de nuevo. Si se acumula el valor de todas las ocasiones de las que dispuso hasta el desahogo en Portugal, Rodrygo hab¨ªa desperdiciado 3,63 goles esperados (xG), de acuerdo al modelo de StatsBomb. En ese momento, era el futbolista con peor punter¨ªa de Europa.
Ancelotti, curtido en todas las batallas, sab¨ªa que aquello iba a cambiar: ¡°Tenemos que ser pacientes porque estos son momentos que sobre todo los delanteros pasan. Hay momentos que la tocas y la metes, y hay momentos que tiras muchas veces y no eres efectivo. Va a pasar, como ha pasado con todos los delanteros¡±. Lo dijo en un punto todav¨ªa delicado del calendario. Era 7 de noviembre. Rodrygo hab¨ªa anotado dos semanas antes, y hab¨ªa pasado dos partidos en blanco. Pero el italiano olfateaba que algo estaba a punto de cambiar. Y as¨ª fue.
Al d¨ªa siguiente, Rodrygo meti¨® un gol al Braga en el Bernab¨¦u, y tambi¨¦n marc¨® en los cuatro partidos siguientes, hasta el que le meti¨® al Granada. Ancelotti intu¨ªa, como intuye la gente de f¨²tbol, que un gol llama a otro gol. El fen¨®meno se ha dado siempre por cierto tambi¨¦n en otros deportes, como en el baloncesto, donde se conoce como ¡°mano caliente¡±: despu¨¦s de anotar varios tiros seguidos, el lanzador entra ¡°en la zona¡± y siente que va a seguir tirando mejor. Lo creen los jugadores y tambi¨¦n los t¨¦cnicos, que piden tiempos muertos para interrumpir el momento de inspiraci¨®n. Sin embargo, durante d¨¦cadas, la psicolog¨ªa cognitiva sostuvo que aquello no era m¨¢s que una ilusi¨®n.
En 1985, tres psic¨®logos (Thomas Gilovich, Robert Vallone y Amos Tversky) dedicados a destapar sesgos cognitivos sospecharon que la mano caliente no era m¨¢s que otro autoenga?o y se propusieron desmontarlo. Escrutaron datos de tiros para ver si despu¨¦s de una serie de aciertos era m¨¢s probable meter que en condiciones normales. Y concluyeron que no, que se trataba de puro azar, y que los deportistas que cre¨ªan en las rachas, o los momentos, o el ¡°estar bien¡± de Ancelotti, no eran m¨¢s que otra clase de supersticiosos.
Durante los siguientes 30 a?os, investigadores de todo el mundo dise?aron estudios similares que terminaron apuntalando la reputaci¨®n de la supuesta falacia de la mano caliente, que se convirti¨® en un concepto extremadamente popular. Hasta que en 2015 dos economistas (Joshua Miller y Adam Sanjurjo) revisaron los datos de aquel estudio can¨®nico de 1985 y se dieron cuenta de que el equipo de Gilovich los hab¨ªa mirado mal. Sus registros de tiros en realidad mostraban lo contrario: s¨ª era m¨¢s probable meter despu¨¦s de una secuencia de aciertos. La mano caliente estaba all¨ª, en los datos.
Los estudios neurol¨®gicos tambi¨¦n han encontrado en el cerebro se?ales del momentum. Son las ondas cerebrales alfa altas, seg¨²n explica Jos¨¦ Ad¨¢n, responsable de la unidad de neuroentrenamiento del centro de medicina deportiva RX2. ¡°La medida de la onda cerebral alfa alta es un gran indicador para diferenciar a los cracks de los deportistas buenos. Aparece en los momentos de mejor rendimiento¡±, dice. ¡°Los que no destacan en los momentos clave tienen m¨¢s baja la frecuencia de la alfa alta durante la actividad. Con m¨¢s alfa alta, se tiene la capacidad de cambiar la atenci¨®n muy r¨¢pidamente, con un foco de atenci¨®n externo; en alerta y a la vez en calma¡±, explica. ¡°Es un estado en el que todo fluye. El cerebro hace lo que tiene que hacer en cada momento sin obst¨¢culos, sin rumiaci¨®n de pensamientos, preocupaciones o expectativas, que desgastan mucho la energ¨ªa¡±.
Las malas rachas, como la de Rodrygo, suelen conducir a que el foco pase a estar en el interior, en los pensamientos sobre los fallos, sus consecuencias, sus efectos. ¡°Eso puede desregular. Se gasta el doble de energ¨ªa. Cuando se ponen m¨¢s obst¨¢culos al cerebro, afecta al rendimiento¡±, dice Ad¨¢n. La mente deja de fluir y eso afecta al rendimiento.
Tras la larga secuencia de disparos fallados de Rodrygo en sus dos meses y medio sin marcar con el Madrid, cuando por fin encontr¨® el gol fue gracias a una ocasi¨®n m¨¢s sencilla que todas las anteriores: ten¨ªa 0,44 de xG. Antes hab¨ªa desperdiciado dos muy jugosas, una de 0,40 contra la Real Sociedad y otra de 0,35 contra el Union Berlin. Sin embargo, el gol en Braga a¨²n no termin¨® de meterle en la zona. No marc¨® con sus siete siguientes tiros, y no volvi¨® a hacerlo hasta encontrar otra ocasi¨®n relativamente sencilla, con un 0,42 de xG. A partir de ah¨ª s¨ª que vir¨® su momento: marc¨® cinco goles en sus 14 siguientes tiros, y la mejor ocasi¨®n que se le escap¨® fue solo de 0,18 xG.
Hasta el 31 de octubre, hab¨ªa 361 futbolistas en Europa que hab¨ªan participado en m¨¢s goles que Rodrygo, seg¨²n los registros de Opta. Desde el 1 de noviembre nadie ha participado en m¨¢s tantos que ¨¦l.
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